17 de diciembre de 2014

El Jilguero y sus miedos

Cuenta una fábula que había un Jilguero que no quería cantar. Todas las demás aves se preguntaban por qué no quería cantar, y el siempre les respondía: "Jamás cantaré para ser objeto de burla."


Un día, un Loro se le acercó al Jilguero para decirle: "¿Por qué tienes miedo? Canta, que nadie se reirá de ti." Sin embargo, el Jilguero no quiso cantar, ni tampoco le respondió nada al loro. Luego llego una Cotorra y también se le acercó al Jilguero y le dijo: "Te escuché una vez mientras cantabas en el bosque. ¡Tus cantos son hermosos! ¿Por qué no quieres cantar ahora?."

Aún así el Jilguero siguió sin decir nada. Hasta que finalmente se le acercó un Ruiseñor y comenzó a cantar de una forma muy hermosa. Sin embargo, el Jilguero siguió con apatía, así que le preguntó: "Jilguero, ¿por qué no te unes a mi en canto? Haríamos un gran dúo." Y el Jilguero le confesó sus miedos al Ruiseñor. Y este le dijo: "No importa si cantas bien o mal, eso es asunto tuyo. Pero si no cantas, ni si quiera para ti mismo, entonces no eres un Jilguero, ni eres nada."

¿Cuántas veces dejamos de cantar por miedo a lo que piensen otras personas de nuestro canto? Represente lo que represente para ti el canto, es probable que en alguna ocasión te descubras dejando de hacer algo por miedo a ser evaluado/a o juzgado/a de determinada manera. 

La lectura de esta fábula me hace pensar, ¿Para quién hacemos las cosas que hacemos? ¿Las hago para mí? ¿Las hago para ser vista por otras personas de determinada manera? ¿Las hago por que así las siento? ¿Las hago para compartir o compartirme? ¿Las hago para destacar? ¿Las hago por qué sé o por qué no sé? 

Elegir cantar o no cantar es cuestión de cada persona. Quizás como dice el Ruiseñor de esta historia, lo importante no es hacerlo bien o mal, la cuestión es elegir hacer y aprender en el proceso. Aprender actuando, aprender a ser quien eres y aceptarte. 

15 de diciembre de 2014

¿Desde el amor o desde el miedo? Abordando las relaciones con unas determinadas "gafas"

Las relaciones que aparecen en nuestras vidas van aportándonos muchas veces sin darnos cuenta, sin ser plenamente conscientes de la manera en la que nos hacen crecer, aprender, hacernos preguntas o reflexionar. 

Hoy, llena de agradecimiento, soy plenamente consciente de la generosidad de algunas personas con las que he compartido espacios y momentos a lo largo de mi vida. Me doy cuenta de lo mucho que me aportan y seguirán haciendo y de lo relativamente sencillo que puede ser dar y darse "a los demás". 

Hace algunos años, participaba activamente en un grupo de trabajo sobre coaching en el colegio oficial de psicólogos. Me encontré con personas de una calidad y generosidad que las hacen únicas y por quienes siento pleno agradecimiento. Hoy, una de ellas, inspira esta entrada. 

Gracias a Miriam Ortíz de Zárate, quien desde hace unos meses me ha estado "regalando" correos con una invitación a la reflexión profesional muy profunda y con un enfoque que rompe rutinas y comodidades. 

El correo de hoy, nos invita a reflexionar sobre el amor y el miedo. Sobre cómo nos relacionamos desde una u otra emoción. Sobre cómo nos influye estar imbuidos/as en una organización que se rige por una u otra emoción. 

¿Te lo has planteado alguna vez? ¿Consideras que pueden ser los opuestos? 

El amor nos genera amplitud de miras, observación sin juicio, creatividad y colaboración como contextos de trabajo, el miedo por el contrario, nos concentra en la supervivencia, estrechando nuestra mirada, dejamos de escuchar para centrarnos en lo que vemos o sentimos como amenazas, limitando la creatividad y la colaboración.

¿En cuantas organizaciones (empresas, familias, clubes, etc.) has encontrado una u otra influencia? ¿En cuál de ellas te apetece más estar? ¿De cuál sales renovado/a y en cuál vives con estrés?  ¿Qué puedes hacer para invertir la mirada? 

Aunque tendamos a pensar que poco podemos hacer para cambiar lo que sucede en nuestro entorno cuando el 100% de las decisiones no depende de mi, la realidad es que nuestra mirada puede cambiar, ejerciendo un poder catalítico para que nuestro entorno más inmediato se modifique y así el contagio siga creciendo y multiplicándose. 

Desde el coaching se trabaja también (o sobre todo) con las emociones, con las creencias, con las gafas que usamos habitualmente y que queremos cambiar. ¿Te has planteado cómo puede ayudarte a ti cambiar de mirada, de gafas? Te invitamos a probar una sesión de coaching, ya sabes que la primera es gratis y sin compromiso: info@kaiden.es 

10 de diciembre de 2014

Pensamiento creativo o dejar volar nuestra imaginación

“Una señora se dejó olvidado en casa el permiso de conducir, no se detuvo en un paso a nivel, despreció una señal de dirección prohibida y avanzó tres bloques en dirección contraria por una calle de sentido único. Todo esto fue observado por un agente de circulación, quien, sin embargo, no hizo el menor intento para impedírselo. ¿Por qué?” (piensa, piensa…solución al final de la entrada)



Para resolver este acertijo necesitamos dejar atrás la lógica o eso que llamamos sentido común o utilizarlo de una manera completamente distinta a la esperada.

Necesitamos buscar una solución nueva para poder resolverlo, necesitamos pensar de una manera más flexible y original que nos permita llegar a una solución, que después, tendrá también mucha lógica (aunque inesperada). Lo que buscamos es aflorar nuestro pensamiento creativo.

Nuestra vida cotidiana está llena de momentos donde nuestro pensamiento creativo nos vendría muy bien. Para resolver problemas, para adaptarnos a nuevas necesidades, para construir nuevas relaciones, para aprender de otras personas, para aumentar nuestro sentido del humor. Sus aplicaciones son muchas y variadas.

El pensamiento creativo es algo que podemos desarrollar y mejorar a lo largo de nuestra vida. Más allá de nuestra capacidad innata, hay mucho recorrido para el aprendizaje.

Existen muchas formas de hacerlo, por lo que te animo a investigar sobre ello y aplicarlo en tus próximas reuniones familiares y con amigos a modo de juego y entretenimiento. Seguro que te sorprendes y sorprendes!!



Solución: La mujer iba a pie, no en coche.

8 de diciembre de 2014

El aprendizaje autodirigido y sus cinco descubrimientos

Richard Boyatzis , experto en desarrollo de organizaciones e inteligencia emocional, desarrolló un modelo de aprendizaje, tras décadas de investigación y consultoría en organizaciones basado en cinco (5) descubrimientos. Ver imagen resumen.

