29 de enero de 2013

Si te preguntase cuantas cosas te hacen disfrutar ¿Que responderías?

Antes que nada, ¿qué entendemos por disfrutar? ¿Es algo parecido a lo que dice el diccionario? ¿Tiene que ver con ciertas emociones o estados emocionales? ¿Tiene que ver con ciertas ideas o estados mentales? 

Para ti, ¿qué es disfrutar? 

He de reconocer que mi definición no puedo explicarla con palabras, pues es más una sensación que nace en el centro de mi tronco y se va expandiendo poco a poco, lo hace con rapidez al estómago y corazón y luego lentamente inunda mis piernas, brazos, cabeza hasta penetrar en mis pensamientos. 

Ahí se detiene y empiezan a brotar una especie de evocaciones, recuerdos de momentos similares o de imágenes que me hacen sentir dichosa de la misma manera. 


Yo las dejo brotar y miro a lo que ha iniciado esta sensación. Dejo que sean esas imágenes evocadas y los estados emocionales inundados quienes guíen el momento. Un momento que puede durar unos segundos, algunos minutos o alargarse a lo que dura un atardecer, la luna en subir y alejarse, una conversación sincera y cálida en terminar, una tarea retadora en desarrollarse,......

El diccionario nos habla de percibir o gozar, de "tener" una condición, de aprovechar. Reconozco que estas palabras, tal cual las encuentro en el diccionario no me encantan, aunque si creo que pueden ayudarme a centrar el tema. 

Percibimos todo tipo de estímulos, visuales, auditivos, gustativos, táctiles que nuestro cerebro traduce en emociones, ideas, etc., por lo tanto la capacidad básica para poder disfrutar de algo, la tenemos. Gozar nos lleva a sentir gusto o complacencia por algo, a sentir básicamente. Sentir, es decir experimentar emociones, también es algo que podemos hacer. 

Ahora, ¿qué condición necesito para disfrutar? Quizás la actitud de apertura para hacerlo. Puede ser que la capacidad para dejarnos sorprender por lo que sucede en nuestro entorno. O quizás sea escucharnos y conocernos para saber qué es lo que me produce gozo y disfrute

Aprovechemos todas ellas y muchas más que nos pueden ayudar a encontrar esas pequeñas cosas que suceden cada día y que pueden inundarnos de emociones cálidas y placenteras. Que pueden hacernos disfrutar, por un período más o menos largo, de lo que tenemos en nuestro entorno. 

Dedicamos mucho tiempo del día a enfadarnos (al leer o escuchar noticias, por ejemplo), a hacer las cosas automáticamente (mientras desayuno, preparo tal o cual cosa y me visto,.....), a proyectar el futuro (a ver cómo resuelvo este asunto/ qué preparo para cenar/ ....) y a muchas otras cosas que, sinceramente, no nos suelen hacer disfrutar. 

El reto de hoy: busca algunas de las cosas que te hacen disfrutar y disfrútalas. Vívelas y siéntelas. 

23 de enero de 2013

Viejos y nuevos hábitos


Los hábitos son esas acciones, conductas, casi automáticas, de las que casi no somos conscientes, que en gran medida nos “facilitan” la vida. Las hemos hecho tantas y tantas veces que ya no nos requiere apenas trabajo o esfuerzo.

¿Realmente eres consciente de lo que haces cuando pisas el embrague para cambiar de marcha en el coche? ¿O cuando te cepillas los dientes? ¿O cuando te atas los cordones del calzado? Son conductas tan repetidas que las hacemos inconscientemente.

Esos hábitos nos economizan la energía, pero por otra parte puede anquilosarnos la capacidad creativa y de cambio.

En muchas ocasiones no somos conscientes de nuestros hábitos o creemos que somos nuestros hábitos. Llevamos tanto tiempo con ellos (o ellos con nosotr@s) que nos identificamos con ellos, conforman nuestra identidad. Nuestra forma de ser, en gran parte, está formada por la suma de múltiples y variados hábitos. Piénsalo o mejor dicho...obsérvalo. Toma conciencia. ¿Cuáles son los tuyos?

