26 de diciembre de 2012

Renacer


Hoy es mi cumple. Y cumplir años es una manera de renacer (aunque estoy segura que otras personas no lo ven así). Es en realidad imaginar un año nuevo en el que tenemos un poquito más de experiencias y recursos para afrontarlo. En realidad, ese año nuevo que se nos presenta, podemos imaginárnoslo como una segunda oportunidad.

Leía el otro día que Víktor Frankl aconsejaba para desarrollar la responsabilidad y el valor: “Actúa como si vivieras por segunda vez y la primera lo hubieras hecho tan desacertadamente como estás a punto de hacerlo ahora”.

Me pareció una idea maravillosa ¿Cómo lo harías si esta fuera tu segunda oportunidad? ¿Qué dirías que no has dicho? ¿Qué harías que no hiciste? ¿Qué te permitirías? ¿Qué arriesgarías? ¿A quién besarías? ¿A quién ayudarías? ¿Con quien conversarías? ¿A quien llamarías? ¿Dónde bailarías? ¿Qué amanecer no te perderías?...y así hasta el infinito.

Lo curioso es que todas las personas sabemos que los momentos e instantes son únicos e irrepetibles y aún con todo, dejamos de ser quienes somos (dejamos de intentar nuestros sueños, dejamos de decir lo que pensamos, dejamos de….) pensando o creyendo que habrá un momento mejor.

Es importante darse cuenta qué es lo que nos dificulta o no nos permite “actuar como si viviéramos por segunda vez” y tomar conciencia supone, como dice Hermann Hesse en su novela Demian (novela que, hay que decirlo todo, desde mi punto de vista hay que leer un par de veces en la vida) que “cada vez que vayamos a renacer debemos romper la cáscara del huevo que nos aprisiona”.

¿Cuál es tú cáscara? ¿Qué te aprisiona? ¿Qué te impide ser quien eres?

Para este nuevo camino, para los futuros renacimientos, para explorar estos territorios inhóspitos tenemos todo un año por delante, así que…os deseo mucho coraje y ganas y feliz viaje!!!


19 de diciembre de 2012

¿Cambiar con buen ánimo?

Hoy en día se escribe mucho sobre los cambios. Siendo realistas, los cambios son una constante en nuestras vidas. Cambiamos cada día, cada año, cada década. Cambiamos físicamente y también de ideas, de trabajo, de casa, de situación vital.....Los cambios no son más que dejar algo para sustituirla por otra, una modificación o alteración de un estado presente a otro distinto....entonces, ¿Por qué nos producen tanto temor? ¿Por qué los afrontamos como pérdidas, como una situación a la que debemos sobrevivir o pasar sin fijarnos mucho? 

Las personas tenemos la capacidad de afrontar los cambios de otra manera, verlos como algo natural, como un reto necesario o deseado en nuestra vida, como algo que podemos afrontar, nos cueste más o menos tiempo y esfuerzo. Sin embargo nuestro sofá o zona de confort nos genera una ilusión ficticia que nos dice "quédate aquí que se está bien, lo de fuera no lo conoces y este sofá por muy viejo y roído que esté, ya es tuyo". Desde luego en ocasiones es una opción. 

Otras veces, sin embargo, no podemos no afrontar el cambio, pues este viene provocado por el exterior. ¿Qué me pasa cuando estos cambios los vivo con miedo, pesimismo y como una pérdida? ¿Qué gano y qué pierdo? ¿Esta es la única manera de vivirlo o puedo hacerlo desde otra posición? La elección es mucho más nuestra en estas cuestiones que del entorno. 

Y qué sucede cuando el sofá es realmente incómodo, me produce malestar, me hace sentir que no es allí donde quiero estar y dado que no encuentro en mi horizonte otro sofá al que salir corriendo, sigo quedándome en él, viviendo desde él y soñando con otro lugar o situación deseada. ¿Qué me estoy perdiendo al no salir a buscar mi nuevo sofá? ¿De qué manera lo puedo encontrar si no hago nada por buscarlo? ¿Me compensa seguir en esta posición? ¿En qué medida? 

No son preguntas fáciles de responder. Algunas veces sabemos que queremos hacer cosas y no nos atrevemos a preguntar o a pedir ayuda a otras personas. Desde Kaiden, creemos que compartir nuestra visión y sensación en estas situaciones, que trabajar sobre las habilidades que ya tenemos y que pueden facilitarnos hacer las cosas de otra manera y que dedicarte un tiempo para ti, para escucharte, para entenderte y conocerte, compartiendo aquello que tu quieras con otras personas en el ambiente de máximo respeto y confianza, es un regalo que mereces y que todas las personas merecemos. 

Por eso, te invitamos a que conozcas nuestros talleres de desarrollo personal y si te apetece empezar a trabajar en ti misma o en ti mismo, te apuntes a nuestro próximo taller, los días 18 y 19 de enero en el que trabajaremos sobre "Cómo gestionar el cambio y superar nuestros frenos". 

Más información en Kaiden y en el correo: info@kaiden.es


12 de diciembre de 2012

La sal de la vida es la relación con el otro, ahora.


Esta es la recomendación de Philippe Pozzo a los jóvenes. Para quienes no lo sepan, Philippe Pozzo es el protagonista real y autor de la novela y posterior película “Intocable

En su entrevista en la Contra de La Vanguardia (hay que hacerle un homenaje continuo a esta maravillosa sección) nos deja infinidad de perlas de una persona que, como él dice, ha tenido 2 vidas en 1.