Boyatzis descubrió que todo aprendizaje autodirigido, es decir un aprendizaje intencional para el desarrollo o consolidación de algún aspecto de nuestra persona, atraviesa 5 descubrimientos diferentes:

1-     ¿Quién quiero ser? Una vez que tenemos una conciencia clara comienza el aprendizaje o cambio intencional. No importa de dónde nos venga esa imagen, bien porque hayamos tenido una revelación o bien tras años de reflexión. Esa imagen nos motivará lo suficiente para iniciar y mantenernos en ese proceso de cambio.
2-     ¿Quién soy en estos momentos? Sería como un espejo de la realidad a día de hoy. Cómo actúo, como me ven terceras personas. Cuando comparo mi yo ideal con mi yo real notaré que hay similitudes (también llamadas fortalezas) o diferencias (también llamadas debilidades). Este punto es un excelente punto de partida para tomar conciencia de qué aspectos debo cambiar para acercarme a mi ideal y sobre qué aspectos puedo apoyarme para ese deseado cambio.
3-     Desarrollo de una agenda detallada. ¿De qué me sirve saber qué quiero y qué quiero cambio y sobre qué puedo apoyarme si luego no hago nada al respecto? En este punto deberé detallar qué acciones haré cada día para desarrollar las habilidades que quiero incorporar a mi vida.
4-     Experimentar. Vamos, lo que hacen los niños y niñas cada día. Hacer, hacer y hacer. Es la mejor forma de incorporar nuevos hábitos, nuevos pensamientos, nuevas creencias y en definitiva comenzar a llevar una nueva vida.
5-     Desarrollo de relaciones. ¿Podríamos hacer algo de todo lo expuesto anteriormente sin el apoyo de nuestras relaciones? Me temo que no y menos mal!! Son las demás personas y las relaciones las que nos proporcionará el apoyo necesario, las oportunidades y el contexto adecuado para la práctica y la experimentación.

Un proceso de coaching es muy, muy parecido a esto que hemos descrito anteriormente. Un proceso de descubrimientos que facilitan el cambio que queremos incorporar a nuestra vida.

Si estás en un momento de cambio o quieres iniciar uno, te animo a que pruebes con un proceso de coaching. Seguro que te sorprendes de los avances que consigues.


3 de diciembre de 2014

Uno, dos y tres....a jugar!!

 ¿Hace cuanto tiempo que no juegas? No me refiero tanto a un juego de cartas o vídeo juego ni tampoco a un deporte de equipo, sino a un juego más creativo. 

Puede ser simplemente el juego de palabras con un grupo de amigos o amigas, que empieza y no quieres terminarlo. El juego de inventar canciones, relatos, locuciones o incluso juegos más físicos, como el de la foto que acompaña esta entrada. 

Según indican algunos autores y definiciones sobre el juego, éste es una experiencia humana,  presente en todas las culturas.

Usamos el juego con fines lúdicos y educativos. Aprendemos la interacción social a partir del juego, fomenta la creatividad y facilita la integración de elementos diferentes, aparentes, lejanos, en una nueva mirada. 

Las primeras referencias que existen sobre el juego, según wikipedia, datan del año 3.000 A.C. por lo que parece ser una actividad inherente a la humanidad prácticamente desde sus inicios

Al llegar a la edad adulta, las personas tendemos a jugar menos, salvo que haya niños o niñas en nuestro entorno que nos faciliten "el pretexto perfecto" para jugar, rebozarnos por el suelo, inventarnos realidades paralelas, o cualquier otra forma de jugar, reír y disfrutar. 

Otro pretexto que nos viene muy bien a las personas que no convivimos con niños o niñas de manera habitual, es tener algún animal con quien podamos jugar, reír y tirarnos por el suelo....y es extraño que nos resulte tan comprensible que ese animal, perro, gato,.... en su edad adulta necesite su dosis diaria de juego y nos olvidemos de la nuestra. 

Hace algunos meses estaba haciendo tiempo y me topé con un parque en el que había una zona infantil. No había nadie y me subí a un columpio y empecé a mecerme suavemente hasta que recordé lo que me gustaba de pequeña impulsarme con todas mis fuerzas para llegar lo más alto posible y saltar cuando el columpio estaba en su desplazamiento hacia delante y ver hasta dónde llegaba....reconozco que disfruté y que me sentí rejuvenecida después, también algo mareada.  La inevitable pregunta es ¿por qué no lo he hecho más veces desde entonces? ¿por qué no me subo a los columpios que hay en mi pueblo, en mi entorno? 

Quizás al llegar a adultas las personas nos dejamos llevar por lo que "se espera de nosotras" y seguimos algunas reglas o patrones sin preguntarnos por qué y dejamos de hacer cosas de igual manera, sin ser plenamente conscientes de si es una decisión elegida o no. 

Te invito a jugar un poco y si te apetece, cuando te topes con un parque infantil, sube a un columpio y mécete de nuevo, como cuando eras niño o niña. 

1 de diciembre de 2014

Competencias emocionales 2 o aprendiendo a relativizar

Seguimos hablando sobre lo que nuestra inteligencia emocional nos permite hacer en algunas de las situaciones que vivimos. 

Pongamos por ejemplo alguna de estas situaciones que nos generan estrés, desazón, nervios, enfado,...En un primer momento, cuando sentimos que el sentimiento o emoción nos invade de lleno y aparecen sensaciones fisiológicas, ¿qué pensamientos suelen aparecer? "esto es un desastre"; "no voy a poder con ello"; "¿cómo ha podido pasar?";...Y otras ideas catastrofistas similares, ¿te reconoces? 

A continuación, nuestro cuerpo buscará la homeostasis o equilibrio pues no resulta sano mantener el estado de sobreactivación fisiológica durante mucho tiempo. Nuestra inteligencia emocional nos permitirá entonces relativizar y encontrar pensamientos alternativos que acompañen a una serie de estados afectivos algo más suaves. 

Sentiremos que necesitamos prestar toda nuestra atención para resolver la situación ("a ver, vamos a mirar este asunto con perspectiva que seguro encuentro alguna solución"); sentiremos activación de manera más controlada ("si me concentro y utilizo mis recursos, encontraré una salida aceptable"); sentiremos que quizás no es la situación ideal y que requiere de alguna acción por nuestra parte para generar un cambio que nos convenza más ("bueno, lo que ha pasado no me satisface, a ver qué puedo hacer a partir de ahora"). 

Estas serían algunas de las situaciones que podrían aparecer cuando relativizamos y tomamos perspectiva, cuando aplicamos nuestra inteligencia emocional a las situaciones con las que nos enfrentamos. 

Dejar que nuestro cuerpo mantenga ese estado de sobreactivación acompañándolo de las emociones que aparecieron en primer lugar y entrar en bucle con los pensamientos catastrofistas señalados anteriormente, nos habla de alguna carencia o falta de competencias emocionales, nos habla de una necesidad por encontrar o desarrollar recursos que nos permitan abordar las situaciones, sean cuales sean, sin desfallecer en el intento, sin machacarnos, sin añadir sufrimiento extra. 

También nos pueden hablar de debilidades puntuales, cuando no es lo habitual, sino una reacción concreta en función de la situación, de nuestra situación particular en ese momento o de alguna otra variable que puede estar influyendo en ese momento. 

Como puedes ver, lo importante para saber si estás utilizando tus competencias emocionales de una manera positiva para ti y para tu entorno, dependerá en gran medida de tu capacidad de autoobservación inicial para saber cual es tu tendencia. 