Después de observarnos, podemos darnos cuenta que hay algunos hábitos que quizá nos hicieron bien en el algún momento (o eso creímos) pero ya no los queremos en nuestra vida actual. ¿Cómo eliminamos un hábito? ¿Qué sentiremos si lo hacemos? Si “somos lo que hacemos”…¿Quién seré después de eliminar este hábito de mi vida? ¿Cómo incorporo un nuevo hábito?

Por si ayuda, contar que llevo más de un mes sin fumar. Un hábito que lleva en mi vida muchos años, demasiados. Para dejar un hábito así facilita mucho conocer cómo operan los hábitos en la vida de alguien. Lo que se llama en otros ámbitos….conocer al enemigo. Los hábitos se forman porque lo hemos repetido muchas veces (quizá años), con mucha frecuencia (quizá muchas veces al día), con cierta uniformidad (en momento concretos y habituales) y nos ha proporcionado buenas sensaciones.

¿Cómo dejar algo así? Lo primero, obviamente, es dejar de hacerlo (en mi caso de fumar) y al mismo tiempo crear hábitos y conductas nuevas (repetidas, con frecuencia, uniformidad y que me proporcione buenas sensaciones).

También ayuda visualizarnos en nuestra vida cotidiana sin el hábito que queremos eliminar y con los nuevos hábitos que queremos incorporar. Visualizarnos en nuestro nuevo ser, ¿Qué sentiremos cuando vivamos así?

Incorporar un nuevo hábito, más cercano a quienes somos ahora o quien queremos ser, es como un árbol que va extendiendo sus ramas y sus raíces, fortaleciéndose y resistiendo los obstáculos. Además, como el árbol, el hábito puede llegar a ramificarse, influyendo en más áreas de tu vida.

Es toda una experiencia de metamorfosis realizar un cambio de hábitos. Algunos costarán más desprenderse de ellos. Otros, en cambio, serán más sencillos. Sea como fuere, es un ejercicio de libertad individual, de asumir nuestra responsabilidad, de sentirnos un poquito más dueñ@s de nuestra vida y no ser fruto de ciertos automatismos que se han adueñado de nuestra vida.

Os deseo felices hábitos!!!

17 de enero de 2013

Aliados y zancadillas.


Es una realidad que las personas generamos diversos hábitos a lo largo de nuestra vida en todos los ámbitos. 

Cuando empezamos a generalizar aprendizajes, encontramos en ellos una buena manera de ahorrar en patrones de respuesta a todos los niveles, mentales, comportamentales e incluso emocionales. 

Los hábitos pueden ser nuestros aliados, ahorrándonos mucho tiempo, esfuerzo y además, cuando generamos un hábito nuevo, nos ayuda en nuestro proceso de cambio. 

El conflicto surge cuando ante un cambio, deseado o no, aparece un hábito, viejo compañero nuestro y resulta que no es compatible con la nueva situación. ¿Qué hago entonces? 

Generar cambios, supone muchas veces despedirnos de viejos hábitos y algunas veces nos cuesta decirles adiós. 

La buena noticia, es que una vez avancemos en ese cambio, podremos generar nuevos hábitos que nos ayuden a afianzarlo y a vivir desde la nueva posición. Podemos elegir cómo queremos que sea este nuevo hábito, podemos cambiar nuestros patrones de comportamiento habituales y también podemos romper con ciertas tendencias mentales y emocionales que quizás hasta ahora nos lastraban sin llegar a ser del todo conscientes. 

Podemos dejar de verlo como una zancadilla que no nos deja avanzar y sustituirlo por uno nuevo que vuelva a ser un aliado. 

Todas las personas hemos generado cambios, nos hemos despedido de viejos hábitos y hemos generado unos nuevos. Hemos revisado cómo hemos actuado ante determinadas situaciones y seguramente en muchas ocasiones hemos elegido hacerlo de otra manera, es decir, revisar ciertos hábitos y cambiarlos. 

