18 de diciembre de 2013

Disfrutar desde la responsabilidad del ser

De forma continua e insistente, me doy cuenta en las conversaciones que tengo tanto en ámbitos profesionales como personales, que el mayor disfrute que encontramos las personas es cuando fluimos. 

Este estado de fluir tiene mucho que ver con ser quien realmente eres y por lo tanto, piensas, haces y dices las cosas que tienen que ver con quien eres. Para expresarlo en otras palabras, tienen que ver con tu yo real, con la esencia de tu persona y no con lo que te gustaría ser o con quien querrías o quisiste ser en algún momento pasado. 

Por lo tanto, el disfrute tiene que ver mucho con la aceptación. Y no hablo de aceptar a otras personas, la "realidad" (sea esta lo que sea para cada cual) o las situaciones que vivimos. Hablo de la autoaceptación. Seré más capaz de disfrutar cuanto más me acepte y para ello, asumo la responsabilidad de ser quien soy. 

Asumo la responsabilidad de mis ideas, de mis emociones, de mis simpatías, de mis antipatías, de mis valores, de mis sueños, de mis "realidades", de mis momentos, de mis anhelos, de mis miedos, de mis frustraciones, de mis fortalezas, de mis áreas de mejora, de mis acciones y no acciones. Es decir, asumo la responsabilidad de ser quien soy con todo lo que conlleva. 

Para mi, conlleva no endilgar a otras personas mis frustraciones. No culpar a otras personas por mis miedos o mis áreas de mejora. No responsabilizar a otras personas de lo que siento por sus acciones. No endosar a otras personas el serme antipáticas o no cumplir mis expectativas. Es decir, mi mirada, desde la responsabilidad del ser, no puede enfocarse siempre hacia fuera. Necesitaré mirarme a mi y como vivo y proceso lo que sucede en mi entorno, como me afecta y qué decido hacer con ello. 

No se trata de no ser asertiva/o, no se trata de aceptar todo lo que sucede. Entiendo que cuando me acepto, desde la honestidad más absoluta, me resultará más sencillo poner límites y ser asertiva por lo tanto. 

Podría quizás decir que se trata de "ser a pesar de todo lo demás". Así, me daré permiso de encontrar multitud de motivos para disfrutar en cada momento. 

16 de diciembre de 2013

La sesión de coaching

Cuando decidimos iniciar un proceso de coaching individual, quizás ya tenemos en mente con cual coach queremos trabajar. Seguramente entonces tendremos sus datos de contacto y podremos llamarle o escribirle para expresar nuestro deseo de quedar y conocernos con el fin de iniciar un proceso de coaching. 

Si no es así, dedicaremos algún tiempo a buscar referencias de algún coach para contactar con él/ella. Podremos preguntar a nuestros contactos, buscar en Internet o dirigirnos a las asociaciones oficiales que agrupan a los coachs certificados en nuestro país. 

La primera sesión o sesión exploratoria, está enfocada para el/la cliente, en conocer al coach, explorar cómo se trabajará en este proceso y sobre todo saber si es la persona que nos genera la confianza suficiente para empezar a trabajar en nuestra meta con ella. El/la coach intentará despejar las dudas que tenga el cliente sobre lo que es y lo que no es el coaching y de qué manera se trabajará a lo largo del proceso. Indagará sobre la posible meta u objetivo que tiene en mente el cliente (coachee) para iniciar un proceso de coaching. 

¿Cuánto tiempo dura la sesión?
Hay coachs que trabajan con una limitación temporal de 1 hora u 1.30 horas. En otras ocasiones, el profesional no limitan el tiempo por sesión dedicando el que necesite y del que disponga el/la coachee. La duración por lo tanto, la definirá en general el/la coachee.  

¿Con qué periodicidad nos reunimos para trabajar? 
Al inicio del proceso, es recomendable tener una sesión cada semana o 10 días. Una vez que se van fijando submetas o hitos con los que trabajar, se pueden espaciar más estas citas, cada 15 o 20 días. 

¿Dónde nos reunimos para trabajar?
Puede ser en el sitio de trabajo o vivienda del coachee. Puede ser en una cafetería también. Quizás sea más cómodo reunirse en un despacho "neutro", es decir, el/la coachee pedirá al coach que ofrezca un despacho. En ocasiones también se pueden hacer sesiones paseando o almorzando. Lo importante no es el lugar en sí, sino que el momento y lugar encajen con la agenda del coachee y que el sitio nos proporcione la comodidad necesaria para trabajar. 

¿Y qué le cuento al coach? 
La conversación con tu coach, no difiere mucho de alguna otra que hayas tenido con algún amigo/a o con una persona de confianza. Le empezarás contando qué es lo que quieres trabajar, mejorar, desarrollar, aprender....y el/la coach te ayudará a seguir haciéndote preguntas. Sin darte cuenta, empezarás a sentirte cómodo/a hablando de tus proyectos, de tus miedos, de tus necesidades. Entonces, sabrás que esa persona que tienes delante, es tu coach. 


11 de diciembre de 2013

La transformación interior

El arte como camino
Llevo varios días con ciertas sensaciones que no sé poner en palabras. Estoy leyendo un libro, muy interesante por cierto, sobre la Inteligencia Intuitiva de Malcolm Gladwell. Nos habla de cómo nuestra mente piensa sin que nosotros mismos nos demos cuenta, Nos habla de las señales que nuestro cuerpo percibe del entorno y que sirve como base para tomar decisiones y cuando le hacemos caso y cuando no a eso que llamamos “intuición”.

Me gusta porque el libro no es un defensor de la intuición frente a la razón, sino un defensor de ser capaz de saber qué factores son los relevantes para tomar decisiones y cuando la intuición (ese conocimiento que tenemos que no sabemos que tenemos) es nuestra herramienta más poderosa para tomar decisiones.

El caso es que para mi todo esto tiene relación con una conferencia a la que acudí ayer sobre el arte como camino de transformación o crecimiento personal.

Me gustaron muchísimo unas palabras que dijo Katharina Widmer (gracias Esther por descubrirme tantos caminos y formas) que explicaba que el arte es un camino para expresarte desde tus necesidades y no necesariamente desde la técnica (desde el saber hacerlo bien).