¿Necesitas entrenar alguna de las capacidades o competencias aquí señaladas? ¿crees que en tu Organización se podrían abrir las vías para desarrollar las competencias emocionales? En Kaiden sabemos cómo abordar este trabajo, ¿por qué no nos preguntas? Estaremos encantadas de escucharte y de proponerte una solución concreta para tus necesidades específicas: info@kaiden.es 

26 de noviembre de 2014

¿Sé definir lo que siento? Desarrollando mi inteligencia emocional

“No sé” es la respuesta que escuchas muchas veces cuando le preguntas a una persona ¿Qué sientes en esos momentos?

Muchas veces nos cuesta encontrar las palabras que definan con exactitud lo que sentimos y otras veces lo que nos sucede es que no somos capaces de identificar con claridad nuestras emociones.

¿Tiene importancia poner una etiqueta (o varias) a mis emociones? Aunque no lo creamos es bastante relevante.

Ser capaz de identificar mis emociones e ir más allá de lo básico, me siento bien o mal, me siento cómoda o incómoda e ir añadiendo matices nos permite comprender en toda su extensión qué proceso personal estamos pasando.

¿Es lo mismo sentir tristeza que melancolía, que desánimo, que soledad, que inseguridad?

¿Es lo mismo sentir miedo, que desasosiego, que preocupación, que ansiedad, que alarma?

¿Es lo mismo sentir enfado, que rencor, que indignación, que irritación, que venganza?

¿Es lo mismo sentir cariño, que compasión, que afecto, que atracción, que ternura, que pasión?

¿Es lo mismo sentir agradecimiento, que orgullo, que esperanza, que alivio, que estímulo, que alegría, que euforia, que felicidad?

Las emociones tienen un para qué, son mensajes, señales que nos sirven para conocernos, para saber nuestro estado interior, para evaluar si las cosas van bien o no, para decidir qué hacer.

Te propongo un ejercicio para que hagas durante una semana, dedica un tiempo cada día (elije tú el momento) y escribe qué sientes o cómo te sientes. Busca las palabras que mejor definan tu estado, no te censures (sólo tú lo vas a leer) y después escribe qué información te está dando estas emociones acerca de ti, de tus relaciones, de tus metas u objetivos.


Dedicar un rato cada día a escucharte, a escuchar a tus emociones y sus mensajes es dedicarte a desarrollar tu inteligencia emocional. ¿te animas?

24 de noviembre de 2014

¿Cuándo es el momento?

Creo que a todas las personas (o a la gran mayoría) nos gusta sentir o pensar que podemos hacerlo por nosotras mismas. Nos gusta poner en marcha todos nuestros recursos, nuestras habilidades e intentarlo sin ayuda o apoyo.

Esto me recuerda cuando mi sobrina me dice, “mira, mira….lo hago yo sola” y notas en su mirada y en su cuerpo cómo se siente orgullosa de si misma y cómo eso le sirve para confiar mucho más en sus posibilidades en retos futuros.

Y por supuesto que está muy bien que pongamos todo de nuestra parte para intentarlo por nosotros mismos, la cuestión es que también es importante que seamos capaces de distinguir cuando un apoyo o ayuda externa haría el camino más sencillo o directamente seríamos capaces de ver un camino que ahora mismo, sin ayuda externa, ni imaginamos.

¿Cuándo es el momento para buscar apoyo profesional? Diría que cuando ya lo has intentado unas cuantas veces y finalmente sientes que estás en lugar muy parecido a antes de intentarlo, cuando lo piensas y lo piensas pero no consigues generar el cambio real por ti mismo, cuando no acabas de identificar qué te está impidiendo lograr lo que te has propuesto…


A lo largo de estas páginas hemos escrito mucho sobre coaching y de qué manera un proceso puede ayudarte a dar los pasos necesarios para generar el cambio que deseas, quizá (sólo tú lo sabes) ahora es el momento. Si es así, puedes llamarnos o escribirnos y tener una primera sesión gratuita. 




19 de noviembre de 2014

La percepción del clima o qué tan motivado está un equipo

Mucho se habla y escribe sobre el clima laboral o medio ambiente laboral y parece que cada vez más organizaciones tienen en cuenta esta variable en sus políticas y prácticas. 

Tener en cuenta la percepción que empleados y empleadas tienen de la organización, sus procedimientos y normas parece algo natural si se considera que son estas personas la parte fundamental que determinará la dirección de la propia organización. 

Tener un equipo de trabajadores y trabajadoras altamente motivadas, con capacidad para colaborar, para gestionar los conflictos y apoyarse en los procesos de cambio supone también tener "bien engrasada la maquinaria". Y parece irónico lo que pueden invertir muchas organizaciones en sus equipos técnicos o tecnológicos de manera continua y lo poco que invierten en generar motivación en las personas que las harán funcionar. 

Tengamos o no la más avanzada tecnología si quien hace que esta maquinaria produzca de la manera más eficiente posible no siente formar parte fundamental de la empresa, resultará difícil que saque el máximo provecho a los avances tecnológicos disponibles. 

Durante muchos años se ha creído que la única fuente de motivación para empleados y empleadas era el sueldo (o reconocimiento en términos económicos) y el miedo (más en esta época de crisis). Sin embargo llevamos décadas leyendo estudios que desmienten las bondades de este modelo de gestión. Es decir, podrán ser elementos más o menos motivadores, lo que no harán será mejorar el clima organizacional, la percepción que tienen las personas que trabajan en ella sobre la propia organización.

Entonces ¿Por qué no cambiamos el modelo? ¿Por qué seguimos escuchando a tantas personas quejarse amargamente sobre el pésimo clima laboral en sus empresas u organizaciones? 

Quizás la cultura del cambio no sea la nuestra o no haya tocado a las personas que planifican las estrategias organizacionales. Al menos no a todas. Quizás el coste del cambio que perciben estas personas se les antoja tan elevado que no valoran positivamente  la implantación de un cambio profundo. Quizás las personas somos realmente animales de hábitos y nos supone un coste sumamente elevado generar cambios en ellos. Quizás hace falta incidir en los planes de estudio para que quienes vayan a dirigir departamentos en una organización tomen conciencia de manera real y profunda sobre las necesidades de los equipos, sus propias necesidades y lo que sucede cuando surgen discrepancias entre ambas. 

Afortunadamente en Kaiden sabemos que esto no es así en todas las organizaciones porque conocemos buenos ejemplos de gestión de personas. Porque sabemos que sí hay directores y directoras ocupándose por mejorar o cuidar el clima organizacional desde la base. Porque invierten en mantener la motivación de sus equipos igual de bien engrasada o más que los de las "maquinas" que usan para el desempeño de su trabajo. Porque el cambio en nuestra cultura es posible y así lo llevamos viendo desde hace 4 años. 

¿Quieres cambiar? ¿No sabes por dónde empezar? ¿Crees que la inversión será demasiado elevada? Empieza dando un paso, luego vendrá otro y otro más. Algunos cambios empiezan hoy y duran toda la vida. 

17 de noviembre de 2014

Competencias emocionales 1 o en qué comportamientos se traduce la teoría de la I.E.