Aunque os invito a leer la entrevista completa, os dejo algunos extractos acompañados de algunas preguntas/reflexiones que nos pueden ayudar a transformar una experiencia ajena en una fuente inspiración en nuestras vidas.

Cuando le preguntan por el inmigrante argelino (ex convicto) que contrató al quedarse paraplejico dice:

“Como empresario he contratado a cientos de personas y jamás he mirado un currículum. Miro a la persona y olvido las etiquetas”

¿Cuándo tienes que confiar en alguien, en qué te basas? ¿Qué es importante para ti? ¿Crees que las etiquetas te influyen?

Y sigue su descripción:

“De una gran generosidad. En realidad buscaba una manera de expresar lo que llevaba dentro, y por primera vez se sintió útil y responsable”

¿Damos la oportunidad a otras personas de ser ellas mismas y que puedan expresar lo que llevan dentro? ¿Alguien te dio alguna vez esa oportunidad a ti? ¿Qué sentiste? ¿Cómo respondiste a esa oportunidad?

Y sigue…

“Y eso es lo que me gustó de él, eso quiere decir que no tiene miedo a nada, sobre todo no teme a la fragilidad, que es la enfermedad de nuestras sociedades”

¿Tienes miedo a ser frágil o vulnerable? ¿Asumes que forma parte de la naturaleza humana? ¿Crees que mostrar esa fragilidad te perjudica o te puede sentar bien?

Y termino con su aprendizaje vital:

“Durante toda mi vida de válido he resbalado por el presente, siempre viviendo con 24 horas de adelanto; ahora vivo el presente.”

¿Cómo vives actualmente? ¿Te resbalas por el presente o lo vives? ¿Te proyectas en lo que harás mañana o estas presente en el ahora? ¿Estás segur@ que mañana existirá?

Para finalizar, os invito a aprovechar cualquier experiencia, ajena o propia, para profundizar en lo importante, en lo esencial de la vida, en lo que nos ayuda a crecer y disfrutar.


4 de diciembre de 2012

Encantada de conocerte

Hace unos días, una persona referente en mi vida profesional y personal me dijo, las actitudes y los cambios se ven en las acciones. Estuve de acuerdo. 

Suena muy bien la frase. Suena muy lógica y no hice más caso. 

Hoy, veo que es real tanto como lo soy yo. Veo que si soy mis actitudes, también soy mis acciones y mis cambios. Hablar de las actitudes de otras personas o de las mías propias sin ejemplos concretos es hablar más bien de momentos, de intenciones o de sueños. Así que hoy me veo en mis acciones, en mis decisiones y veo los cambios, los palpo, los entiendo, los comparto y los explico con mayor facilidad.

Hoy me veo en mis emociones, en estas que surgen en un momento tras una acción concreta, tras revisar las acciones encaminadas a una meta y comprender el cambio, su fuerza, su poder. 

Hoy me veo en el cambio de creencias que me llevan incluso a disfrutar de tareas que pensaba imposibles, aburridas o que me producían miedo. 

Hoy me veo enfrentando mis miedos y mis retos con visión de futuro, encontrado los puntos de apoyo para vencer las dificultades. 

Hoy me veo reflexiva y activa. Contemplativa y proactiva. Coherente y plena. Hoy, cuando veo mis acciones, me veo como soy y como quiero ser, veo que coincido y que el camino iniciado es el camino deseado. Hoy estoy encantada de conocerme a través de mis acciones. 


Fábula oriental de autor desconocido: "¿Hasta cuándo dormido?"

"Era un pueblo de la India cerca de una ruta principal de comerciantes y viajeros. Acertaba a pasar mucha gente por la localidad. Pero el pueblo se había hecho célebre por un suceso insólito: había un hombre que llevaba ininterrumpidamente dormido más de un cuarto de siglo. Nadie conocía la razón. ¡Qué extraño suceso! La gente que pasaba por el pueblo siempre se detenía a contemplar al durmiente. "¿Pero a qué se debe este fenómeno?" se preguntaban los visitantes.

En las cercanías de la localidad vivía un eremita. Era un hombre huraño, que pasaba el día en profunda contemplación y no quería ser molestado. Pero había adquirido fama de saber leer los pensamientos ajenos.  El alcalde mismo fue a visitarlo y le rogó que fuera a ver al durmiente por si lograba saber la causa de tan largo y profundo sueño.  El eremita era muy noble y, a pesar de su aparente adustez, se prestó a tratar de colaborar en el esclarecimiento del hecho.

Fue al pueblo y se sentó junto al durmiente.  Se concentró profundamente y empezó a conducir su mente hacia las regiones clarividentes de la conciencia.  Introdujo su energía mental en el cerebro del durmiente y se conectó con él. Minutos después, el eremita volvía a su estado ordinario de conciencia. Todo el pueblo se había reunido para escucharlo. Con voz pausada, explicó:

--Amigos, he llegado, sí, hasta la concavidad central del cerebro de este hombre que lleva más de un cuarto de siglo durmiendo. También he penetrado en el tabernáculo de su corazón. He buscado la causa. Y, para vuestra satisfacción, debo deciros que la he hallado. Este hombre sueña de continuo que está despierto y, por tanto, no se propone despertar."

¿Soñamos que hacemos o hacemos? ¿Soñamos que conseguimos o buscamos? ¿Soñamos que solucionamos o generamos cambios? ¿Elegimos soñar o actuar? Las pequeñas acciones, igual que los sueños nos enfocan hacia un lugar. Elegir hacia cual quiero enfocarme, sigue dependiendo de mi.