27 de marzo de 2013

La regulación emocional y el refranero popular


Las personas regulamos las emociones principalmente con dos fines: cómo sentimos (en qué intensidad y con qué objetivo) y como expresamos las emociones. 

Desde que somos pequeños/as aprendemos a regular emociones, por ejemplo, llevándonos un dedo a la boca (el más habitual el pulgar aunque no necesariamente) para calmarnos. Esto también es regulación emocional. 

Es un paso básico en la gestión de nuestras emociones, por un lado para aprender a relacionarnos física  psicológica y mentalmente con ellas de una manera natural y sana y por otro lado para crear, fomentar y mantener nuestras relaciones sociales. 

En este sentido, hoy querría llamar la atención sobre algunas frases que seguramente conocerás y que pueden hacer referencia a algunas técnicas de afrontamiento positivo que seguramente has puesto en práctica alguna vez. 

"Al mal tiempo buena cara"(*)

Se trataría de una reinterpretación de la situación desde una posición distinta, de modo que nos permita evitar la afección emocional desbordante y nos posibilite encontrar alternativas de acción y expresión.

"No hagas caso"

Detener el pensamiento obsesivo o rumiante acerca de una situación emocional nos permite no recrearla, transformando la emoción primaria (saludable) en un sentimiento enquistado o resentimiento. 

"No hay mal que por bien no venga"

Aprender de los propios errores es una técnica de afrontamiento positivo muy potente. Si realmente aprendemos de la situación, la evolución natural nos permitirá afrontar situaciones similares desde otra posición emocional y con otra comprensión sobre mi ser y mi entorno. 

¿Te apetece aprender algunas otras técnicas para la regulación emocional? ¿Crees que pueden ayudarte a entender mejor la función de las emociones y a relacionarte mejor con ellas? ¿Crees que pueden ayudarte a mejorar tus relaciones sociales? 

Los próximos días 12 y 13 de abril dedicaremos 8 horas a trabajar sobre estos temas. 

Más información en: 


Nuestra página Web

Nuestra página de Facebook




(*) Basado en "La inteligencia emocional de los padres y de los hijos" Antonio Vallés Arándiga. Pirámide

25 de marzo de 2013

El quiebre de la tercera sesión

En un proceso de coaching se genera una relación de confianza entre coach y coachee que permite a éste último expresarse de manera honesta y abierta. 

El proceso comunicativo del coaching ayuda a la persona que lo realiza (coachee) a sorprenderse descubriéndose  Descubriendo realmente quien es y no quien quiere ser. De esta manera, la persona que realiza un proceso de coaching puede trazar el camino para "llegar a ser" desde la posición en la que realmente está. 

En algunas escuelas a este momento de descubrimiento sobre el propio ser se le llama insight, en otras quiebre o toma de conciencia. Es un momento mágico que parece que surgiese de forma súbita y en ocasiones sin saber realmente cómo hemos llegado a esa toma de conciencia sobre mi propio ser y mis deseos, necesidades,......

Es parecido a un momento eureka! de una nueva comprensión de mi ser, de mis circunstancias, que puede a veces emocionarnos profundamente. 

¿Y por qué en la tercera sesión? 

Un buen proceso de coaching se diferencia de un proceso de coaching en la cadencia. En el ritmo del proceso y para ello, debe existir compromiso y voluntad en ambas partes: coach y coachee. En estas ocasiones yo he vivido ese momento de quiebre, de insight o de toma de conciencia súbita en la tercera sesión porque:


  • La primera sesión no ha sido solo informativa. La persona que iniciaba su proceso de coaching  aprovecha cada oportunidad y clarifica su objetivo desde el primer momento. 
  • Las propuestas de trabajo para hacer entre sesiones se transforma en una realidad porque la persona está comprometida con su proceso. 
  • La segunda sesión se convierte en un avance, el feedback le ayuda a confiar y a comprometerse aún más con el trabajo. 
  • En la tercera sesión el ritmo que ha generado el coachee a propuesta del/la coach es compartido por ambas partes y la confianza es absoluta. 

Es el momento en que "el baile" comienza y a partir de ahí, el proceso es crecimiento, avance, un constante darse cuenta. 

Esta es una de las razones por las que el coaching es tan poderoso. Porque la responsabilidad de los avances no dependen del/la coach sino de la persona que decide abordar un proceso de coaching. 



20 de marzo de 2013

Asertividad para gestionar los conflictos


Aunque no siempre somos conscientes, vivimos constantemente conflictos. Muchos de ellos los gestionamos y transcendemos de una manera sencilla, casi sin darnos cuenta. Otros, en cambio, parece que se enquistan y poco a poco se van haciendo más grandes y difíciles de gestionar.