Desde hace algunos años hablamos de Inteligencia Emocional con mucha naturalidad. Debatimos sobre su importancia para incorpora su educación en las escuelas. Observamos la necesidad de darle un espacio en las Organizaciones. Escribimos, debatimos, hablamos y hacemos referencia a algunos aspectos fundamentales de las teorías y estudios que hablan de ella. 

¿En qué se traduce la inteligencia emocional en nuestros actos? ¿Cómo nos influye de verdad? ¿Es de verdad tan importante su desarrollo en el ámbito educativo y laboral? 

Vamos a intentar responder a estas preguntas. 

La inteligencia en términos generales, nos habla de de capacidad, conocimiento o habilidad para. Desde hace muchos años damos por hecho que todas las personas poseemos esta capacidad o habilidad para pensar o resolver problemas, puesto que cada persona posee una inteligencia, esa posibilidad de usarla con un fin, de expresarla. 

Por otro lado, también sabemos y llevamos estudiándolo quizás más tiempo, que el ser humano es una de las especies que se desarrollan mejor (por no decir casi exclusivamente) en un entorno social, es decir poseemos esa inteligencia social mediante la que aprendemos por imitación o influencia de otras personas: viendo ejemplos en nuestra familia, en la escuela, imitando a nuestros semejantes, etc. 

Así que tenemos que la inteligencia se desarrolla en mayor medida cuando vivimos en un entorno social. ¿Y qué pasa con la inteligencia emocional? 

Entiendo que se estudie y se escriba sobre ella como de una parcela separada, por temas didácticos, porque se ha introducido en nuestras mentes y corazones muy recientemente este concepto. Sin embargo, la inteligencia emocional forma parte de las funciones básicas de nuestro cerebro, se integra con otras tantas funciones y ella no entiende de separaciones o  distinciones. 

Es la capacidad que nos permite entender la información emocional, la que viene de mí y la que veo en otras personas. Es la que me permite de verdad aprender de mis actuaciones y de las de otras personas, la que me permite recibir feedback y emplearlo como fuente de aprendizaje. También es la que me permite adaptarme, enfocarme al logro, tener una meta que me motive y que me impulse a la acción o influir en otras personas para que encuentren su propia meta y encaucen sus acciones hacia ella. 

Gracias a la inteligencia emocional poseemos la capacidad de empatizar y crear vínculos con otras personas, trabajamos para dar servicio a otras personas y deseando su crecimiento y desarrollo. A través de las habilidades de la inteligencia emocional influimos, inspiramos, colaboramos o resolvemos los conflictos. 

Todo esto, lo llevamos a cabo de manera natural y en muchos ámbitos: en nuestro trabajo, en nuestra familia, en nuestras relaciones sociales. De esta manera la inteligencia emocional forma parte de nuestra vida, de nuestro día a día y además es una capacidad que puede desarrollarse, que podemos incrementar, facilitándonos generar sensación de bienestar y logro en nosotros y nosotras mismas y en nuestro entorno. 

¿Sigues pensando que es un bonito concepto y sin embargo lejano a tu quehacer profesional y personal? ¿Crees que podría apoyarte de alguna manera trabajar y desarrollar algunas de estas habilidades y competencias? ¿Por dónde empezar? 

Aunque puedas pensar que usamos demasiadas referencias en las que vinculamos este aprendizaje o desarrollo con el coaching, es una de las herramientas más potentes de autoconocimiento y éste es fundamental para el desarrollo y fortalecimiento de nuestras habilidades emocionales. ¿Te apetece probar una sesión de coaching? Ya sabes que desde Kaiden te ofrecemos la primera gratis y sin compromiso....sin no te gusta, no tienes que seguir, aunque estamos casi seguras de que si pruebas, te va a gustar. Más información: info@kaiden.es  


12 de noviembre de 2014

Romper las normas.

¿Cómo debes comportarte? ¿Qué es lo que debes hacer en tal o cual ocasión? Estoy segura que más de una vez te has sorprendido “exigiendo” a otra persona un comportamiento o reacción determinada. “Es que lo lógico es que “fulanito o menganito” actuase de forma diferente”.

Bajo nuestro mapa, bajo nuestro conjunto de creencias y valores el mundo debería moverse y girar de una manera determinada (y las personas están en incluidas en ese mundo). De la misma manera, el entorno, nos “exige” a nosotros/as una forma de ser o de comportarnos y si no lo hacemos nos “castiga” de múltiples formas: a través de la queja, de la petición de cambio, de enfados más o menos sutiles y por qué no, también rechazándonos.

Supongo que a ninguna persona le gusta sentirse rechazada, la cuestión es el precio que pagamos para no sentirlo. ¿Qué normas estás siguiendo que no te gustan o te incomodan? ¿Bajo qué normas o reglas estás viviendo, las tuyas o las de otras personas? ¿Cuándo fue la última vez que revisaste esas normas?

Creo que a veces resulta útil preguntarse y reflexionar qué haríamos si no “tuviera que” seguir esta o tal otra norma. 
  • ¿Qué harías diferente si no tuvieras miedo al rechazo? 
  • ¿Si supieras que el entorno no te “castigará”, cómo te comportarías, qué dirías, qué harías?
  • ¿A qué estás renunciando por seguir las normas, las externas y las propias?



10 de noviembre de 2014

Utiliza todo para avanzar

Avanzar a tu ritmo
El otro día le comentaba a una amiga que todo lo que me sucede en mi vida personal acabo aplicándolo de una manera u otra a mi vida profesional.

Gran parte de mi trabajo en Kaiden es fomentar el autoconocimiento, la reflexión, la toma de conciencia de las personas que nos leen, nos siguen en Facebook, participan en nuestros talleres o formaciones en empresas.

Y aunque las personas que falicitamos estos procesos de cambio y desarrollo dedicamos gran parte de nuestro tiempo y energía a enfocarnos en las demás personas, a nosotras, a mi (hablo de mi), también me suceden cosas. Vivo situaciones que me desestabilizan, provocan emociones no siempre agradables o porqué no decirlo, yo también me siento por momentos perdida.

Todo eso que siento, lo utilizo para avanzar, para crecer y para apoyarme en ello a la hora de trabajar con otras personas. Mi experiencia profesional y vital me hace más humana y humilde y me ayuda a ser más empática y también a mejorar en mi aceptación de todas las personas que escucho cada día.

Y creo que es una buena manera de entender qué es ser “facilitadora de procesos de cambio”. Yo no tengo las respuestas a todas las preguntas, cada persona ha de encontrar las suyas, pero si, y cada día más, comprendo mejor los procesos por los que pasan las personas en momentos de cambio, de incertidumbre, de miedo, de pérdida, de angustia o simplemente de dudas o resistencias. Lo comprendo mejor porque a mi también me pasa.

La diferencia es que cuando escucho el proceso de otra persona, me centro en ella, la escucho a ella y busco todas las preguntas, herramientas y recursos que puedan serle útiles para que ella y sólo ella encuentre sus respuestas.


