Las semanas entre nochebuena y la noche de reyes son propicias para hacer balance del año que va llegando a su fin y soñar, ilusionarnos y plantearnos metas y proyectos para el año que está a punto de llegar.
Cuando hago el balance del año me gusta centrarme en lo que he aprendido, las personas y lugares que he descubierto y todo aquello por lo que estoy agradecida.
Sobre los sueños, ilusiones y planes tengo que reconocer que es algo que cada día lo tengo más incorporado a mi día a día, aunque también sé que es útil hacer un ejercicio más formal de vez en cuando. Yo he comenzado esta semana a dedicarle tiempo y voy a compartir unas recomendaciones para quien se anime a fijarse unas metas u objetivos para el 2012.
1- Escribir (y esto importante, no quedarnos en imaginarlo) todo lo que quiero ser, hacer y tener. No tengamos miedo ni pudor. Sólo lo vamos a leer nosotr@s. Sólo este paso, el de escribir nuestras metas es más poderoso de lo que nos creemos a priori.
2- Dejar pasar 24 horas y tras ese tiempo, volver a leer el listado y preguntarnos con cada deseo ¿Por qué lo quiero? ¿Por qué es un objetivo importante para mi? Si no sabemos responder a estas preguntas, no pasa nada. Haremos una marca o señal sobre los deseos que no tienen respuesta porque quizá dentro de un tiempo si lo tengan. No hay que borrarlos ni desecharlos.
3- Es importante encontrar el equilibrio y por tanto que ese listado haya “deseos” que impacten en todas las áreas de nuestra vida. (Salud, Amor, Trabajo o carrera profesional, Finanzas, Familia, Vida Social…..)
4- Clasificar las metas en tres grandes bloques:
· Metas a largo plazo o de largo alcance. Aquellas que nos dirigen o guían el camino. Aquellas que dan sentido al día a día y que nos alientan a seguir y evitan la frustración cuando nos encontramos con un obstáculo o un revés.
· Metas diarias. Nos van a permitir ver los avances cada día y así retroalimentarnos y seguir motivad@s.
· Metas específicas. Quizá algunas no puedan serlo, pero si la gran mayoría.
5- Hacerse 5 preguntas con cada meta.
· ¿Es esta mi meta?
· ¿Es ecológica para el resto de personas que intervienen en ella?
· ¿Me acerca o me aleja de los objetivos importantes de mi vida?
· ¿Puedo comprometerme emocionalmente con la meta?
· ¿Puedo alcanzar esta meta?
6- Elegir 4 metas y trabajarlas a diario. Son los actos diarios los que nos encaminarán a la meta. Sin acción nos quedamos en un bonito ejercicio de planificación o de visualización. Es importante y satisfactorio dar pasos concretos, por pequeños que parezcan.
7- Revisar todas las metas al menos una vez al mes. Así nos mantenemos conectados y en sintonía. Se trata de encontrar la alineación entre lo que hacemos cada día con lo que son nuestras metas más a largo plazo, con lo que realmente queremos.
Espero que estas recomendaciones os resulten útiles y las pongáis en práctica y aprovecho para desear un año 2012 llenos de sueños cumplidos.
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