Cuando en Kaiden trabajamos los conflictos (en el ámbito laboral o personal) nos gusta hacerlo con distintas herramientas y una de ellas tiene que ver con la comunicación.

¿Qué comunicamos cuando estamos inmersos en un conflicto? ¿Cómo lo hacemos? ¿Qué transmitimos a la otra persona?

Los y las asistentes a nuestros cursos o en los procesos de coaching, nos dicen frases como éstas:

-          “Casi prefiero no decirle nada, al final nos liamos y acabamos a gritos”
-          “No sé por dónde empezar” “Tengo tantas cosas que reprocharle”
-          “Intento olvidarlo, pero parece que lo hace a propósito. Al final un día voy a estallar”
-          “Es que si tengo que hablar con cada persona del equipo cada vez que me molesta algo, no haría otra cosa”
-          “Si le digo algo, aparentemente le parecerá bien, pero en realidad luego la tomará conmigo”
-          Si yo se lo he dicho…quizá no muy claramente, pero vamos…si no lo ha entendido es porque no quiere.

¿Alguna te suena? ¿Te sientes identificado/a? Supongo que todas las personas, en algún momento, hemos vivido en primera persona situaciones similares a alguno de los ejemplos.


Conocer y practicar la comunicación asertiva y la comunicación no violenta puede ser una herramienta muy útil para la gestión de conflictos.

Estas son algunas pautas:

1.      Elegir el momento adecuado. ¿Es mi momento? ¿Es su momento?
2.      Elegir una sola cosa. Seguro que me gustaría decirle un montón de cosas (ahora que me he puesto!!), pero vamos de una en una!!
3.      Preparar de antemano. Recordar algunos hechos concretos que me puedan servir como ejemplo
4.      Abordar la conversación:
1.      Agradecer que tengamos este tiempo para conversar.
2.      Describo el comportamiento o el hecho en sí, cuanto más concreto mejor y sin juicios;
3.      Describo cómo me afecta a mi ese comportamiento (mensajes YO).
4.      Empatizo, me planteo entender (no significa estar de acuerdo) a la persona;
5.      Pido cambio de comportamiento o soluciones, dejando una “puerta abierta” a las propuestas o ideas de la persona;
6.      Ofrezco alternativas para solucionar la situación;
7.      Expreso las consecuencias positivas al cambio (las negativas, se perciben como amenazas).
8.      Agradezco la conversación

¿Qué te ha parecido? ¿Complejo, sencillo? La sugerencia de la semana es que estas pautas las hagas tuyas y las utilices y practiques ¿Tienes entre manos algún conflicto (grande o pequeño) que gestionar?

Al principio puede resultar algo “impostado” pero poco a poco te saldrá de manera natural.

Espero que te resulte útil.

18 de marzo de 2013

Coaching y PNL


Dando por hecho que ya sabemos algo más sobre el coaching, creo que es el momento de hablar, por primera vez, de la Programación Neuro Lingüística (PNL de ahora en adelante) y cómo puede ayudarnos en cualquier proceso de cambio y sobre todo cómo puede apoyar en los procesos de coaching.

La PNL es, entre otras cosas, un conjunto de herramientas y técnicas que pueden ser aplicadas para tener respuestas adecuadas a los objetivos que nos planteemos.

Estas herramientas y técnicas son fruto del trabajo iniciado por Richard Bandler (informático y psicoterapeuta) y John Grinder (lingüista) después de observar los “Cómos”. Es decir, estudiaron a los comunicadores y terapeutas con mejores resultados con sus pacientes/clientes. Estudiaron cómo hacían sus terapias, sus preguntas, cómo manejaban su cuerpo, absolutamente todo y a partir de ahí modelaron y crearon patrones para ponerlos a disposición de otros/as profesionales.

Explicado esto, voy a hablar de algunas de las Presuposiciones que forman parte del marco teórico de la PNL y me centraré en 3 que considero pueden ser útiles para un proceso de coaching:

1-   Todo comportamiento tiene una intención positiva. La Pnl entiende que cuando actuamos de una determinada manera lo hacemos creyendo que es la mejor de las opciones. Es decir, lo hacemos lo mejor que sabemos. Por ello, cuando analizamos u observemos nuestros comportamientos pasados, debemos preguntarnos (sobre todo si tenemos esa tendencia a la hiper crítica con nosotros/as mismos/as) ¿Cuál era la intención positiva de aquél comportamiento?

2-  El mapa no es el territorio. Todas las personas observamos la realidad con nuestros filtros (influenciados por nuestras experiencias, intereses, creencias, valores etc) y por tanto hacemos caso de aquellos aspectos que nos interesan e ignoramos otros. En un proceso de coaching, el/la Coach nos ayudará a tomar conciencia de nuestro mapa o que éste se amplíe o se transforme. Ser capaz de observar la realidad de otra manera, con otra perspectiva es una de las palancas de cambio más potente.