Eso también es un buen proceso de coaching. ¿Quieres probar? ¿Quieres que alguien te escuche, te comprenda y te haga cuestionarte aspectos que te ayuden a crecer o cambiar aquello que quieres? Ya sabes que te ofrecemos una primera sesión gratuita donde vamos a trabajar sobre el objetivo que tú desees. ¿Te animas?

PD. "Utiliza todo para avanzar" es una frase que escuché por primera vez en el Master de Coaching (lástima que no recuerde ahora mismo quien la pronunció para poner autoría. Aprovecho para agradecerles a todos/as su entrega y generosidad)

5 de noviembre de 2014

Visiones, vivencias y reacciones ante los cambios ¿cómo son las tuyas?

Los cambios se suceden de manera natural en cada ser vivo, en cada momento y de muchas maneras. Cada cambio conlleva cierto drama, cierta pérdida y genera inseguridad. 

Todo ser vivo los asume de una forma más o menos natural, con aceptación, dado que se trata de eventos que simplemente suceden. Bueno, todo ser vivo salvo en lo referente a la especie humana. Las personas solemos vivir los cambios de forma distinta: con miedo, angustia, resignación, ... nos cuesta aceptarlos como parte esencial de la vida. Si cambiamos o afrontamos cambios es porque existimos y existimos porque estamos vivos/as. 

Relativizándolo mucho parecería simple y sencilla esta manera de vivir los cambios, sin embargo, aceptémoslo, no es así. Después de leer este post seguiremos sintiendo angustia o miedo ante los cambios venideros y los que estamos viviendo. Al menos ante algunos de ellos. 

¿Por qué nos cuesta tanto? 

Te invito a pensar durante un momento ¿qué hay detrás de este miedo, de esta angustia? ¿qué es a lo que realmente tememos? ¿a fallar? ¿a errar? ¿a perder algo? ¿a no estar a la altura? ¿a mostrar nuestra vulnerabilidad? 

Hay una parte de nosotras, las personas, que de manera inconsciente se visualiza como protagonista de una historia y quizás queremos que esa historia siga un patrón determinado, un patrón aprendido a lo largo de nuestras vidas a través de ejemplos, cuentos, opiniones o influencia de otras personas. 



¿Te suena familiar este final de cuento? ¿Cuántos cuentos te contaron así a lo largo de tu infancia? ¿Cuántas películas con finales rabiosamente felices has visto? 

El sábado 22 de noviembre trabajaremos una sesión intensiva sobre los cambios, sobre distintas opciones para vivirlos de una manera más natural, más positivamente. El módulo "Aprendiendo a vivir los cambios en positivo" nos abrirá algunas puertas hacia la serenidad ¿Te apuntas? 







3 de noviembre de 2014

Reconocer las fortalezas y ..¿expresarlas?

Con frecuencia escuchamos o leemos artículos de desarrollo personal que nos hablan sobre la importancia  de reconocernos nuestras propias fortalezas, de explorarnos y tomar conciencia sobre aquellos aspectos que nos impulsan, que nos hacen destacar o ser quienes somos. 

Y si, es una tarea tremendamente potenciadora. Sin embargo, ¿qué hacemos con este descubrimiento o reconocimiento? ¿Nos las guardamos? ¿Las empleamos en nuestros perfiles públicos o en una carta? Y ¿las expresamos en alto? 

Aún hoy nos sobrevuela una sombra grisácea tildada de "modestia", que solemos confundir con demostrar la ausencia de soberbia y nos impele a callarnos y no expresarnos libremente cuando de hablar de fortalezas se trata. 

Esta mañana en un curso, pedí al grupo que escribiesen un "elevator speech", un discurso de 1 minuto en el que destacasen como profesionales sus cualidades, logros y puntos fuertes....costó, costó mucho. Algunas personas declinaron la invitación a participar en el ejercicio, especialmente la parte de leerlo en alto. Muchas otras, escribieron o pensaron en un par de frases con las que no llegaron en ocasiones ni a medio minuto. 

Esta experiencia me hizo reflexionar sobre la importancia que tiene ir un paso más allá cuando hablamos de fortalezas a las personas y me conectó con lo que sucede en un proceso de coaching. Dado que no es la/el coach quien destaca las fortalezas del cliente, sino que es él mismo o ella misma quien las reconoce como una autorevelación, la fuerza que esto conlleva es inmensa y permite a la persona discernir y salir de la nube gris, siendo plenamente capaz de hablar de ella misma en términos positivos. 

Así pues, pensemos que lo importante suele estar detrás de las palabras, en las acciones y en el no juicio. Invitemos a las personas a pasar a la acción, a probarse, a retarse. 

Y aplicándome esta premisa, te reto a que escribas un discurso de un minuto de duración en el que destaques tus puntos fuertes, logros y capacidades que te hacen ser la maravillosa persona que eres. Una vez que lo tengas, interioriza los conceptos principales y pide a personas de tu plena confianza que te escuchen recitarlo. ¿Cómo te has sentido? ¿Qué ha sido lo que más te ha costado? ¿Qué respuesta recibiste de tu público? 

Si quieres conocer cómo funciona el coaching, ya sabes que la primera sesión es gratuita: info@kaiden.es 

29 de octubre de 2014

5 Dichos populares. Verdades y mentiras que encierran (1)

Cuestionando nuestros refranes populares
Llevo tiempo pensando en crear una sección en este blog y creo que la primera será esta. Quiero hablar sobre los dichos populares, refranes o similares. Esas frases que generación tras generación se mantienen en nuestra cultura y que de una manera más o menos profunda siguen influyendo en el imaginario colectivo.

Se tratan de frases que aunque no sepamos muy bien su origen, las utilizamos cuando más nos convienen a modo de …”ya lo dice el refrán….” Como si eso nos ayudara a reafirmar que nuestra idea es más cierta.

En realidad se trata de creencias colectivas que si no revisamos pueden acabar siendo creencias propias y de alguna manera limitarnos o potenciarnos (dependiendo del caso)

Como ya sabéis, el próximo sábado 22 de noviembre trabajaremos sobre el cambio en el módulo 2 de nuestro Programade Desarrollo Personal (módulo que puedes hacer perfectamente de manera independiente) por lo que esta entrada sobre dichos populares irá sobre esas frases relacionadas con el cambio y aspectos relacionados. Allá vamos!!!


“Más vale camino viejo que sendero nuevo”
A veces los caminos viejos nos dan seguridad, los conocemos, sabemos donde encontraremos los obstáculos y nos permiten ir más rápido. Es lo mismo que nos pasa con los hábitos, en la medida en que los tenemos muy interiorizados, los hacemos sin darnos cuenta. La cuestión es que si no somos capaces de salir de los caminos viejos, de lo conocido, de nuestra zona de confort, si no atravesamos la incertidumbre, lo nuevo, no descubriremos nuevas formas en nosotros mismos, quizá tampoco descubramos potencialidades que tenemos no desarrolladas y será muy difícil el aprendizaje y el descubrimiento de facetas nuestras y de la vida hasta ahora desconocidas. Es importante salir de la madriguera de vez de en cuando!!!

