14 de marzo de 2011

Los cambios

Como veis, hemos cambiado la imagen del blog. Y aprovechando este hecho, he decidido hablar de los cambios.

Ahora mismo, en la actual sociedad, vivimos en permanente contacto con el cambio, cambian las formas de relacionarnos, de trabajar, de alimentarnos, de educar, de viajar…Hemos pasado de encontrarnos con nuestros conocidos en la plaza del pueblo, a estar en contacto con amigos y conocidos a miles de kilómetros sin movernos de nuestra silla. Hemos pasado del empleo de toda la vida, a vivir en periodos de estabilidad, seguido de periodos en desempleo (mismo símil para la pareja). Nuestra sociedad no se parece en nada a aquella en la que crecieron nuestros padres, por no hablar de nuestros abuelos. Los cambios se producen, nos identifiquemos o no con ellos. Y entonces entra en juego nuestra capacidad de adaptarnos a estos cambios sociales o a otros más personales o individuales.

La mayor o menor capacidad de adaptación determinará, en muchos casos, la vivencia saludable de los cambios.

Y yendo un poco más lejos, me atrevo a afirmar, que cuando tomamos las riendas o la iniciativa (aunque el cambio no haya sido decidido por nosotros, que haya sido impuesto, veáse un despido o cambio de puesto, un revés de salud, una ruptura sentimental) y pasamos a la acción, vinculando esa acción con un plan más a largo plazo, con una visión de lo que queremos sea nuestra vida dentro de unos años, los cambios, inevitables o no, decididos o no, impuestos o no, son más sencillos.

Buscando un símil, se trata de tomar los pinceles entre nuestras manos y dibujar el cuadro de nuestra vida, aunque no tengamos los colores exactos o el lienzo no tenga el tamaño que hubiéramos elegido.

A modo de resumen, desde mi punto de vista, los cambios tienen dos componentes importantes:

1- Cuanta más iniciativa tenga en el cambio, más fácil será mi adaptación al mismo.
2- La visión a largo plazo hace que el periodo de incertidumbre, que conlleva todo cambio, se haga más llevadero.

Son ideas simples, pero más poderosas de lo que parecen a priori. Quizá las has escuchado o leído en alguna ocasión, pero ¿has reflexionado sobre ellas? ¿Te resuenan? ¿Las podrías sentir como propias?

Y ahora…te invito a reflexionar…Piensa en los cambios importantes de tu vida, en términos generales, ¿han sido decididos por ti o impuestos por otros? ¿Qué papel has jugado en dichos cambios? ¿Cómo has vivido los cambios, como riesgos, como pérdidas o como oportunidades? ¿Qué es lo más difícil, a tu juicio, de los cambios? ¿Cómo te hubiera ayudado saber lo que iba a suceder posteriormente? ¿Conoces a alguien a quien admires por cómo gestiona los cambios? ¿Qué hace y cómo lo hace?