3-  Las personas tienen todos los recursos necesarios para hacer cualquier cambio que deseen.   En PNL se habla de recursos referidos a esos estados generados por experiencias positivas del pasado que pueden ser recuperados para traerlos al presente para la obtención de un objetivo determinado. En un proceso de coaching se trabaja para que el/la coachee (cliente) identifique los recursos que necesitaría para su objetivo y los rescate de su experiencia vital pasada.

El Coaching y la PNL son absolutamente compatibles y que éste es un caso en el que más es más. El Coaching puede bebe de muchas fuentes, todas aquellas que lo haga más eficiente para el cliente y sus procesos de cambio.

13 de marzo de 2013

Algunos rasgos fundamentales de liderazgo ¿Los posees?

 ¿Qué es el liderazgo? ¿Cómo se ejerce de manera positiva en un entorno profesional? ¿Cómo puedes saber si eres o puedes llegar a ser un/a buen/a líder?

Es probable que ya poseas o conozcas cuales son las destrezas técnicas que debes desarrollar para poder ejercer de líder mediante el conocimiento y el ejemplo. Puede ser que también poseas y entrenes diariamente las habilidades de comunicación y escucha con tu equipo y colegas. Incluso, algunos de vosotros y vosotras habréis leído algún libro (como "los 7 hábitos....." de S. Covey o "Inteligencia emocional" de  D. Goleman o algún otro más o menos popular) e incluso puede ser que hayas asistido a algún curso sobre liderazgo. 

¿Sientes que ejerces un liderazgo positivo y constructivo? ¿Sientes que ejerces el liderazgo que quieres ejercer? ¿Y tu equipo o tu entorno? ¿Qué piensa sobre tu estilo de liderazgo?

Hay algunas claves que nos pueden ayudar no solo a ser l@s líderes que deseamos y que nuestro equipo necesita sino a ser un tipo de persona distinta, extraordinaria y de la que se enriquecen todas las personas de su entorno. ¿Quieres saber cuales son estas claves? 

Son simples, aunque no quiere decir que sea sencillo ponerlas en práctica. Aquí te reseño solo algunas: 

1. Transmite tus ideas o propuestas de manera sencilla e indicando "esto es lo que yo creo/pienso" y no desde la autoridad ("esto es lo que hay que hacer"). La autoridad puede darte ciertos derechos, aunque ¿te da la razón? ¿cómo te hace ser visto/a por tu equipo? Argumenta tus ideas y somételas a críticas, entonces obtendrás otro tipo de autoridad. 

2. Cuando te hayas equivocado, expresalo, simplemente di "estaba equivocado/a". ¿Qué sucedería si lo hicieses? ¿Crees que tu equipo te "respetaría menos"? Es probable que suceda lo contrario.  Es probable que asumir tus errores te hagan más "humano/a" ante tu equipo. 

3. Agradece. Cuando una persona te halague o halague algo que has hecho, puede ser que te sientas "desnudado/a", incómodo/a o inseguro/a, ¿que te gustaría escuchar de una persona cuando le has hecho un halago? Mírala a los ojos y simplemente agradéceselo. 

4. Pide ayuda. Vence el miedo a ser vista como una persona vulnerable porque todas las personas lo somos. La realidad es que todas las personas necesitamos ayuda una o varias veces al día. Aprende a pedirla y verás que fácil es recibirla. 

Estos 4 pasos o actitudes no solo pueden ayudarnos a desarrollar un liderazgo que potencie a nuestro equipo de trabajo, sino que podemos ejercitarlo en todas las áreas de nuestra vida: con la familia, amistades, vecindario, etc., etc. 

¿Te parece difícil? ¿Qué es lo que más te costaría? La propuesta es que elijas una de las 4 y la pongas en práctica a lo largo del día. Esta noche tomate 5 minutos y revisa qué ha sucedido, qué diferencias has encontrado con el resto de la semana. 



11 de marzo de 2013

El propósito para el coaching

¿Para qué el coaching? ¿Qué se trabaja con el coaching? ¿Cómo sé que es para mi?

El coaching trabaja desde una sólida base de intención a través de las preguntas. Un/a coach eficaz es una persona que está entrenada para hacer las preguntas necesarias. 

Y ¿necesarias para quién? Por supuesto para el/la cliente o coachee. No son preguntas para recabar información "de relleno" o de "diagnóstico". No son preguntas para indagar (yo) sino para invitarte a que quieras indagar (tu). No es una pregunta para el/la coach sino para la persona que ha decidido hacer un proceso de coaching. 

¿Qué se consigue con las preguntas? 