Potenciar la libre expresión del individuo, poder contar con un espacio protegido, un lugar de expresión seguro.

Muchas veces queremos resolver nuestras dudas, nuestras incertidumbres, nuestros traumas, nuestras penas, nuestro dolor desde la mente, desde la razón, desde la comprensión racional y en muchas ocasiones no somos capaces de hacerlo porque todo eso va más allá de la razón, de lo sabido, de lo conocido, de lo consciente.

Encontrar fórmulas que nos permitan expresar y emerger lo que de otra manera no lo hace y a partir de ahí transformarnos. Cada persona descubre, antes o después, cual es su vía para crecer, para encontrar lo esencial.

Mi aprendizaje de estas últimas semanas es que cuanto menos lo intento más consigo, cuanto menos fuerzo más avanzo, cuanto más fluyo más disfruto.


Feliz transformación y feliz camino!!

9 de diciembre de 2013

El Coaching también tranforma al Coach



"Todo lo que das, te lo das, lo que no das, te lo quitas" A. Jodorowsky


El coaching también transforma al Coach. Es algo que he aprendido y de lo que me siento muy contenta. En la medida en que participas y facilitas procesos de cambio, crecimiento y transformación (me gustan los matices de las tres palabras) de otras personas, se produce a nivel interno un enriquecimiento difícil de comparar con otros.

Las personas, cuando estás en conexión, con una escucha activa e incondicional, cuando respiras junto y con la otra persona, cuando decides no sólo entregar sino también recibir se produce un aprendizaje de doble dirección sencillamente brutal.

En los últimos meses he tenido la suerte, la infinita suerte de encontrarme con mujeres en procesos de crecimiento potentes, nada sencillos y ellas no se pueden imaginar todo lo que estoy aprendiendo de ellas, de su resiliencia, de su humor, de su constancia, de su generosidad, de su apertura, de su flexibilidad, de su alegría, de su dolor, de su vulnerabilidad, de sus capacidades...podría seguir y seguir hasta cansarme.

Solo me queda una cosa, decírselo a ellas en persona y dar las gracias a la vida por este regalo maravilloso

4 de diciembre de 2013

Querer y poder ¿Hacia dónde nos dirigimos?

"Quiero aprender a hacer....." "Quiero saber si podré...." ¿Desde dónde pronunciamos estas frases? 

Habitualmente lo hacemos desde la quietud, desde un parón en el camino en el que proyectamos nuestra mirada a un futuro más o menos próximo. 

Podríamos decir que es el primer paso para generar un cambio. Empezar a identificar nuestros deseos, nuestros objetivos. 

Tras esta identificación ¿Cuál es el paso siguiente para ti? ¿Qué sueles hacer? Seguramente habrá tantas respuestas como personas leáis esta entrada. Bien. De eso se trata, de ser únicos/as y auténticos/as. 

Si de verdad lo quiero, valoraré la mejor manera que tengo de validar si podré o no. Buscaré la forma de aprender, de visualizar, de probar, de hacer para comprobar qué habilidades poseo y cuáles me faltan para alcanzar ese punto que visualizo en mi horizonte. 

Si me pongo en marcha, empezaré a desarrollar y a incorporar las habilidades deseadas, generaré hábitos que me faciliten el camino hasta mi objetivo, pediré ayuda, me formaré. Suena fácil, lógico y democrático, cualquier persona puede hacerlo. Y entonces ¿Por qué no todo el mundo lo hace? ¿Qué nos/te bloquea?

Te propongo un ejercicio, saca un trozo de papel y un bolígrafo (o lápiz) y escribe todas aquellas "cosas" que no te permiten iniciar ese cambio del quiero al puedo. ¿Cuántas aparecen? ¿Son realmente muros insalvables? ¿Qué podrías hacer para quitarlos de tu lista? 

Revisa otros aprendizajes, cambios que hayas generado en el pasado y que te costaron trabajo y esfuerzo hasta llegar a ellos. ¿Identificas el momento en el que te decías "creo que puedo"? Sigue revisando....¿Identificas el momento en el que te decías "siento que puedo"? ¿En algún momento te has dicho "sé que puedo"? ¿A dónde te lleva cada una de estas tres frases? 

Ahora, decide qué quieres decirte a partir de ahora cuando observes tu nuevo objetivo. 

2 de diciembre de 2013

Coaching y el cuerpo

Creemos, pensamos, sabemos, dudamos, hacemos....utilizamos muchos verbos a lo largo del día que tienen mucho que ver con el mundo del pensar, de la cabeza, de lo racional. Nos olvidemos o no de sentir, de percibir, de movernos o vibrar, también forman parte de nuestro día a día y tienen que ver con todo el cuerpo, incluida la cabeza. 

"El cuerpo habla lo que la boca calla" dicen por ahí y así depositamos en nuestra espalda o cuello las preocupaciones del mañana, en nuestro estómago los miedos y enfados de hoy y en nuestra postura los hábitos de ayer. 

Olvidarnos de nuestro cuerpo, de lo que nos dice y de lo que le decimos puede ponernos en una situación de dolores continuos, enfermedades crónicas y sobre todo de una desconexión con nosotras/os mismas/os. 

En coaching decimos que el/la coach baila con el/la coachee (cliente) cuando encuentran esa conexión mental, emocional, física. Se trabaja principalmente desde lo que el/la cliente siente y sentimos con el cuerpo. Así, conectar lo que la persona siente con sus anhelos, la encamina a la acción, espacio en el que cuerpo y mente confluyen y se armoniza la persona en todo su ser. 

Os enlazo un precioso vídeo que nos recuerda que, más allá de la técnica de estos profesionales, todas las personas tenemos un cuerpo que nos habla constantemente. 




27 de noviembre de 2013

Don't worry, be happy o como hacer cosas nuevas.


El eslogan de este maravilloso anuncio, "cuando tienes todo lo que necesitas, empiezas a hacer cosas nuevas" me sirve de inspiración para esta nueva entrada del blog.

