El reencuadre como herramienta fundamental del coaching |
Es curiosa la necesidad que tenemos a veces
de encontrar explicaciones "sobrenaturales" a acontecimientos
totalmente “naturales”.
Así te encuentras con sorpresa que desde hace
unas semanas todo lo que lees parece estar relacionado con un mismo tema, o que
no dejas de ver coches rojos justo ahora que te has comprado uno. Creemos que
es algo extraordinario o que es un “mensaje” de algo o de alguien, cuando en
realidad tiene que ver con nuestra atención.
Nuestra atención, nuestra percepción está más
dirigida, aunque sea de manera inconsciente, de lo que creemos. Así, si mi
estado de ánimo es positivo, mi atención o percepción estará enfocada en
aquellos acontecimientos que "ratifiquen" dicho estado de ánimo. Por
tanto, estaré más atenta a una sonrisa, a un comentario amable, a todo aquello
que haya a mi alrededor que favorezca o mantenga ese estado de ánimo.
Lo mismo sucede con los estados emocionales
menos agradables. Observo lo que me rodea y sólo encuentro acontecimientos que
me indican que todo está mal, que no hay salida, que es razonable tener ese
ánimo.
Por eso resulta tan potente y sanador
encontrarnos con personas a nuestro alrededor que nos ayuden a mirar a nuestro
entorno (o a nosotros/as mismos/as) de otra forma, que nos ayuden a enfocarnos
en aspectos que antes no habíamos visto o sentido.
Cuando estamos en un proceso de coaching, las
preguntas están dirigidas (si están bien enfocadas) a que el cliente se
cuestione aspectos que antes no había hecho. A que pueda dirigir su mirada a un
lugar que antes no se había planteado o no sabía ni que existiera.
Tenemos la costumbre a entrar en los bucles
(en nuestros propios bucles). Así, repetimos acciones aunque sabemos que no
funcionan. Nos decimos las mismas cosas aunque sabemos que no nos ayudan a
salir de donde estamos.
Que haya alguien externo que nos facilite preguntas
nuevas, hace que encontremos respuestas diferentes, hace que nos planteemos
opciones alternativas hasta las ahora encontradas y es muy probable que ante
nuevas opciones investiguemos o intentemos nuevas acciones.
Por eso es tan potente un proceso de
coaching, porque tienes a un/a profesional entrenado/a en hacer preguntas.
Preguntas poderosas que pueden ayudarte a ver el mundo (tu mundo) de otra
manera.
¿Te gustaría probar? ¿Qué es lo peor que podría
suceder? Te animo a descubrir tu mundo de otra manera.
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