“Más vale el que quiere que el puede”
Muchas veces ponemos la escusa para no cambiar o para no hacer algo nuevo el que no podemos, no sabemos, que no lo he hecho nunca. También conocemos personas que a pesar de su inicial incapacidad, lo intentan una y otra vez, aprenden las mil maneras de no hacerlo, hasta que dan con la clave, con la opción posible o correcta. Querer hacerlo, la motivación, suple en muchos casos las habilidades. ¿Por qué no lo intentas?

“El que adelante no mira, atrás se queda”
Muchas veces los cambios no elegidos nos dejan paralizados, nos dejan atrapados en un lugar del pasado que nos dificulta ver más allá de esos instantes. Es importante transitar esos instantes y enfocarnos en el futuro, ver dónde queremos situarnos y a partir de ahí, pasar a la acción!!!

“El que no se arriesga no pasa la mar”
Sentir cierta incomodidad o miedo es algo humano y natural. Esencial diría para nuestra supervivencia, pero resulta fundamental no quedarnos ahí. Salir de nuestra zona de confort, asumir riesgos nos permitirá descubrir nuevos mundos, nuevas formas, aprender de nuestros errores y seguir avanzando. Si queremos vivir los cambios de otra forma, resulta fundamental asumir que vivir tiene ciertos riesgos.

“No hay mal que por bien no venga”
De las dificultades, de los problemas, de las situaciones inesperadas o indeseadas, siempre podemos extraer aprendizajes, siempre podremos encontrar algo positivo que nos permita avanzar, que nos haga más fuertes, que nos enseñe fórmulas nuevas. Quizá no podamos elegir siempre lo que nos sucede, pero si podemos elegir qué actitud tomamos a partir de estos momentos.

Y nada más, seguiremos aprendiendo y cuestionando nuestros dichos populares. Hasta la vista!!!


27 de octubre de 2014

Es importante saber dónde estoy y también, hacia donde voy

Muchas veces atravesamos etapas en las que nos encontramos perdidos/as, como si la situación nos hubiera superado, como si las circunstancias se hubieran apoderado de nuestra persona y fuéramos prisionero/a de ellas. Parece que la vida haya decidido ir a un ritmo superior al nuestro y no pudiéramos tomar decisiones al respecto.

¿Qué dirección quieres tomar en tu vida?
Quizá sea un buen momento, entonces, para parar y preguntarnos ¿Dónde estoy? ¿Qué estoy haciendo con mi vida? ¿Qué cosas actuales quiero mantener y de cuales quiero desprenderme? ¿De qué áreas de mi vida estoy más satisfecha/o y en cuales me gustaría provocar un cambio?

Al principio, las preguntas son más generales para poco a poco ir generando conciencia, darnos cuenta de qué aspectos son los más relevantes o en qué facetas queremos prestar más atención.

Una vez tenemos claro (o más claro) qué presente tenemos y qué nos agrada y desagrada del mismo, podemos comenzar a imaginarnos qué futuro deseamos o nos gustaría y podemos comenzar a “dibujarlo”. Ya podemos pasar del boceto al dibujo definitivo.

Buscamos un dibujo sin censura, sin pensar a priori si es posible o no, si es realista o realizable, que si nos costará mucho esfuerzo o poco. Estamos imaginando, estamos soñando!! Estamos conectando con nuestras emociones y buscamos encontrar también nuestras fuentes de motivación, nuestro motor para el cambio.

Diseñar hacia donde queremos viajar es fundamental para que nuestras acciones estén enfocadas en esa dirección y tengamos cada día menos la sensación de que alguien dirige nuestros pasos, para difuminar esa sensación de que la vida decide por nosotros/as.

¿Hacia donde quieres dirigirte? ¿Dónde te gustaría estar dentro de 3 años? ¿Cómo te gustaría que fuera tu vida profesional? ¿Y tu vida sentimental? ¿Y tus relaciones familiares y de amistad?...


Esto que hemos descrito en media página de una manera genérica sería lo que podemos trabajar en una primera sesión de coaching (puede ser de esta manera o con otras herramientas posibles). Cada persona es un mundo y el/la coach se adapta a la realidad y necesidad del cliente. ¿Quieres probar? ¿Te apetece parar y diseñar tu futuro? Ya sabes que Kaiden ofrece la primera sesión de manera gratuita por lo que ¿Por qué no comenzar por esto? Puedes escribirnos a info@kaiden.es y nos pondremos a tu disposición.

22 de octubre de 2014

Quitar lastres o enfrentarnos con nuestros fantasmas

Este pasado fin de semana, hemos trabajado en el primero de los módulos del Programa de Desarrollo Personal, la mirada que tenemos de nosotras y nosotros mismos. Hemos dedicado una jornada a tomar conciencia, real y profunda, sobre el autorretrato que me haría y el que me quiero hacer. 

Este trabajo nos ha dado la oportunidad de sumergirnos en algunos de esos lastres o fantasmas que nos suelen acompañar a todas las personas. Etiquetas, juicios, creencias, corazas o limitantes que nos acompañan y en ocasiones toman decisiones importantes en nuestro nombre. 

Y tener estos compañeros de viaje es algo muy habitual. Algunos aparecieron en nuestra infancia, otros se han ido sumando a lo largo de nuestra vida en diferentes momentos. Les hemos cogido de la mano y les permitimos que nos acompañen sin pensarlo demasiado. Sin preguntarnos si es con ellos con quienes queremos avanzar. 

Dedicar un día a mirarte y revisar el desván de tus fantasmas, eligiendo con quienes quieres quedarte y a quienes permitirás seguir avanzando contigo, resulta muy sanador. Yo diría casi que resulta indispensable, nutritivo. 

Saberte dueño o dueña de esas decisiones tan importantes resuelve muchos de los conflictos que pueden estarte acompañando ahora mismo. 

El siguiente módulo será el 22 de noviembre y dedicaremos una jornada a sumergirnos en nuestra manera de gestionar los cambios, de aceptarlos o negarlos y desde allí, buscaremos una manera más sana y auténtica de vivirlos. ¿Quieres probar? Más información: info@kaiden.es 


20 de octubre de 2014

Un compromiso poderoso

Tomando la palabra compromiso como "obligación contraída", ¿cuántos compromisos importantes mantienes ahora mismo? 

¿Con quién tienes esos compromisos? ¿Cuánta energía y tiempo dedicas a ellos? 

En un proceso de coaching, se establece un firme compromiso que guiará cada sesión. Ese compromiso, lo establece el/la coachee (cliente) consigo mismo/a. Es decir, para avanzar en el proceso, la persona ha de adquirir un poderoso compromiso consigo misma. 

Y ese es, en gran parte, el secreto del éxito de un proceso de coaching. Comprometernos con nuestro esfuerzo, tiempo, energía y trabajo, todas dirigidas hacia mi, hacia mi cambio, hacia mi mejora. 

Esta parte esencial en el coaching se adquiere generando confianza por parte del/la coach, y es solo este aspecto que depende, en gran medida, del profesional, el resto fluye desde el/la coachee. Esa es la magia, es allí donde radica el éxito de un proceso de coaching. 

¿Cuantas veces has adquirido un compromiso así de poderoso? ¿Qué tan a menudo te comprometes contigo y con tu bienestar? 