De hecho lo hacemos, más o menos conscientemente todos los días: elegir una nueva ruta, cambiar la manera de llegar a un punto, probar un nuevo tipo de comida, decir lo que sentimos o pensamos a personas a quienes no solíamos decir estas cosas,.....¿Cuantos hábitos quieres cambiar este año que acaba de empezar? ¿Cómo quieres que sean tus nuevos hábitos? ¿Qué vas a hacer para conseguirlo? 

9 de enero de 2013

¿Somos generosos?


Leía hace unos días, en el libro "No es lo mismo", de Silvia Guarnieri y Miriam Ortiz de Zárate, una apreciación sobre el término generosidad que me gustó y me gustaría compartir.

Todos tenemos una idea, más bien clásica o tradicional, sobre qué es la generosidad y está basada en el dar u ofrecer. Pero en este libro nos plantean dar a este término una nueva dimensión y está relacionada con el dar y recibir. De esta manera, la persona generosa, es aquella que no sólo es altruista sino que también es capaz de recibir, de acoger aquello que las demás personas tienen que ofrecerle.

Me resultó muy interesante y revelador. Y reflexiono…

¿Cuántas veces has querido ofrecer tu ayuda (tu persona) a alguien y ésta no lo ha aceptado? ¿Cómo te has sentido?

¿Alguna vez, has sido tú quien se ha negado a recibir ayuda, apoyo, amor, cariño (pon la palabra que mejor se ajuste)? ¿Qué es para ti dar? ¿Y qué es recibir?

En muchas ocasiones creemos que lo que los demás necesitan es nuestro apoyo, nuestra presencia, nuestras palabras, nuestro cariño, pero pocas veces caemos o nos damos cuenta que quizá lo que necesiten es sentir que ellos también pueden ayudarnos, que también necesitamos de ellos, que estamos encantados de recibir lo que quieran darnos.

Dar y recibir son las dos caras de la misma moneda y no hay relación sana que soporte sólo una de ellas.


“Cuando aceptas el favor de un amigo, también le estás haciendo un favor”  J. Churton Collins


2 de enero de 2013

Los inicios

Hace tres días empezó un nuevo año. Es una tradición muy generalizada celebrar este inicio con un sin fin de ritos, pudiendo variar de un país a otro, de una ciudad a otra y otros en cambio los compartimos diferentes culturas. También cada persona puede tener sus propias tradiciones que son únicas y especiales para esta fecha. 

Hay inicios que son más personales. Que los vivimos como algo único que me sucede a mi y para lo que creo mis propios ritos o tradiciones. 

Los inicios los asociamos muchas veces a los cambios, renovaciones, nuevas perspectivas, opciones que aparecen y que antes no contemplábamos. Podemos sentir nervios, como el primer día en un instituto nuevo o como las primeras semanas en una nueva ciudad o país. Podemos sentir también algo de miedo, "¿saldrá bien? ¿me aceptarán? ¿gustaré? ¿podré con las nuevas tareas o retos?" aunque en generalmente también conllevan dosis altas de positivismo, ilusión y  anhelo. Sentimos que se abren nuevas puertas, que descubrimos nuevos caminos y que las posibilidades aumentan. 

Pasados unos días en este nuevo estado, nos empezamos a dejar llevar por una serie de emociones y es entonces cuando elegimos, más o menos conscientemente por cuales nos decantamos más.  ¿Miedo? ¿Nervios? ¿Soledad? o por el contrario serán ¿ilusión? ¿positivismo? ¿confianza? ¿anhelo? 

¿Qué queremos hacer en este inicio de año? ¿Cómo queremos que sean nuestros primeros pasos por este 2013? ¿Hacia dónde y de qué manera queremos dirigirnos? 

Si los cambios y los inicios hacen brotar a tus frenos, en la segunda quincena de este primer mes del nuevo año tienes la oportunidad de asistir al taller "Cómo gestionar el cambio y superar nuestros frenos", en donde trabajaremos a través de dinámicas y técnicas individuales y de grupo las herramientas para vivir los cambios desde la consciencia y desde el autoconocimiento, venciendo miedos, resistencias y frenos. ¿Te apuntas? 

¡Feliz año nuevo! Esperamos que 2013 te regale muchas sorpresas maravillosas y momentos que vivas como únicos y enriquecedores.