25 de febrero de 2015

¿Y si no conseguir lo que quiero es un golpe de suerte?

"Recuerda que a veces no conseguir lo que quieres es un maravilloso golpe de suerte" 
Dalai Lama.



Lo dice el Dalai Lama y, en realidad, ya nos lo ha dicho la vida en muchas ocasiones, pero nos cuesta recordarlo cuando algo no sale como deseábamos, como queríamos, como esperábamos, como anhelábamos….

Muchas veces nos peleamos con la realidad, y escuchamos o decimos nosotros mismos “es que yo no quiero que tal cosa sea así”. La cuestión es que ya es así, la cuestión es que la realidad ya es, aunque nosotros/as no lo deseemos, queramos o aceptemos.

Nuestra no aceptación no implica que las cosas cambien, es más, cuando más tiempo nos resistamos, cuanta mayor sea nuestra resistencia, más presente estará (tal cosa, tal pensamiento, tal emoción) en nuestra vida.

No digo que nos guste la realidad tal y como se presente, no digo que no intentemos cambiarla, no digo que nos conformemos, sólo digo que es importante no negar lo que es, aceptarlo y reconocerlo es el primer paso para digerir, para metabolizar, para integrar, para transitar, para abrir nuestra mente a lo que acontece.

A veces, después de aceptar lo que es, la frase del Dalai Lama que abre este escrito cobra más sentido.



23 de febrero de 2015

No sé qué quiero en mi vida ¿sólo me pasa a mi?

Cuando trabajamos con los clientes en los procesos de coaching (procesos de cambio en definitiva) muchas veces no tienen claro qué quieren.

Más que meta, lo que saben o sienten es hacia donde quieren dirigirse aunque no aciertan a vislumbrar el rumbo exacto, las decisiones que tomar. Y es normal, ya lo decía Richard Bandler “el cerebro no piensa en objetivos, piensa en direcciones”

A mi me gusta preguntar a la persona “¿Cómo te gustaría verte, imaginarte, sentirte dentro de unos años?” Al principio cuesta, pero podemos ayudar a la persona con una visualización, un proceso de ojos cerrados o similar. La persona comienza a conectarse con sus sueños, ilusiones, anhelos. Comienza a imaginarse con recursos, con energía suficiente y empieza a encontrar respuestas. Sus respuestas.

Una vez que la persona se ha visto (se ha sentido así) comienza el trabajo de aterrizarlo, comienza el trabajo de descifrar qué hay que hacer para llegar hasta allí. Eso forma parte del trabajo que se hace en un proceso de coaching (con una persona, con un equipo de trabajo o con una organización).

Dicen que el mago Merlín (ejemplo y fuente de sabiduría para el Rey Arturo) dijo “vengo de donde voy” y esta frase resume muy claramente una forma de trabajar en el coaching. Primero me proyecto hacia el futuro y después descubro qué camino me lleva hasta allí. Trabajar la línea del tiempo (técnica de PNL) ayuda para recorrer el camino que lleva del futuro al presente y nos ayuda a descubrir respuestas que de otro modo hubieran quedado bloqueadas por nuestros miedos acerca de nuestras posibilidades y/o capacidades.


Si quieres trabajar sobre tu rumbo, sobre tu futuro y crees que el coaching puede ayudarte, ponte en contacto con nosotras para fijar una primera sesión gratuita (presencial o a través de skype). Estaremos encantadas de formar parte de apoyarte.

18 de febrero de 2015

Derechos y deberes....la asertividad en mi horizonte.

Asertividad, palabra que procede de los vocablos latinos asserere, assertum, cuyo significado es "afirmar", por lo que el término hace referencia a la afirmación de la propia personalidad, confianza en si mismo/a, autoestima y otra serie de cuestiones relacionadas. (*)

¿Te es familiar este término? ¿Te son familiares los comportamientos a los que hace referencia? Por ejemplo: hablar en primera persona (singular), hacerte cargo de lo que piensas, necesitas, sientes. (*)

En el mes de marzo, vamos a trabajar desde este enfoque de la asertividad: la mirada hacia dentro; hacia lo que yo puedo hacer de otra manera para sentirme mejor y, la mirada hacia fuera; hacia cómo expresar dónde están los límites que no quiero que se sobrepasen. 