Hacer cosas nuevas, salir de nuestro círculo de comodidad tiene un enemigo principal y es el miedo. Desde mi punto de vista una de las principales consecuencias negativas de esta crisis económica y social es el miedo que ha provocado a probar cosas nuevas, el miedo a intentar hacer algo distinto, el miedo a sobresalir o el miedo al riesgo, el miedo a equivocarse, al fracaso, a ser o hacer diferente, el miedo a perder (lo que tengo o lo que siento son mis pequeñas posibilidades), miedo, en definitiva, a sentirse excluido de una sociedad o comunidad.

Y cuando más miedo tenemos, más nos movemos por zonas comunes, poco originales, por lugares donde no llamar la atención (ni por bueno, ni por malo), procuramos agradar, gustar, necesitamos que nos acepten y no sentirnos de nuevo excluidos.

Por eso es tan importante identificar nuestros miedos y preguntarnos ¿Qué es lo peor que puede pasarme? ¿Qué puedo ganar/obtener si lo intento? ¿Qué pierdo no intentándolo?

En la medida en que me sumerjo en situaciones nuevas, en la que me enfrento a retos, conozco facetas mías antes desconocidas, descubro nuevas habilidades y disfruto de la sensación de estar viviendo por primera vez algo. ¿Quieres perdértelo?


25 de noviembre de 2013

Día Internacional por la eliminación de la violencia contra las mujeres

Si, hoy es el día Internacional contra la violencia de género, y me gustaría aprovechar para alzar la voz a favor de las personas que, a pesar de que sus circunstancias son duras, complejas y difíciles, deciden apostar por un futuro con posibilidades y con capacidad de decisión.

Las mujeres que han vivido (o viven en este instante) violencia física o psíquica saben que salir de ese pozo no es sencillo, pero también saben que cuando lo decidan, cuando perseveren en su decisión, cuando asuman que nada puede ser más doloroso que recibir golpes, humillaciones y vejaciones de la persona que creían que les quería, cuando comprendan que iniciar una nueva vida es también una oportunidad que se dan y que es el inicio de empezar a quererse, cuando tomen conciencia que los hijos, si los hay, no se merecen tanta confusión y dolor....cuando estén ahí, comprenderán que ya han hecho lo más difícil.

Dar el paso, pasar a la acción, alzar la voz, visibilizar la violencia y el horror y no avergonzarse de ser víctima.

Muchas mujeres sienten que su vida se acaba, les falta el aliento, no ven opciones de salida, alternativas a la vida vivida hasta ahora. Muchas mujeres dan por fallida o perdida su vida y han concluido que es lo que les ha tocado vivir, que ya no pueden hacer nada. El ejemplo de muchas mujeres demuestra que no es cierto y que tú también puedes salir del agujero si así lo decides (con apoyo de instituciones u organizaciones si lo necesitas).

Escuchaba el otro día un mensaje de la Fundación Ana Bella, en el que decía que no eran víctimas si no supervivientes. Un matiz lingüístico muy, muy interesante. Superviviente implica que ya pasó lo peor, que has superado el momento más crítico con éxito, que has sobrevivido, que ahora toca empezar de nuevo y que si fuiste capaz de sobrevivir al infierno, también puedes hacerlo ahora. Me gusta esa visión. Me gusta mucho.

Os enlazo un vídeo que muestra sin palabras lo difícil que es decir basta y lo tarde que lo hacemos a veces. El mensaje final (que está en serbio) significa: "Ayúdame, no sé si llegaré a mañana"



Desde aquí, todo mi ánimo a las mujeres que están en proceso de pedir ayuda o de decir basta, mi enhorabuena a las que lucharon para dar el paso y salir del infierno y lo han conseguido y agradecimiento a todas las personas, mujeres y hombres, que cada día dan lo mejor de si mismos para construir una sociedad más justa e igualitaria.

(dedicado a mi abuela)



20 de noviembre de 2013

Pedir al ego que nos de pistas

Habitualmente, en el marco del desarrollo personal y del fortalecimiento de la autoestima, solemos plantear la importancia de focalizarnos en desarrollar una sana autoestima que mantenga bajo control a nuestro ego. 

La idea final es esa. ¿Por dónde la abordamos? 

Hay muchos caminos. Empezamos con la autoaceptación, el respeto a uno/a mismo/a, mantener nuestros compromisos,...y todos ellos son caminos sanos y fortalecedores. 

Sin embargo, el ego sigue agazapado a la espera. Nos escucha, nos conoce y detecta cuándo llegamos a un punto de inflexión en el que quizás le demos permiso para actuar.  

No es necesario vivir esta situación como un retroceso o un fracaso. Podemos hablar con nuestro ego, llegarlo a conocer tan bien como nos conoce él a nosotros/as y aprender a detectar de qué nos habla. 

¿Cuándo aparece tu ego? Quizás cuando sientes inseguridad respecto a ti, respecto a otras personas, respecto a una situación novedosa,.....Puede ser que aparezca cuando dejas de prestar atención a lo que haces, sientes o necesitas. Puede aparecer cuando sientes cansancio, malestar, desbordamiento. Es muy común que aparezca cuando te sientes en medio de un enfrentamiento, cuando no aceptan tu punto de vista. 

Presta atención a esos momentos y situaciones. ¿Qué sientes? ¿Qué temes? ¿Qué necesitas? Si dejamos salir a nuestro ego, siendo conscientes de lo que repercute en mi y en mis relaciones su aparición, seguramente será por una "buena causa" o al menos eso es lo que pienso en ese momento.  Aprender a escuchar lo que nos pide, fortalece nuestra autoestima permitiéndonos encontrar otras vías para suplir estas necesidades sin tener que utilizarlo. 

Por eso, te proponemos que la próxima vez que aparezca tu ego, prestes atención y escuches: de qué te está hablando. Qué te pide hacer/no hacer, en ese momento. 

Descúbrete también a través tus fisuras para poder llegar a cerrarlas. 

18 de noviembre de 2013

Coaching y compromiso

El coaching es compromiso. 

Por un lado, el compromiso del/la coach con la confidencialidad, la puesta del foco en el cliente, dar lo mejor de si mismo/a y el compromiso de ser honesto/a en todo momento. 

El compromiso del coachee (cliente) resulta fundamental para llevar adelante un buen proceso de coaching: comprometerse consigo mismo/a, con su crecimiento, bienestar y con el trabajo necesario para alcanzar el fin propuesto por él/ella mismo/a. 