Muchas cosas. Tomar conciencia de lo que hago/digo/pienso/siento por ejemplo. ¿Y para qué? Para ayudar a la persona que acude a un proceso de coaching a tomar conciencia desde la responsabilidad. Desde asumir "mi" (tu/su) responsabilidad para el cambio, para la acción o la no acción. Como dice el autor John Whitmore "el coaching promueve la concentración, la atención y la observación" y lo hace a través de las preguntas. A través de esas preguntas que cuando las "recibes" piensas ......"y ahora qué respondo"; "realmente ¿qué pienso/siento al respecto? No sé si lo sé....",....preguntas que más de un/a coachee me ha respondido con un silencio inicial y una sonora exclamación de sorpresa después. 


Justamente para eso son las preguntas, no para que me respondas a mi, sino para que resuenen y te las preguntes a ti. Para que te las respondas a ti cuando encuentres la respuesta. 

6 de marzo de 2013

¿Cómo quiero ser recordado?


Casi todas las personas hemos oído hablar de la Misión, Visión, Valores. Es como un mantra. Definir la Misión, Visión y los Valores de la organización. El caso es que muchas veces he trabajado en dicha definición y casi siempre se ha realizado desde la mente. Me explico. Se realiza como si fuera un mero ejercicio de redacción. ¿Cómo queda mejor? ¿Qué frase se acerca más y mejor a o que somos y queremos ser? ¿Hacemos una lluvia de ideas para que sea un proceso más creativo y participativo?

Para mi, esta fórmula se queda a medio camino, pues no conecta con lo que realmente puede movilizar (y por tanto motivar) a los equipos. Desde mi punto de vista, resulta imprescindible, conectar con la emoción.

Para ello, desde Kaiden hacemos un ejercicio muy sencillo. Lo hemos realizado con equipos de trabajo (en talleres y formación) y con personas en sus procesos de coaching individual (coaching ejecutivo y coaching personal)

Pedimos a las personas que se imaginen el día de su jubilación o el día de su funeral (estamos hablando de imaginarse el final de sus días en esa organización o equipo de trabajo o el final de su vida) y que reflexionen (y sientan) qué les gustaría oír de sus clientes, proveedores, personas de la propia organización, de su familia, de sus amigos, etc.

Cuando respondes a estas preguntas, cuando has conectado con lo que es realmente importante para ti (para el equipo), has encontrado fácilmente tus valores, lo que puede movilizarte y por tanto tu motivación. Cuando pones la vista en el futuro deseado, estás conectando con tu visión y lo que estás haciendo, para qué lo haces, es tu misión.

Desde aquí recomiendo que cada persona encuentre sus misión, visión y valores. Es esclarecedor conocer qué es, realmente, lo que nos mueve a la acción.

4 de marzo de 2013

¿Qué clase de rana eres?


Están 2 ranas caminando y charlando. Una recorre saltando un profundo surco dejado por un tractor. La otra la ve allá abajo y le grita:
- ¡Eh!, ¿qué estás haciendo ahí abajo? Aquí arriba se está mucho mejor, hay más comida.
- No puedo subir – le responde la otra.
- Déjame ayudarte – le ofrece la de arriba.
- No. Déjame en paz. Aquí estoy bien y también hay comida.
- De acuerdo, pero aquí arriba hay mucho más espacio para explorar y para moverse.
- Aquí abajo tengo todo el espacio que necesito – mantiene la de abajo.
 Finalmente la rana de arriba abandona su empeño y se va, dando brincos.
Al día siguiente, ante su sorpresa, se encuentra con la rana de abajo saltando a su lado.
 - Oye, creía que ibas a quedarte en ese surco ¿Qué ha pasado?
- ¡Qué venía un camión!


Es cierto que hay personas que necesitan que pase un camión por sus vidas para iniciar un cambio. Asumen que el cambio es un esfuerzo, es algo negativo y siempre que pueda….”virgencita, virgencita, que me quede como estoy”.

Ven los cambios a su alrededor y desean que ni les rocen. Evitan cambiar a menos que sea totalmente imprescindible.

Si te identificas con este “retrato” es posible que no te interese el coaching. Te preguntarás…¿para qué voy a contratar a alguien que me apoye en mi proceso de cambio si realmente yo no quiero cambiar? Tiene lógica. Porqué un/a Coach no puede apoyar o ayudar a hacer algo que el cliente no quiera hacer.

En un proceso de coaching es fundamental e imprescindible el compromiso del cliente.

Un/a Coach será alguien que te ayude a salir de ese surco (por seguir con el símil de la rana) y sobre todo, será alguien que te ayude a no caer en la tentación de volver al surco una vez que el camión haya pasado.

Los cambios requieren no sólo el deseo de cambiar (motivación) si no mantener los nuevos hábitos o comportamientos (acción), enfocados en la nueva dirección el tiempo necesario.

Si crees que necesitas una ayuda ¿Qué te impide pedirlo?