Mucho se habla sobre los derechos asertivos, puedes buscar en Internet y verás la cantidad de autores y listados que aparecen. Y está muy bien revisarlos de vez en cuando, algunos se aplican hacia dentro y otros tantos hacia fuera. Lo que no es tan común, es encontrar un listado de derechos y deberes. Hoy voy a compartir contigo algunos de los que recogen Eva Bach y Anna Forés en su libro "La asertividad para gente extraordinaria" ( (*) también tomado de este mismo libro), que ya cité el lunes. 




Derechos
Deberes

1.-
Derecho a tener tus propias necesidades y a pedir lo que quieres
Deber de escuchar lo que el otro pide o necesita y de aceptar lo que puede dar.
2.-
Derecho a hacerte responsable de tus propios errores y a aprender de ellos.
Deber de aceptar que el otro se puede equivocar y dejarle margen para rectificar.

3.-
Derecho a cambiar, a crecer a transformarte.
Deber de permitir que el otro cambie y crezca.
4.-
Derecho a decidir.
Deber de dejar momentos y crear espacios para poder decidir.
5.-
Derecho a decir que no.
Deber de aceptar que alguien nos diga que no.
6.-
Derecho a afirmarse y a ser uno mismo.
Deber a respetar al otro como legítimo otro, por muy distinto que sea.
7.-
Derecho a ser tratado con respeto y dignidad.
Deber de respetar a los demás y considerarlos tan dignos como a nosotros mismos.
8.-
Derecho a pedir información y ser informado.
Deber de ofrecer información cuando sea pertinente.

¿Has leído los 8 derechos y los 8 deberes que aquí comparto? ¿Qué te parecen? ¿Los conocías ya de antemano? ¿A qué te invitan? 

Te voy a pedir ahora, que solamente leas los 8 derechos, es decir, tapa la columna de la derecha y lee solamente la de la izquierda. ¿Lo has hecho? ¿De qué manera resuenan en ti? ¿De qué te hablan? ¿Qué te hacen sentir? 

Ahora vamos a dedicar un momento a tapar la columna de la izquierda y a leer la de la derecha, los 8 deberes. ¿Hecho? ¿Qué es lo que resuena ahora en ti? ¿Qué te hace sentir? ¿Dónde has puesto el foco? 

Quizás, has recordado situaciones recientes, pasadas o incluso muy lejanas y has sentido. Quizás has visto alguna diferencia en tu manera de observar las situaciones y observarte a ti interactuando en ellas. ¿Te apetece seguir explorándote? ¿Te apetece indagar un poquito más? 

Seguiremos escribiendo sobre el tema y compartiéndolo contigo, aunque yo te sugiero que te apuntes al próximo taller "Afirmarte y poner límites sin sentirte culpable" del 14 de marzo
¡Merece la pena dedicarte un sábado a ti misma, a ti mismo! 




16 de febrero de 2015

La relación de apoyo cuando nos sentimos islas

"Vivimos en medio de una multitud. Día a día nos relacionamos y nos cruzamos con innumerables personas. Pero no siempre nuestros corazones se abren y se encuentran. A veces nos separa una gran distancia, a pesar de estar tan cerca. 


A veces queremos aproximarnos y no lo conseguimos. Tenemos cosas que decirnos y no sabemos expresarlas. Nos hace falta comunicarnos y no logramos escucharnos, comprendernos, respetarnos, cada uno tal cual somos". 
("La asertividad para gente extraordinaria", Eva Bach y Anna Forés).

Y cuando dedicamos un momento a reflexionar sobre esto, sobre nuestra comunicación, sobre nuestra manera de relacionarnos, sobre la cercanía o lejanía que sentimos respecto a otras personas, sobre cómo nos hace sentir....concluimos, en general, que lo mejor es conformarnos, quizás disfrazamos este conformismo de aceptación, y a correr. 