Para Kaiden, un compromiso escencial es con el desarrollo del talento de las personas y organizaciones que forman nuestra sociedad. Por ello, participar en jornadas como la III Semana del Emprendedor y el Empleo que desarrollan en San Sebastián de los Reyes el ayuntamiento de dicha localidad, ACENOMA y la Cámara de Comercio de Madrid, es un orgullo y una necesidad. 

Os invitamos a participar en estas jornadas que tendrán lugar la última semana de este mes, del 25 al 29 de noviembre. Kaiden estará presente el día 25 con una ponencia sobre lo que el coaching aporta a los/las emprendedores/as. 

¡Te invitamos a participar! 

13 de noviembre de 2013

Vivir el presente como clave para la felicidad

Entendemos el término felicidad como esa valoración que hacemos de nuestro propio bienestar. Como auto valoración que es, se trata de algo totalmente subjetivo, encontrándonos con personas, que ante la misma realidad realizan una valoración distinta sobre su propia facilidad.

Pero más allá de estos hechos subjetivos, se ha demostrado científicamente que vivir el presente, el instante, aumenta significativamente nuestra percepción de felicidad o bienestar.

No influye tanto la actividad en si, si estamos cepillándonos los dientes o estamos practicando nuestro deporte favorito, como estar centrados en la actividad en cuestión.

Se ha demostrado que casi la mitad de nuestros pensamientos no tienen nada que ver con lo que estamos haciendo. Casi la mitad!! Eso significa que mientras cocinamos estamos pensando en la llamada que vamos a hacer en 5 minutos o mientras hablamos por teléfono estamos pensando en el trayecto de metro que haremos al día siguiente y mientras estamos viajando en el metro pensamos en la reunión que tendremos en una hora y así sucesivamente.

Hacemos y pensamos, pero raramente están conectadas o sincronizadas estas acciones.

La atención plena o mindfulness se practica de tal manera que podemos incorporarla en nuestro día a día como un nuevo hábito que nos proporcionará una buena dosis de felicidad o bienestar.

Algunos ejemplos:

-      Cuando estés en tu ducha diaria, céntrate en las sensaciones corporales que provoca el agua al caer en tu cuerpo. Siente la temperatura, cómo se relajan los músculos. Presta atención al olor del champú o gel, su textura…
-       Anímate a ir a tu trabajo por un trayecto distinto. Esto te exigirá centrar tu atención y no actuar bajo los automatismo.
-        Camina por un parque cercano y observa la naturaleza, sus colores, el viento moviendo las hojas de los árboles…
-         Descálzate y camina de manera muy consciente durante unos minutos. Siente el contacto de tus pies en el suelo, estate atenta/o a las sensaciones corporales, a cómo se flexionan las rodillas, cómo se mueve tu cadera y tus hombros, el peso de tus brazos….

Prestar atención a lo que hacemos a cada instante sería agotador, nuestro cerebro requiere automatismos para hacernos la vida más sencilla, pero no hacerlo nunca nos aleja del presente y hace que nuestros pensamientos viajen sin control hacia lugares quizá no deseados o que no nos sientan bien (hacia el futuro o hacia el pasado)

Así que mi recomendación es dedicar cada día, de manera consciente, unos minutos a practicar la atención plena. Notarás los resultados. Feliz atención plena!!



11 de noviembre de 2013

Me lo merezco

En ocasiones, cuando nos planteamos alcanzar algún objetivo importante en nuestra vida, hay situaciones u obstáculos que nos hacen desmotivarnos e incluso desistir.

No encontramos las opciones o las acciones que nos hagan lograr nuestro propósito.

Cuando estamos en esa fase, un proceso de coaching puede ser determinante, pues se explora el propio objetivo y se trabajan sobre los elementos que pueden estar influyendo en su no consecución.

Uno de estos elementos pueden ser las creencias que tenemos sobre nuestra propia persona y nuestras capacidades. Pero a veces, hay que ir más allá y no sólo quedarnos en nuestra posibilidad y nuestra capacidad sino en nuestro merecimiento.

Más personas de las que creemos boicotean sus propios objetivos porque hay una parte de ellas que siente que no se merecen lograrlos.

Así, a priori, nadie diría que no se merece algo que desea, pero nos sorprenderíamos de las ideas que muchas veces tenemos asociadas al éxito.

Por eso, cuando el cliente (coachee) plantea un objetivo, nuestro papel como coach es indagar, a través de las preguntas (siempre las preguntas) si la persona siente que se merece lograr ese objetivo

-          ¿Qué tendría que pasar para que te merecieras lograr ese objetivo?
-          ¿Bajo que circunstancias te lo merecerías?
-          ¿Qué persona crees que se lo merece?

Se trata de una exploración a un nivel profundo que sin el apoyo de un profesional difícilmente descubriríamos.


¿Te animas a probar?

6 de noviembre de 2013

¿Cuál es tu espacio para la creatividad?

En ocasiones siento que hay palabras que se transforman de manera que el significado original se desplaza para asociarse a un significado culturizado, dificultando en ocasiones la comunicación. 

La palabra creatividad es una de ellas. 

Solemos hablar de creatividad cuando nos referimos a personas que se dedican al mundo del arte: pintura, escultura, música.... y olvidamos que la creatividad es una característica de nuestro pensamiento. 

La investigación, la tecnología o la búsqueda de soluciones, también son creatividad. Así, compatibilizar la vida laboral, familiar y personal nos brinda muchas oportunidades para ser creativas/os. 

¿En qué ámbito destaca tu pensamiento creativo? Para algunas personas, las situaciones límite (dificultad elevada, plazos acotados y muy ajustados, un nuevo campo de conocimiento, etc.,) ponen en marcha su pensamiento creativo dando mayor salida a ideas o propuestas novedosas. Para otras, la libertad de poder hacer sin evaluaciones o juicios de utilidad, oportunidad, o eficacia, les permite dar rienda suelta a su faceta creativa. Quizás formas parte de otro grupo de personas a las que la emotividad les ayuda a que su creatividad aflore y buscas la homeostasis emocional y personal a través de tu pensamiento creativo. 

