18 de junio de 2011

Lecciones de un ganador

Reconozco que soy una seguidora de Rafael Nadal. Me parece un joven de 25 años lleno de sabiduría, aunque en muchas ocasiones, los periodistas y sus entrevistas express o la prudencia y las estrategias del jugador no nos permitan verlo.

Hace unas semanas conquistó un nuevo triunfo. Su décimo Grand Slam con el desgaste físico y mental que debe suponer. Sólo unos pocos en el mundo lo saben.

Leía esta semana una entrevista publicada en El País y me sorprendí con respuestas largas, nada típicas y muy generosas, donde encontré claves para todos los emprendedores y todas aquellas personas que están trabajando duro por sacar adelante su proyecto. Que cada uno le ponga el apellido que quiera (personal o profesional)

Me refiero a cosas como estas.


P. ¿Qué valores unen a dos ganadores de todo como ustedes? (referido a Pau Gasol)
R. Todos los que ganan tienen siempre una cosa en común que es básica. No es la humildad ni todas esas cosas que quedan muy bien y muy bonitas. Mejor si la tienes, como la tiene él, pero hay mucha gente que ha ganado mucho, una barbaridad, y que es arrogante. Lo que te hace ganar es querer ganar y querer hacer todo lo que toca para ganar. Querer trabajar cuando no te apetece. Saber aguantarte en los momentos complicados pensando que van a cambiar. Ser lo suficientemente tozudo para pensar que las cosas saldrán bien cuando no salen a la primera ni a la décima. Que la mente esté preparada para asumir las dificultades para así poder superarlas. Sin lugar a dudas, todos los que ganan tienen eso.


No me digáis que no es una joya en un párrafo. ¿Se puede definir mejor lo que hay detrás de una victoria?

Querer ganar y querer hacer todo lo que toca para ganar. Por supuesto que todo el mundo desea lograr sus objetivos, todo el mundo desea y quiere con todas sus fuerzas conseguir su sueño, pero, ¿Sabe lo que hay que hacer para conseguirlo? ¿Y quiere hacerlo? No se trata, por tanto, de intentarlo sino de hacerlo.
Querer trabajar cuando no te apetece. Resulta fundamental proyectarse hacia el futuro, hacia el resultado esperado y deseado y encontrar ahí la motivación para esforzarte cuando no posees la energía suficiente. Aunque supongamos que los deportistas disfrutan intensamente de su profesión, no podemos engañarnos. Entrenar cada día, viajar, estar lejos de tu familia, superar lesiones, estar en el punto de mira y ser evaluado respecto a expectativas externas son aspectos con los que no disfrutarán todos los días. Lo importante es no dejarse llevar por lo que apetece sino por lo que hay que hacer si quieres lograr un objetivo. Por eso….¿Estás dispuesto a hacer todo lo que hay que hacer, aunque no te apetezca, para lograr tu objetivo?
Aguantarse en los momentos complicados pensando en que van a cambiar. Es la fortaleza mental que se apoya en tu capacidad para observar la situación y evaluar si lo que estás haciendo puede ser mejorado y revisado. No se puede confiar en que las cosas van a cambiar si seguimos haciendo lo mismo. ¿Revisas lo que haces? ¿Puedes mejorar algo?
Pensar que las cosas saldrán bien aunque no salgan bien ni a la primera ni a la décima. No se trata de una confianza ciega, sino basada en el trabajo bien hecho. Se trata de tomar conciencia de que habrá momentos en que los resultados no serán los esperados y son esos momentos donde hay que confiar en uno y en el proyecto que tenemos entre manos. ¿Estás preparado para que no salga a la primera? ¿Confías en ti y en el proyecto lo suficiente?
Asumir las dificultades para así poder superarlas. Casi nada!!! Tomar conciencia de hay obstáculos en el camino, que es posible que algunos sean mayores de lo que inicialmente creíamos. La única manera de poder superar dichos obstáculos es conocerlos y dimensionarlos adecuadamente. ¿Son obstáculos propios o externos? ¿Qué tamaño tienen? ¿Depende de mí superarlos? ¿Necesito pedir apoyo o ayuda? ¿Dónde puedo encontrar ese apoyo?

La entrevista tiene extractos muy interesantes, así que os dejo en enlace por si os interesa leerla en su totalidad.

13 de junio de 2011

Fluir

En un resumen que recibí hace poco en relación a la visita de D. Goleman a Madrid, encontré dos párrafos referidos a este concepto popularizado por el psicólogo e investigador Mihaly Csikszentmihalyi, cuyo nombre, quizás por la dificultad en pronunciarlo, no es tan popular.

"Estudiando el rendimiento descubrió que las personas alcanzaban el “rendimiento óptimo” cuando se encontraban realizando una tarea y llegaban a un estado de concentración imperturbable."

"A estos estados de concentración imperturbable los llamó estados de flujo que, según la Teoría del Fluir, son los momentos en los que la gente es más feliz."

Cuando leo estos textos, cuando leo al autor, me surge una enorme duda, ¿por qué si ya sabemos qué nos hace sentirnos felices, conectad@s, satisfech@s, .... no buscamos experimentar esos estados lo más a menudo que podamos? Otra pregunta recurrente, quizás porque desde mi mapa es lo que más me aleja de los estados de flujo y que sin embargo consigue engancharnos(me) con frecuencia es ¿para qué existe la televisión? Es decir, si yo sé que no me hace fluir ver la televisión ¿por qué la dejo encendida más allá del telediario o lo que sea que elijo ver?

Es curioso ver que para muchas personas experimentar la felicidad día a día supone hacer un esfuerzo importante y no porque no sepamos donde encontrarla, sino porque no forma parte de nuestros patrones habituales de comportamiento, porque no hemos creado esos hábitos que nos hacen sentir bien, porque no nos dejamos espacio para dedicarnos un rato al día a ser felices, a fluir.

Libro recomendado: Csikszentmihalyi, M. (1996) Fluir (Flow). Una psicología de la felicidad. Kairós, Barcelona