Es muy probable que este sea el motivo por el cual estas reflexiones nos dejan un sabor agridulce y vuelven de vez en cuando a la bandeja de asuntos pendientes

¿Por qué no afrontamos ese dolor o carencia de manera directa y con acción más allá de la reflexión? ¿Para qué disfrazamos de aceptación algo que no lo es? ¿Qué consigo permaneciendo como hasta ahora? 

Hace unos días en la página de facebook de Kaiden, compartíamos un vídeo sobre la zona de confort o comodidad, la zona de pánico y de aprendizaje. Si quieres vuelve a revisarlo y entenderás por qué algunos temas, los dejamos pendientes, sin abordarlos a penas, sin resolverlos o transitarlos. 

No se trata de mirarte al ombligo sin más y sin un plan concreto. No se trata de meter el dedo en la yaga y mirar como sangra. No se trata de retomar algo que no sabes cómo abordar con todo tu coraje y valentía y lanzarte a "la pelea".  

Yo creo que más bien se trataría de buscar la paz y el sosiego y desde allí empezar a dar pasos, empezar a moverte de sitio y después, reflexionar. Revisar y elaborar un plan de acción de pequeños pasos y cambios que nos acerquen a un lugar más agradable y saludable. Y quizás, no necesites generar ese espacio de sosiego tu solo/a. Quizás puedes contar con un bastón de apoyo, al menos al inicio del camino, cuando la cuesta te parece demasiado empinada. Quizás puedes encontrar en las y los profesionales del apoyo la chispa para inspirarte y empezar. Psicoterapia, coaching y otras relaciones de apoyo o de ayuda están allí fuera, solo tienes que buscarlas y encontrar cuál es para ti. 

11 de febrero de 2015

Viaje al centro de una misma

Este fin de semana he visto Alma Salvaje y viéndola he conectado con sensaciones, pensamientos, recuerdos y sobre todo me ha invitado y sugerido hacer un próximo viaje conmigo misma sin ninguna meta o resultado específico.

Alma Salvaje, basada en una historia real, nos habla de una mujer que decide emprender, un viaje en solitario a través del Sendero de las Cimas del Pacífico. Un recorrido de más de 1.700 km durante más de 90 días. (Se dice pronto, pero la dimensión del viaje es impresionante)

Una experiencia de este tipo, no es necesario que sea tan larga ni intensa, permite viajar al interior o centro de uno misma, pasando por todas las emociones y situaciones posibles.

Una experiencia de este tipo permite alejarse del día a día, de lo cotidiano, de lo conocido y confortable (agradable o no, deseado o no) para abrirte a un mundo desconocido.

Una experiencia de este tipo te conecta con lo más esencial de tu vida, te enseña a viajar, caminar o vivir con lo fundamental, te enseña a dejar atrás, a fluir con cada instante.

Una experiencia de este tipo te permite conectar y formar parte de la naturaleza, de sus ritmos, de su lluvia, de su viento, de su silencio, de sus murmullos, de sus noches estrelladas y sus atardeceres mágicos.

Una experiencia de este tipo te ayuda a poner en su justo lugar lo que te sucede por dentro y por fuera, te ayuda a normalizar tus inquietudes y a darles la relevancia adecuada.

Una experiencia de este tipo te cambia por dentro o mejor dicho, te permite encontrarte, te ayuda a descubrir quien eres y estar “agustito” con lo que ves.


Una experiencia de este tipo es un lujo que recomendaría a cualquier persona para hacer una vez en nuestra vida, estar con uno/a mismo /a y en contacto con la naturaleza, sin más pretensión que vivir y seguir caminando. Las enseñanzas llegan, aunque no lo pretendas.

Os dejo el trailer de la película por si os anima a verla.


9 de febrero de 2015

Los maestros de nuestra vida


"El mejor maestro es el que te muestra dónde buscar, pero no te dice qué ver"  Autor desconocido

Podríamos hablar de buenos/as maestros/as que tuvimos en la escuela y que más allá de los conocimientos que nos transmitieron, nos enseñaron a preguntarnos, a cuestionarnos, a dudar, a preguntar.