¿Cuál es tu espacio para la creatividad? ¿En qué situaciones eres más creativa/o? 

Quizás no sea importante identificar en qué momentos o bajo qué circunstancias se es más o menos creativo/a y lo importante es saber que forma parte de ti. Por ello, las soluciones no son imposibles en si, encontrar una solución es una oportunidad y una posibilidad para todas las personas.   

4 de noviembre de 2013

El espejo

En nuestro día a día, usamos el espejo para mirarnos de pasada: cuando nos peinamos, lavamos la cara y dientes, para afeitarnos,.....miramos que todo esté en orden y ya está. 

El espejo del coaching nos permite una mirada hacia el interior mucho más profunda, con un objetivo: conocernos, tomar conciencia sobre nosotros/as mismos/as. 

¿Por qué es tan importante esta mirada? 

Puede ser que en mi trabajo sea responsable de coordinar a un equipo de personas. En mi relación diaria con estas personas entrarán en juego todas mis habilidades intra e interpersonales, es decir, cómo me veo, cómo las veo, cómo me comunico conmigo y con las demás personas, qué proyecto fuera de mi y qué espero que otras personas proyecten. Muchas de estas situaciones son más o menos inconscientes o automáticas. ¿Soy consciente de cómo es mi mirada hacia dentro y hacia fuera? 

Quizás me planteo un cambio en mi vida personal, un cambio que potencie un aspecto de mi vida y que influirá en mi y en las personas de mi entorno. Este cambio será mucho más potente si me apoyo a lo largo del proceso en mis fortalezas, habilidades y recursos personales. ¿Soy consciente de todos ellos? 

En un proceso de coaching, el papel del/la coach será, en gran medida, poner un espejo frente a mi para que pueda observarme con mayor profundidad. Para que pueda observar mis fortalezas, mis recursos y habilidades. Para que pueda observarme en mi relación con las personas de mi entorno personal y profesional. Este espejo me permitirá retratarme y elegir con cuál foto me quedo, con cuál me siento más a gusto y quiero que sea visible hacia fuera también.  

Hace falta valentía para mirarnos en este espejo. Una vez vencidos los miedos, nuestra mirada cambiará y empezará a hacerlo de aquí en adelante, de manera constante, consciente y voluntaria. ¿Quieres probar? 

30 de octubre de 2013

El paquete de galletas

Una chica estaba aguardando su vuelo en una sala de espera de un gran aeropuerto. Como debía esperar un largo rato, decidió comprar un libro y también un paquete de galletitas.
Se sentó en una sala del aeropuerto para poder descansar y leer en paz. Asiento de por medio, se ubicó un hombre que abrió una revista y empezó a leer.
Entre ellos quedaron las galletitas. Cuando ella tomó la primera, el hombre también tomó una. Ella se sintió indignada pero no dijo nada.
Apenas pensó: ¡Qué descarado! Si yo estuviera más dispuesta, hasta le daría un golpe para que nunca más se olvide de la grosería!".
Cada vez que ella tomaba una galletita el hombre también tomaba una. Aquello la indignaba tanto que no conseguía concentrarse ni reaccionar.
Cuando quedaba apenas una galletita, pensó: "¿qué hará ahora?". Entonces, el hombre dividió la última galletita y dejó una mitad para ella.
¡Ah! ¡No!... ¡Aquello le pareció demasiado! ¡Se puso a bufar de la  rabia! cerró su libro y sus cosas y se dirigió al sector del embarque.
Cuando se sentó en el interior del avión, miró dentro del bolso y para su sorpresa, allí estaba su paquete de galletitas... intacto, cerradito... ¡Sintió tanta vergüenza!
Sólo entonces percibió lo equivocada que estaba. ¡Había olvidado que sus galletitas estaban guardadas dentro de su bolso!

El hombre había compartido las suyas sin sentirse indignado, nervioso, consternado o alterado, y ya no había más tiempo ni posibilidades de explicar o pedir disculpas aunque sí para razonar.
¿Cuántas veces en nuestra vida sacamos conclusiones cuando debiéramos observar mejor?. ¿Cuántas cosas no son exactamente como pensamos acerca de las personas? ¿Cuántas veces son nuestras emociones las que tomas las decisiones?

28 de octubre de 2013

¿Y si...?

Los supuestos negativos nos paralizan
Cuando estamos abordando una situación que nos resulta compleja, a veces partimos de supuestos negativos que lo que hace es limitarnos en nuestra visión y en la búsqueda de opciones y soluciones.

En los procesos de coaching solemos escuchar cosas parecidas a estas:

“No puedo hacerlo”
“No se puede hacer así”
“Mi familia no estaría de acuerdo con eso”
“Mis jefes nunca aprobaría esta propuesta”
“Ese viaje costaría mucho”
“Ese proyecto tendría un coste que jamás aprobarán”
“No tengo tiempo para hacer deporte”
“No tenemos tiempo en el equipo para ….”

Cuando escuchamos frases de este tipo, que son las suposiciones negativas, buscamos la manera que el cliente (coachee) no deje que esa suposición limite la búsqueda de alternativas y para ello, partimos de la no existencia de dicha suposición.

¿Y si tuvieras presupuesto suficiente? Centrándonos en una respuesta concreta o de manera genérica ¿Y si ese obstáculo no existiera?

No todo es lo que parece inicialmente
Se trata de dejar momentáneamente la limitación a un lado, dejar la censura de la mente racional y buscamos la liberación de un pensamiento más creativo, más libre. Es asombroso cómo la persona encuentra caminos insospechados. Es como si de repente una puerta, que dabas por cerrada a cal y canto, se abriera y vieras por primera vez un mundo lleno de posibilidades.

Tras ese trabajo, la suposición negativa, puede continuar o no, pero casi en el 100% de los casos, la mirada de obstáculo, de la dificultad no es la misma, no tiene el mismo tamaño, se considera más abordable, más sencillo, menos limitante.

Así que, plantéate cuales son tus suposiciones negativas y pregúntate…¿Y si…?


Seguro que la realidad será distinta.

23 de octubre de 2013

¿Saber que sabemos?

