Cuando tienes la ocasión de relacionarte con
personas de distintas generaciones compruebas cada día que nunca es tarde para
hacer, para decir, para sentir algo que te proporcione bienestar o felicidad
(igual que nunca es tarde para dejar de hacer, dejar de decir o dejar de
sentir algo que no te sienta bien).
También he visto personas que asumen que
cuando llegan a una edad ya no tiene sentido intentar cambiar, no merece la
pena pues no será posible.
Creer que nuestra vida, llegado un momento,
ya está escrita o tiene una dirección tan definida que no es posible cambiarla
es como decir que si he cogido el coche y me he equivocado de salida en la
autopista ya no puedo retroceder o cambiar de dirección o buscar un camino
alternativo por una carretera secundaria.
Por supuesto, que a medida que vamos
incorporando experiencias, formas de hacer y sentir, hábitos, personas en
nuestro entorno, aprendizajes, incluso circunstancias el cambio de rumbo (por
seguir con la metáfora del viaje) puede ser más complejo, largo, con dudas,
quizá debamos parar a repostar porque necesitamos más combustible (energía,
motivación), quizá debamos asumir que tendremos que poner más de nuestra parte
y dejar atrás hábitos o costumbres que aunque no nos gusten, de tan conocidos
que son, nos resultan confortables.
Si, cambiar de rumbo no es necesariamente
sencillo, pero no hacerlo ¿Qué supone para nuestra vida? ¿Tiene sentido no
intentarlo?
Os dejo un vídeo, de personas reales, con
edades reales y sueños e ilusiones que no fueron olvidados. Espero que os
inspire y os permita creer, aunque sea un poquito, que nunca es tarde.
Me parece muy bueno el artículo y de pilón el video. Ilustran muy bien a los mayores y a los que van para allá lo que se puede hacer en cualquier momento, aunque sea en la vispera.
ResponderEliminarSaludos de Patricio
Muchas gracias por el comentario. Los mayores son fuente de inspiración constante y creo que la juventud y su supuesta energía está sobrevalorada. La motivación, la ilusión y las ganas pueden estar siempre dentro de uno/a de nosotros/as.
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