También hemos tenido maestros/as no formales. A lo largo de nuestra vida nos hemos encontrado con personas que nos han mostrado caminos inesperados, incluso caminos que habíamos rechazado con anterioridad.

Y en otros momentos, esos maestros/as los buscamos de una manera más o menos consciente. Hay algo en nuestro interior que nos dice que los caminos ya conocidos, los que he transitado hasta ahora ya no funcionan. Algo ha cambiado en mí y necesito algo diferente aunque todavía no sé exactamente qué es y cómo es.

Cuando nos encontramos en esos momentos vitales de dudas e incertidumbres, muchas veces buscamos en libros, conferencias, terapeutas o en un proceso de coaching para encontrar respuestas, nuestras respuestas, nuestros caminos. Esos caminos que nos conduzcan a un lugar donde me reconozca, un lugar elegido por mi, un lugar que me dé sentido y sea coherente con la persona que soy.

Un proceso de coaching puede dar mucha coherencia y sentido a tu camino diario, ayudándote a elegir esos senderos que te conduzcan a un mayor bienestar. ¿Quieres probar? Ya sabes que en Kaiden la primera sesión es gratuita y te permitirá conocer mejor en qué consiste y de qué manera puede apoyarte en tu nuevo camino. Escríbenos y nos pondremos en contacto contigo.






4 de febrero de 2015

Hoy, te invito a reír un poco más de lo habitual...

"La risa es una manifestación de alegría y bienestar, también hay quien dice que es una sonrisa de mayor intensidad.... De hecho, suele ser uno de los rasgos que identifica a las personas con un alto nivel de inteligencia emocional.
(...)
La risa nos ayuda a desinhibirnos, a vencer los miedos, las ataduras y los convencionalismos sociales de nuestro tiempo. Al desinhibirnos somos capaces de mostrarnos tal cual somos, de enamorarnos de nosotros mismos, mirarnos y cuidarnos con cariño y con amor. La risa hace que rompamos esas limitaciones artificiales y que nos conozcamos con más profundidad". 
Enric Castellví "El taller de la risa". 

Y por esto, te invito a reírte un poquito más de lo habitual hoy. ¿Qué motiva tu risa? Quizás eres de las personas que ríen más en grupo, contagiándose por la risa de otras personas. Quizás eres una persona contagiada por si misma, que ríe a solas con frecuencia. 

Reímos por que nuestro cerebro reacciona ante la incongruencia de una situación con sorpresa y humor. 

Reímos con aires de superioridad al "burlarnos" de otra persona, situación o contexto. 

Reímos porque caricaturizamos a "otros" que consideramos caricaturizables o incluso nos podemos caricaturizar a nosotros/as mismos/as. 

Reímos por predisposición a reír, a buscar el lado cómico o humorístico a todo. 

Reímos para descargar tensiones, temores, nervios, agresividad, aburrimiento y otros estados afectivos que nos generan malestar. 

En resumen, reímos por lo general para cambiar nuestro estado afectivo, anímico y mental. Reímos como respuesta motora por predisposición. Reímos por contagio o para contagiar. Reímos por que nuestro cerebro lo necesita. Reímos por un motivo consciente o inconsciente, por necesidad o por deseo, por agradar o agradarnos, por los demás o para los demás

Encuentres o no tu motivo, te invito a dejarte contagiar. 






2 de febrero de 2015

Una pizca de resiliencia en la jornada

Lunes, para muchas personas primer día laborable de la semana y quizás lo que ves fuera es un día nublado, lluvioso, frío (al menos en estas latitudes: cono norte, región mediterránea). ¿Qué sientes? 

Quizás has oído hablar de la resiliencia o incluso has leído algún libro o artículo en el que se menciona esta cualidad humana para sobreponerse a situaciones difíciles, a situaciones límite; asumirlas, vivirlas e incluso salir con una mayor fuerza y entereza de ellas. ¿Conocías este término? 

Mi intención, aquí y ahora, es acercarte un poco más a este concepto, incluso a la palabra. A ver si soy capaz. 