 A lo largo de la vida, aprendemos por diversas vías: en la escuela, el instituto, la universiada, en cursos sobre temas que me interesan o interesan a la empresa en la que trabajo, por imitación, por modelado, en charlas o debates informales.....aprendemos. Nuestro cerebro está preparado para ello, para aprender siempre. 

Cuando estamos iniciando el aprendizaje de una habilidad concreta o de una materia específica, inicialmente somos conscientes de que no la conocemos, no sabemos hacer tal cosa o no tenemos la información para entender esta materia nueva. 

Más adelante, vamos generando la conciencia de saberla, de saber hacer, de conocer la información o las pautas y reglas para ejecutar un deporte, hacer un examen o desarrollar una habilidad. 

Durante algún tiempo, permanecemos conscientes de ello, de nuestro nuevo aprendizaje. Lo repetimos, ejecutamos los nuevos comportamientos y comunicamos la nueva información. ¿Y después? 

Después podemos hacer el examen y olvidarnos, dejar de lado la nueva habilidad y volver a la antigua manera de proceder, por comodidad o dejar de hacer ese deporte. Olvidamos. 

Sin embargo, hay otro olvido. Cuando seguimos adquiriendo conocimientos, destrezas, habilidades, las integramos de tal forma, que olvidamos que sabemos y simplemente actuamos de una manera distinta. Tenemos tan incorporados los aprendizajes de conocimientos, habilidades o destrezas que no tenemos que pensar en las reglas, la información o las pautas para ejecutarlas. Es en ese momento cuando el aprendizaje está afianzado. 

Y es también en ese momento cuando lo aprendido tiene sentido para ti. No para satisfacer a un/a profesor/a, a un/a entrenador/a, a un padre o madre.....es cuando lo aprendido se convierte en una habilidad tuya y personal y disfrutas con ella. Empieza a formar parte de tu carácter, se puede convertir en un rasgo más o menos importante de tu personalidad. 

¿Quieres aprender para olvidar que sabes? ¿Quieres aprender para ti mismo/a? Te invitamos entonces a que sigas desarrollando esa nueva destreza o comportamiento hasta hacerlo tuyo y que nos cuentes entonces cómo te sientes y qué diferencias encuentras en ti. 



21 de octubre de 2013

Coaching y un café

"Hoy no tengo tiempo de ocuparme de esto". 

"Sé que hay cambios que quiero hacer, aunque ahora mismo no tengo tiempo".

" Ya buscaré cómo cambiar este hábito más adelante". 

¿Tienes tiempo para un café? 

¿Cuantos cafés/tés/infusiones tomas a la semana acompañándolos de una charla relajada e inspiradora?

¿Y si uno de esos cafés, tés o infusiones los tomases con tu coach? 

Cuando "contratas" los servicios de un/una coach, es él/ella quien se amolda a tus tiempos, de manera que las citas se fijan en dónde a ti te convenga, puede ser en tu oficina, en una cafetería en la que te sientas cómodo/a, o en un despacho. De manera que la sesión de coaching ocupará un momento de tu día en el lugar que acuerdes con tu coach. ¿Sencillo y flexible verdad?

La frecuencia con que veas a tu coach podrá variar, quizás al inicio del proceso quedes con él/ella cada semana o cada 10 días. Pudiendo espaciar más las citas según se avanza en el proceso. Los plazos los maracas tú. ¿Fácil verdad?

Quizás has leído el término coaching asociado a personas que ocupan puestos de alta dirección en grandes multinacionales y pienses, "si, estaría muy bien esto del coaching, pero seguro que es muy caro". ¿De verdad crees que solo hay tarifas para altos directivos? Por qué no das un primer paso, preguntas las tarifas a dos o tres profesionales y encuentras aquél/aquella que se ajuste a tu presupuesto. 

Y si no sabes aún qué plantear a tu coach como objetivo o meta a trabajar durante el proceso. ¿Para qué estamos los/las coachs si no es para apoyarte en la clarificación desde el inicio del proceso?  

Si algunas de estas dudas te frenan al preguntar ¿es el coaching para mi en estos momentos?  o ¿puedo asumir un proceso de coaching ahora? espero que al leer esta entrada te animes, al menos a preguntar y con la información necesaria tomar tus propias decisiones. 

¿Quieres preguntarnos?: info@kaiden.es 

16 de octubre de 2013

El sentido del humor es terapeútico

“¿Sabes qué es lo mejor del alzhéimer? Que todos los días conozco a alguien nuevo” (paciente de neurología en la sala de espera)

Podemos reírnos de nuestras limitaciones
La función principal del sentido del humor es distanciarnos emocionalmente de la situación que nos está estresando (o incomodando o preocupando) encontrando algo cómico en nosotros/as mismos/as y en la situación o circunstancias que nos rodean.

La perspectiva humorística nos ayuda a defendernos del miedo, la ansiedad y la desesperación. Actúa como un auténtico calmante a la hora de interpretar y describir la situación que nos está provocando dolor o tristeza o preocupación.

Hacer una lectura en clave de humor nos ayuda a afrontar y resolver la situación en la que estamos inmersos.

Muchos supervivientes de situaciones dramáticas afirman que el sentido del humor les ayudó especialmente a superar y resistir situaciones casi inhumanas. Hay múltiples ejemplos en el caso de los supervivientes del holocausto nazi. Lo ha explicado Viktor Frankl o Primo Levi. También lo explicaron los supervivientes de la odisea de los Andes, que han reconocido que el sentido del humor no sólo les ayudó a sobrevivir, sino también en el proceso de superación y adaptación posterior.

Además de ayudarnos a desconectar o distanciarnos de nuestra situación dolorosa también nos ayuda a conectarnos a otras personas por lo que añade un nivel de protección en nuestras vidas.

¿Qué puedes hacer en tu día a día para incorporar unas buenas dosis de humor? ¿Puedes encontrar algo cómico en esa situación que te está preocupando?

14 de octubre de 2013

El arte de preguntar en el coaching

El otro día hablaba con un amigo sobre el coaching, la cantidad de personas que dicen ejercer esta profesión y la calidad del mismo.

Una de las claves de un buen proceso de coaching se basa en las preguntas, en el arte de preguntar.