Muchas/os coaches ofrecen una primera sesión gratuita, como es el caso de Raquel y Beatriz, las coaches de Kaiden, para que pruebes. El trabajo para generar un clima de confianza y comodidad lo ofrecemos las profesionales, el resto, lo pones tú. ¿Te animas a probar? 

Más información: info@kaiden.es 

15 de octubre de 2014

¿Planificar o dejar que suceda? ...y por qué no ambas

Tener planes diarios, anuales o de vida, no tiene por qué ser antagonista a la capacidad para disfrutar de lo que simplemente sucede, de vivir el momento con los ojos, oídos, piel y corazón. 

En nuestra sociedad recibimos en muchas ocasiones mensajes bipolares: "o eliges A o eliges B, ambas no pueden ser". 

Eres planificador/a o espontáneo/a, ambas cosas no pueden ser definitorias de una misma persona. ¿No? ¿Estás segura? ¿Estas seguro? 

Entonces, por qué un día de verano, en un paseo, pasas por delante de una heladería y decides entrar y compararte un helado, aunque sean las 13:45 y la hora de comer se acerque. Por qué te descubres un día mirando a las nubes y encontrándoles formas como cuando eras niño o niña. Por qué eliges, de cuando en cuando, cambiar tu camino habitual para ir al trabajo, a casa o a la escuela. 

Nos gusta la espontaneidad. Nos gusta conectar con esa parte más infantil y dejarnos sorprender por lo que simplemente sucede, nos limpia, nos recarga las pilas, nos hace disfrutar. Quizás no dejes mucho espacio para estos momentos en tu día a día. Quizás no eres consciente de cómo o cuándo lo haces. Quizás solamente te falta eso, tomar conciencia y disfrutar. 

Te invito a que respires profundamente, cierra los ojos y conéctate durante un par de minutos con tu ser espontáneo/a, con lo que está fuera de tus planes diarios, con lo que está sucediendo ahora y siente. 



13 de octubre de 2014

Lo que viene después del cambio o los miedos que perdemos

La semana pasada ya hablamos sobre el cambio en este espacio. Quizás más centrado el tema en las resistencias al cambio que verbalizamos en muchas ocasiones. 

Como comentábamos ya antes, los cambios se suceden a lo largo de nuestra vida y de nuestro día a día. Vencemos miedos, afrontamos retos, nos embarcamos en nuevos proyectos o adquirimos una nueva visión que nos permite generar nuevas respuestas o comportamientos. Cambiamos algunos hábitos y generamos situaciones nuevas, a las que nos iremos adaptando poco a poco. Las que iremos aceptando día a día. 

Los cambios pueden ser percibidos de antemano como una ventaja, una pérdida, un aprendizaje o una mejora, una dificultad...la realidad es que con más o menos pericia vamos abordándolos como mejor podemos, como mejor sabemos. 

Como mencionábamos en el anterior post, en ocasiones podemos aprender a mirar y mirarnos de otra manera, generar esa nueva visión que nos acerque a los cambios deseados. Y eso es lo que haremos el próximo sábado 18 de octubre en el primero de los módulos del Programa de Desarrollo Personal

En otras ocasiones, la adquisición de herramientas o vencer miedos, pueden pasar por una necesidad de trabajo personal y profundo, de manera individual. 

Los procesos de coaching. 

El coaching es básicamente una herramienta facilitadora para generar un cambio. Dedicamos parte de nuestro tiempo y energía a mirarnos con honestidad, con franqueza y a encontrar respuestas. ¿Qué es lo que necesito? ¿Para qué lo necesito? ¿Qué me ha impedido lograrlo hasta ahora? ¿Con qué recursos cuento para generar este cambio? Las respuestas van floreciendo en la conversación, en las acciones que realizamos entre sesiones, en la visión profunda y enriquecida que adquirimos sobre quienes somos. 

Un proceso de coaching por lo tanto, puede ser un complemento muy enriquecedor para ti. Un trabajo que te dedicarás a ti y a tu bienestar. Una inversión en ti y en tu futuro. ¿Te apetece probar? La primera sesión es gratis....más información: info@kaiden.es 




8 de octubre de 2014

¿Cambiar significa dejar de ser quien soy?

¿Quieres volar? 
A veces escuchamos frases del tipo “la gente no cambia” o “a mis años no voy a cambiar” y en realidad lo que estamos transmitiendo es que nuestra apertura al cambio es muy escasa.

No esperamos que nuestro entorno cambie entre otras cosas porque no lo creemos posible y como no lo creemos posible, no lo es. Por lo que siempre tendremos razón. Interesante cuestión.

El cambio es igual de posible o factible con 20 que con 40 o 60 años si entendemos el cambio como evolución, como desarrollo, como crecimiento. No se trata de darnos la vuelta cual calcetín, aunque si de profundizar en nuestro autoconocimiento para descubrirnos y vernos de otra manera.

Si pusiéramos el ejemplo de la oruga que se transforma en mariposa quizá se entienda el concepto de cambio al que me refiero. La mariposa siempre lo fue en potencia, sólo tenía que dejar pasar el tiempo suficiente, hacer el trabajo o esfuerzo para serlo y dejar que su naturaleza actuara.

Puede ser que muchas orugas no se imaginen a si mismas siendo bellas mariposas, capaces de volar y conocer mundos distintos, pero si lo son y no dejan de ser quienes son o fueron.

Eso es transformación, evolución, desarrollo, crecimiento o cambio personal. Y eso es lo que vamos a trabajar en el Programa de DesarrolloPersonal comenzando con el Módulo 1 el 18 de octubre en Madrid. Hacerme un autorretrato. Quien soy.

¿Quién soy? ¿Soy oruga? ¿Soy mariposa? ¿Quién soy ahora y quien soy en potencia? ¿Cual es mi esencia?


¿Te apetece descubrirlo? 

6 de octubre de 2014

Romper el inmovilismo o dejar de preocuparme.

Si sois lectores o lectoras habituales de este blog ya sabéis que una vez a la semana escribimos sobre el coaching, sus aplicaciones y su método.

Una de las cuestiones en las que nos gusta incidir, pues es fundamental, es en “pasar a la acción”. Sin acción resulta poco probable, por no decir imposible, provocar un cambio interior.

Pasar a la acción no significa llenar nuestra agenda de actividades, no. Sólo de pensarlo me agoto. 

Pasar a la acción significa elegir y decidir, de manera consciente, qué hacer y qué no hacer para lograr mi propósito. Quizá, para mí, pasar a la acción signifique pasear más por la naturaleza o descansar un sábado en mi sofá. Pasar a la acción también puede ser dejar de hacer algo, como puede ser fumar.

Pasar a la acción significar romper con el inmovilismo que en muchas ocasiones está provocado por la preocupación. Estoy tan preocupada por algo, que me bloquea, me paraliza, me frena, me angustia, me impide a veces hasta respirar con ligereza.

Dependiendo del nivel de preocupación, éste nos impide conciliar el sueño, descansar, reponer fuerzas y nuestra cabeza, como si fuera por libre, decide no dejar de darle vueltas al asunto.