Vamos a suponer que estas en este momento en tu sitio de trabajo, puede ser en una oficina con la distribución de los puestos en zonas abiertas; puede ser en un despacho cerrado compartido o no; puede ser en una mesa de escritorio en tu casa o en una biblioteca o quizás en un centro de coworking....me atrevo a aventurar que no estás en una cadena de montaje, puesto de atención al público o conduciendo, dado que no podrías estar leyendo estas líneas a la vez. ¿Cómo empezó tu jornada? ¿Has tenido una alegría o buena noticia? ¿Sientes ilusión por empezar una nueva semana llena de perspectivas motivantes? ¿Has tenido "mas de lo mismo" y sientes hastío o aburrimiento? ¿Quizás has tenido un enfrentamiento y sientes enfado o algo de ansiedad? ¿Tienes fechas límite cercanas y sientes estrés? ¿O puede ser que tu trabajo no te motive lo más mínimo? 

Sea cual sea la situación en la que te encuentras ahora mismo, has tomado una serie de decisiones. Has elegido qué hacer ante la situación, cuándo hacerlo y cómo hacerlo. Has elegido expresar o no tu estado anímico, tu necesidad o visión. Has elegido cómo sentirte ante esta situación, si, lo has elegido, aunque creas que lo que sientes es lo natural y aparece sin más. Has elegido dónde depositar tus expectativas y en quién la responsabilidad de lo que vives. Has elegido incluso cómo mirar al cielo, a tu entorno. 

Si según has ido leyendo estas palabras una sonrisa se dibuja en tu cara, me atrevo a decir que tienes altas dosis de resiliencia en tu persona; si por el contrario, tu expresión ha variado de la incredulidad o sorpresa a la negativa absoluta y defensiva, quizás no te vendría mal ejercitarla un poquito más. 

Vamos a coger unos ejemplos del inicio del libro "Nuevas miradas sobre la resiliencia. Ampliando ámbitos y prácticas" (Coordinado por José María Madariaga) en el que nos habla de algunos factores o características de una organización resiliente. Te propongo hacer una checklist y a ver cuales tienes más o menos desarrollados.

Una organización resiliente da importancia a los valores y a la ética; también ejerce confianza y erradica el miedo; potencia el talento y el compromiso de las personas; emplea un liderazgo generador y humilde. También nos dicen los autores que una organización resiliente es: 

  • apasionada (construye un sentido o propósito atractivo).
  • imaginativa (mantiene unas expectativas positivas y una visión de futuro esperanzadora).
  • alineada (emplea una visión sistémica e inteligente).
  • poética (enhebra una red de bellas conversaciones, historias y preguntas). 
¿Sientes que te falta algo? ¿Hacia dónde estás enfocando tu mirada hoy? ¿Dónde diriges tu pasión? ¿Qué palabras utilizas en tus pensamientos y en tus conversaciones? 

En ocasiones, cambiar el chip para mirar de otra manera el mismo entorno e intorno es cuestión de pura acción, sin dedicar un tiempo eterno a la reflexión, te propongo un ejercicio sencillo y que te permitirá salir de una rutina emocional, cognitiva, sensorial e incluso motivacional. Lo único que debes hacer es poner algo de música que te guste y te invite a moverte. Levántate de la silla y empieza a andar de manera original, extraña o divertida. Anda de una manera distinta a como lo sueles hacer habitualmente y simplemente prueba, experimenta, ríete y diviértete. Después vuelve a tu sitio y empieza a mirar lo que sucede de otra manera. 

En los procesos de coaching, a veces las preguntas se transforman en invitaciones a la acción para llegar a la reflexión después, una vez que hemos cambiado de gafas o de estado de ánimo y estas herramientas son potentes espejos en los que mirarnos. El coaching es acción, por lo que la mejor manera de conocerlo y probarlo es a través de una sesión, siempre que sea con un/a profesional con una formación sólida y algo de experiencia.  Ya sabes que Kaiden te ofrece una sesión gratuita y sin compromiso (presencial o a través de skype). ¡Pregúntanos! info@kaiden.es