Las preguntas en el coaching están dirigidas al cliente, son para él/ella. Son la forma que tenemos de que el cliente se cuestione, reflexione, tome conciencia, caiga en la cuenta y pase a la acción.

Las preguntas tienen que ser seleccionadas muy bien pues iluminan o se centran en una parte de la experiencia y otras, en cambio, las deja en la oscuridad. Por ello, las preguntas, las buenas preguntas, conducirán a la acción, a la búsqueda de soluciones, a hacer algo con lo que acaba de descubrir el cliente de si mismo/a.

Las preguntas, las buenas, están orientadas a los objetivos más que a lo problemas. Nos orientamos o nos centramos en el presente y en el futuro, más que en el pasado, es decir, más que buscar explicaciones de porqué estamos donde estamos, se busca encontrar el camino para salir de dicha situación.

Además de utilizar preguntas para dar luz y poner en claro valores, creencias, motivaciones del coachee (cliente) utilizamos las preguntas para cuestionar los límites que se pone el cliente que se observa principalmente con el lenguaje que utiliza. Se observa esa situación con opiniones no contrastadas que hace suyas, con las comparaciones que hace que pueden limitar su experiencia, con las generalizaciones, con las presunciones limitadoras, con las palabras de presión (debería, tengo que), con el lenguaje abstracto, etc.

Las preguntas, las buenas, las poderosas, son la base del buen coaching. Las buenas preguntas permiten al cliente responder a aspectos que antes no se ha planteado o, al menos, no lo ha hecho de la misma manera. Como dice Leonardo Wolf en el maravilloso libro “El arte de soplar las brasas” se trata de “prestar preguntas” al cliente.

Las preguntas, en el coaching, se hacen para comprender, para escuchar y para servir al objetivo del cliente.


¿Te gustaría probar esas preguntas poderosas?

9 de octubre de 2013

Generar cambios en mi para influir en los/as demás

Buscar soluciones. Crear soluciones. Salir del impasse. ¿Te resuena? 

Hay frases que nos resuenan y remueven por dentro. En la actualidad leemos y escuchamos unas cuantas de estas frases varias veces al día. 

También leemos aún sobre la palabra crisis y la búsqueda de oportunidades. Leemos y escuchamos sobre el creciente numero de personas emprendedoras que buscan crear soluciones y sobre el miedo y las dificultades que les acompañan. 

Lo que sucede dentro de nosotros/as cuando escuchamos o leemos estas frases marca importantes diferencias. ¿Qué sensaciones y emociones aparecen en tu interior al leerlas? ¿Esperanza? ¿Miedo? ¿Frustración? ¿Tranquilidad? ¿Intranquilidad?....

Si nos ceñimos a la etimología de la palabra crisis, estaríamos hablando de un momento de toma de decisión importante, de realizar un juicio tras un cuidadoso análisis de una situación. ¿Qué sientes ahora al pensar en esta palabra? 

Podemos cambiar la forma de pensar y por lo tanto de sentirnos ante determinadas situaciones. Una vez realizado este cambio, nuestras acciones, actitudes y hábitos cambiarán. ¿Crees que puedes generar cambios en tu entorno a partir de este momento? ¿Qué cambios quieres generar? ¿Estas dispuesto o dispuesta a generar este cambio empezando en ti? 

Si la respuesta es si y no sabes bien cómo hacerlo ¿por qué no vienes a explorar con Kaiden algunas de las herramientas para el cambio que trabajaremos en grupo en nuestro próximo taller? 

Si quieres más información sobre el próximo taller "Cambia el chip: construir nuevas realidades desde mi interior" pincha en este enlace  o escríbenos a info@kaiden.es 

7 de octubre de 2013

El coaching como acelerador

Supongamos que vamos conduciendo nuestro vehículo en una dirección más o menos conocida. Sabemos cuál carretera o camino debemos coger, sabemos leer las señales que aparecen a lo largo del camino y aún siendo largo, nos sentimos con la confianza y comodidad necesarias para afrontar nuestro viaje. 

A lo largo del camino, aparecen otros vehículos lentos que quizás no nos dejen llevar la velocidad deseada. También podemos encontrar desvíos provisionales que nos obligan a tomar otra dirección pudiendo llegar a desviarnos de nuestro destino. Tenemos una tormenta de lluvia o de nieve que nos obliga a pararnos y a esperar que pasen para proseguir, o un pinchazo que nos retrasa. 

¿Nos desanimas las dificultades que vamos encontrando? ¿Quizás la comodidad deja de acompañarnos? ¿Seguimos sintiendo confianza para continuar nuestro viaje? 

La propuesta es hacer un símil de este camino con alguna situación en tu vida que quieres resolver, cambiar, algún objetivo que quieres alcanzar. 

¿Encuentras obstáculos que te desaniman? ¿Aparecen situaciones que te desvían de tu objetivo? ¿Cómo vives las dificultades? 

Imagina que hay un acelerador especial que dota a tu vehículo de una estabilidad excepcional, que te permite adelantar a los vehículos que te obstaculizan y además llevas un GPS infalible que te permitirá siempre volver a tu camino tras un desvío necesario. 

¿Invertirías en estos instrumentos para mantener tu comodidad a lo largo de todo el trayecto? ¿Tu confianza incrementaría ante cualquier tipo de dificultad u obstáculo? 



Un proceso de coaching puede hacer esto por ti. Puede ser el acelerador que te ponga en ruta a una velocidad adecuada y el GPS que encuentre tus fortalezas para vencer las dificultades que encuentres en el proceso. 

¿Invertirías en este instrumento para alcanzar tus objetivos? ¿Quieres saber más sobre lo que puede hacer el coaching por ti en este momento? info@kaiden.es 


2 de octubre de 2013

La resiliencia

Somos más capaces de lo que nos imaginamos
La verdad es que el concepto suena de lo más raro, pero no resulta sencillo encontrar una única palabra que explique todo el concepto. Empecemos por ahí.

¿Qué es la resiliencia?
Depende de los autores, franceses o estadounidenses, el concepto es más amplio o no, pero básicamente podemos definirla como la capacidad humana de encajar, resistir y recuperarse de las adversidades.

No se trata, por tanto, de no sufrir o sentir dolor en determinadas circunstancias, sino a pesar de ese dolor o de ese sufrimiento, ser capaz de superar la adversidad.