Un proceso de coaching nos va a ayudar a poner encima de la mesa lo que nos está bloqueando hasta nuestra meta u objetivo, le ponemos lucidez suficiente para determinar qué nivel de control tenemos ante lo que está sucediendo y en función de ello tomar decisiones. Tomar decisiones y comprometernos con ellas supone pasar a la acción. Un proceso de coaching nos apoyará para fijar prioridades y decidir con qué debemos comenzar y de qué manera vamos a evaluarlo para saber si nos estamos acercando o alejando de nuestro objetivo.

En la medida en que me “pongo manos a la obra” las preocupaciones se van mitigando paulatinamente pues estoy centrándome en las soluciones y no sólo en los problemas.

Si tienes preocupaciones, si no consigues salir del bloqueo o inmovilismo…¿Por qué no pruebas con el coaching? ¿O prefieres seguir preocupándote y no ocupándote?




1 de octubre de 2014

Desandando en lo ideal para andar en lo real, o quién soy yo ahora y quién quiero ser mañana...

¿Cuantas de las personas que leéis estas líneas habéis soñado alguna vez con escribir un libro? por ejemplo. Me refiero a escribirlo y publicarlo, no dejarlo en la carpeta de "proyectos".  Y ¿cuántas de vosotras lo habéis hecho realidad?

Ayer me escribía un amigo que su hijo, recién licenciado de una ingeniería acababa de escribir su primer libro, pues esa era realmente su pasión. Le gusten e ilusionen más o menos sus estudios y las puertas que puedan abrirle, él, lo que realmente soñaba, era ser escritor y se puso manos a la obra. Tiene un libro que difunde entre conocidos y conocidas, que te hace llegar a casa él mismo y, sin conocerlo, estoy segura que está disfrutando plenamente de la experiencia. Estoy segura que está aprendiendo  y eligiendo cómo aterrizar su sueño, cómo continuarlo. 


Y son estos ejemplos de personas cercanas, desconocidas también, aunque cercana en cuanto a su historia vital, las que me inspiran la siguiente reflexión: Cuánta energía dedicamos cada día a "soñarnos" en determinados caminos, situaciones o futuros que podríamos emplear en aterrizarlos, en convertirlos, paso a paso y letra a letra, en una realidad. 


¿Qué te dibuja tu yo ideal para hoy o para mañana? ¿Qué te dice tu yo real que sucederá hoy y mañana? ¿Cómo los haces converger? ¿Es eso posible? 


El primer paso, es dedicarnos un tiempo a nosotros mismos, a nosotras mismas y bucear en nuestro interior, conectar los puntos, tomar conciencia y conocernos un poquito más. ¿Quién soy y quien sueño ser mañana? ¿Qué quiero? ¿Qué me motiva, apasiona, moviliza? Sin este trabajo previo podemos seguir avanzando por un camino más o menos cómodo aunque no nuestro, alejándonos cada vez más de esos sueños y dedicando tiempo y energía a seguir soñándolos a sabiendas que se quedarán en ese estadío de sueño, que nunca pasarán a la carpeta "proyectos". 


En Kaiden creemos que dedicarnos tiempo y aprender a mirarnos con cariño, con respeto y con confianza es fundamental para nuestro desarrollo personal. Es por eso que dedicamos, cada año, esfuerzo, energía e ilusión para diseñar esos espacios en los que puedas encontrarte contigo mismo, contigo misma. Este años, tenemos el Programa de Desarrollo Personal en el que dedicaremos una primera sesión a trabajar esa mirada respetuosa, cariñosa y confiada hacia nuestro interior. 


Más información: info@kaiden.es 



29 de septiembre de 2014

Más allá de modas o modos

Llevo algún tiempo leyendo y escuchando a personas que se hacen preguntas sobre el coaching ¿es una moda? ¿para qué tantas versiones? ¿qué pasa si no hago coaching o si no tengo a un/a coach?

Realmente, pasar, no pasa nada. Es una elección personal como muchas otras. Elegimos qué hacer ante determinada dificultad o problema, cómo afrontar un reto nuevo o qué me ayudará a generar un hábito nuevo y realizar el cambio deseado. 

Es verdad que hoy en día podemos leer la palabra coaching asociada a una gran variedad de campos de acción y que puede llevarnos a la duda. En mi opinión, existe una visión muy difundida sobre la importancia de diferenciarse, de encontrar un nicho de mercado. De pronto, el marketing es lo más importante y la diferenciación pasa por poner apellidos a cualquier herramienta o área de negocio nueva. 

Y es allí donde creo que está una de las principales diferencias. ¿Es el coaching una herramienta de trabajo para apoyar a las personas a generar un cambio y mejorar en su vida? o por el contrario ¿Es un área de negocio? 

Desde Kaiden, creemos que es una herramienta, muy eficaz y potente, al servicio de las personas. Quizás es por ello que no le hemos puesto apellido nunca, pues no lo vemos como un área de negocio, por mucho que insistan algunos expertos y expertas en la necesidad, indispensable, de diferenciarnos. 

Si pensamos en qué nos diferenciamos en Kaiden, podríamos decir que vemos a cada persona, cada empresa, cada organización, como alguien único/a a quien podemos ofrecer nuestro conocimiento, experiencia y trabajo de la manera que cada una y cada uno necesite. No seremos nosotras quienes pongamos apellidos a nuestro trabajo, será cada cliente y cada clienta quien nos indique dónde quiere poner el foco. Cuál es su área de interés. 

La decisión de hacer o no un proceso de coaching es de cada persona. Y creo que respetar esa decisión es lo único que importa. ¿Es útil? Sí, es muy útil, si es lo que estás buscando. ¿Es necesario? Quizás si, si no encuentras la forma de abordar determinado cambio o mejora y llevas tiempo buscando la manera. ¿Es indispensable? Seguramente no, aunque nos ayuda a ponernos manos a la obra y llegar antes a nuestro destino, a nuestra meta. La elección, como he dicho antes, es tuya. 

24 de septiembre de 2014

Hacerme un autorretrato: ¿Quien soy?

Ahora está muy de moda eso de hacerse “selfies”, que no es otra cosa que autorretratarnos para mostrar quienes somos.

En nuestro Programa de DesarrolloPersonal, un programa completo que consta de 8 módulos, empezamos (Primer Módulo el 18 de octubre) haciéndonos un autorretrato para conectar con quienes somos, cómo nos observamos, cómo nos definimos y así poder descubrir y poner en valor nuestras fortalezas y talentos.

En muchas ocasiones, la sociedad o el entorno más cercano nos definen con etiquetas que sólo dejan ver una parte de lo que somos y no nuestra totalidad.

Como ejemplo de esto, os dejamos un vídeo de un artista maravilloso mostrando sus capacidades y talentos y que nos deja maravillados/as. Muchas personas definirían a esta persona como alguien con autismo, perdiéndose su totalidad.





¿Quién eres? ¿Qué te define? ¿Qué talentos tienes? ¿Qué se te da bien? ¿Con qué disfrutas? ¿Qué te hace único/a?

¿Quieres descubrirlo con nosotros/as? Si estás interesado/a en hacer el programa completo o alguno de sus módulos, puedes descargarte la ficha de inscripción. Si quieres ampliar información sobre fechas, horarios, precios, contenidos, escríbenos a info@kaiden.es. Estaremos encantadas de resolver tus dudas. Te esperamos!!!