Un buen ejemplo sería un muelle. El muelle puede sufrir una fuerte presión, pero una vez que pasa, el muelle vuelve a su estado original.

Esta capacidad es un atributo natural y universal de superviviencia, por tanto, lo tenemos todas las personas, en mayor o menor medida.

Este atributo se compone de ingredientes biológicos, psicológicos y sociales.

¿Qué ingredientes, entre otros, conforman o ayudan a ser resiliente?

-         La seguridad en uno/a mismo/a y la capacidad de superar la dificultad.
-         Contar con apoyo social adecuado.
-         Tener razones para vivir, tener un propósito, un objetivo.
-         Tener confianza en nuestra capacidad de intervenir e influir en nuestras circunstancias.
-         Tener relaciones afectivas de calidad.
-         Esperanza de poder aprender de la experiencia y crecer personalmente.

Estos ingredientes no son de seres excepcionales o héroes anónimos. Muchas personas, cada día, superan y se recuperan de adversidades. Se trata de conocer algunas claves que pueden ayudarnos o apoyarnos en esa tarea.

Nuestra actitud, nuestra mirada afecta significativamente en la interpretación de la realidad y por tanto de lo que nos sucede.

En el próximo taller de Kaiden (25 y 26 de octubre en Madrid) Cambia el chip. Construir nuevas realidades desde mi interior vamos a trabajar, entre otras cosas, sobre este concepto. Seguro que descubriremos muchas claves que nos hagan más resilientes.



30 de septiembre de 2013

Explicando lo que es el Coaching II

Definir adecuadamente tu meta es clave
Últimamente observo que hay una respuesta habitual en determinados ambientes que resumidamente es algo así "Si deseas algo, lo lograrás" "Si deseas algo con mucha fuerza, el universo te lo dará".

Lo reconozco, no puedo hacer otra cosa que reírme por dentro (y en parte llorar) porque tengo la sensación que muchas personas escucharon o leyeron algo, les resonó o les animó de alguna manera y repiten sin cesar algunas citas que lo único que me temo generen, es frustración de aquí a unos meses.

¿Me quieres decir que si deseo que me toque la lotería, me tocará? Entonces, si no me toca…¿Quiere decir que no lo deseé con suficiente fuerza? ¿Quizá mi vecino lo lleva deseando desde antes que yo?

No voy a negar que creo firmemente en el poder de las creencias, en la medida en que creo que es posible algo, que yo puedo lograr algo, mi mente, mi cuerpo, mis emociones, mi lenguaje se ponen en sintonía con dicha meta, con dicho objetivo. En la medida en que estoy “conectada”, comprometida con mi objetivo todo lo que suceda a mí alrededor estará filtrado por mí y por mi objetivo, por lo que estaré más atenta y más permeable a las oportunidades. Algo que quizá hace unos meses hubiera pasado desapercibido para mí, ahora, que tengo definido mi objetivo, puedo aprovecharlo.

Un proceso de coaching nos ayuda a dejar de pedir al universo o al menos que no sea nuestra única estrategia para conseguir nuestra meta.

Un proceso de coaching nos ayudará a diferenciar y concretar diferentes tipos de meta.

Tenemos la meta final que es aquella que probablemente no dependa al 100% de nosotros. Quizá queramos un ascenso, o quizá que nos suban el sueldo, o quizá tener una pareja, o quizá encontrar un nuevo trabajo. ¿Depende de nuestro trabajo, esfuerzo, ilusión al 100%? Va a ser que no, pero eso no quiere decir que no nos venga bien tener definida esa meta final, aunque no es bueno dejarla así.

La meta final nos puede inspirar, pero el/la coach nos ayudará a definir la meta de desempeño, es decir, qué es lo que nosotros podemos hacer para alcanzar la meta final. Así es más sencillo comprometernos con nuestros deseos (y siguiendo con la metáfora, no esperamos que lo haga todo el universo)

Se trata de poner el foco en los cambios que podemos poner en marcha nosotros y no centrarnos en lo cambios que deben hacer otras personas.

En un proceso de coaching, lo primero que hacemos es apoyar al cliente a definir su meta, definir qué resultados espera conseguir, qué es lo que le está preocupando o bloqueando inicialmente, cuales son sus expectativas.


¿Has pensado alguna vez que quizá podrías hacer algo más que desearlo? ¿Te gustaría que alguien te apoyara en todo esto? ¿Puede ser el coaching una opción?


25 de septiembre de 2013

Cambiar el chip y mirarse con un objetivo

Lo que llamamos realidad, a veces parece algo alejado, externo y que no siempre tiene que ver conmigo.

Parecería como si la realidad fuese algo elaborado por algún tipo de ente, organismo o seres, que no tienen que ver conmigo ni con las personas de mi entorno. Como si fuese el escenario en el que escenificamos nuestra vida. Que no nos pertenece.

Sin embargo, la realidad la construimos día a día, paso a paso entre todas las personas que vivimos en una ciudad, en un país, en un continente y en un mundo.

Si esto es así ¿Quién puede transformar la realidad? ¿Qué puedo hacer yo para que sea distinta? 

Pensando desde la posición "yo no formo parte de ella" poco puedo hacer por transformarla. Sin embargo, cambiando la posición y tomando consciencia que tanto yo, como las personas de mi entorno profesional, laboral, familiar, social, vecinal,.....somos quienes generamos y creamos la realidad, ¿Cambia algo? 


En Kaiden creemos que la realidad la vamos construyendo paso a paso, día a día, todas las personas que así lo creemos. Por eso, nuestro próximo taller tratará sobre cómo nuestra actitud en cada momento genera una u otra realidad. Tomaremos consciencia sobre nuestra capacidad de ser parte de la solución y desarrollaremos, desde nuestra proactividad, una nueva realidad. 

¿Quieres saber más sobre nuestro próximo taller en el mes de octubre? 

Tienes toda la información en este link: Taller de desarrollo personal "Cambia el chip: Construir nuevas realidades desde mi interior". 

Y si tienes dudas, escríbenos un correo electrónico: info@kaiden.es

Elige formar parte de la realidad y cambia el escenario si esa es tu decisión.