25 de enero de 2016

El duelo: conexión con tu vida

Hace cuatro días que perdí a mi padre. Hoy, además, hace dos años y medio perdí a mi compañero de vida durante más de 10 años. 

Después de esta introducción, imagino que quizás sabes de qué quiero hablarte, o quizás no....

Hay quién dice que "la vida es un suspiro" por referirse a esta cuestión temporal, in-eterna, momentánea, que supone estar presentes, estar vivos...y es cierto. Sea por una enfermedad auto-inmune y degenerativa a los 76 años o sea por un accidente ferroviario, mientras dormías, completamente ajeno a tu intervención a los 48 años, sea como sea, en el momento en que nacemos seres vivos, sabemos (o no) que vamos a morir. La transición de la vida a la muerte puede ser importante. Aunque ahora mismo estoy en el papel del que queda, de quien vive el duelo, la soledad, la ausencia, la tristeza, el DOLOR....

Viene ahora a mi mente la introducción de un libro de uno de nuestros mentores, quién también ha fallecido hace tres años y medio, Stephen Richards Covey. En un elocuente cuestionamiento, nos plantea que cerremos los ojos un momento y que pensemos que estamos en nuestro lecho de muerte. Imagina que tienes la oportunidad de que alguien te pregunte, ¿dónde querrías haber pasado más tiempo? ¿Qué te gustaría haber hecho por más tiempo? Él afirma que NADIE diría "en el trabajo". Y ahora mismo, viendo la vida de mi padre, un científico, investigador, inventor, creador, no estoy segura de que tuviese razón. 

Lo digo por las pasiones de cada persona y también pienso en Santy, mi pareja. Cuando disfrutas tanto de tu trabajo; tu trabajo forma parte de ti y de quién eres. Es verdad que pasar y dedicar tiempo a tu familia y amigos, a las conversaciones necesarias y oportunas, a expresar tus sentimientos y emociones (fáciles o difíciles), a tantas vivencias importantes; resulta necesario. 

Por eso, ahora mismo, lo único que puedo preguntarte es lo mismo que nuestro mentor preguntó: ¿Qué querrías que dijesen en tu funeral? Piensa en ello por unos minutos o tanto como necesites y dedícate un tiempo para reflexionar y decidir a partir de ahora cómo quieres vivir. ¿En qué ámbito de tu vida te hubiese gustado, puestos en el momento de tu funeral, que te recordasen más y de qué manera? 

No podemos hacer nada por vencer a la muerte, que forma irremediablemente parte de la vida, lo que si podemos hacer es convertir nuestras vidas en parte de nuestro legado. Mi padre, José Antonio Holguín, y mi pareja, Santy Barral, lo hicieron. ¿Qué quieres hacer tú con tu vida a partir de ahora? ¿Cómo quieres que te recuerden? 

18 de enero de 2016

Nos apasiona nuestro lugar de trabajo

Lo maravilloso de trabajar para otras organizaciones es que tienes la ocasión de observar muchas formas de hacer, muchas culturas y subculturas de trabajo, muchos estilos de liderazgo. Tantas formas como empresas a las que tienes ocasión de visitar y con las que compartes tiempo.

Ha llegado a mis manos un vídeo que quiero compartir. Se trata de un vídeo de una empresa, que no tengo el placer de conocer ni tengo relación ninguna con ella. Lo difundo porque quiero compartir su filosofía, su forma de entender el trabajo, la conciliación, el compromiso, la implicación.

Os dejo el vídeo esperando que más y más organizaciones lo consideren una buena práctica.




11 de enero de 2016

Recapitulación y proyección: empezando 2016

Parece obligado escribir sobre los cierres y comienzos, estando tan recientemente estrenado este nuevo año. 

Y me encontré un artículo en las redes sociales en el mes de diciembre, del que rescato un par de cosas. 

En primer lugar, aparecía una invitación a recapitular el año que terminaba, 2015, para abrir nuestros canales de consciencia y atención hacia aquello que es importante para ti. Puedes empezar por hacerte algunas preguntas que te ayuden a situarte en puntos clave, como por ejemplo: 

¿De qué 3 actuaciones a lo largo de 2015 te sientes más satisfecho, satisfecha?
¿Cuáles han sido las 3 dificultades con las que más has aprendido?
¿Qué cosas, proyectos, sueños, ...nacieron en 2015? 
¿Qué cosas, proyectos, sueños, ...murieron en 2015? 
¿Cómo describirías tu proceso de crecimiento personal/profesional a lo largo del año?

Una vez situado/a en esta reflexión, empieza a repasar mentalmente los eventos significativos para ti a lo largo del año, sin importar el orden. Pueden ser eventos en tu ámbito personal, profesional, emocional-afectivo, social,...repasa lo que sentiste entonces y lo que sientes ahora en la distancia. Repasa lo que pensabas en ese momento y lo que piensas ahora. Agradece a las personas involucradas y agradécete a ti mismo, a ti misma, el aprendizaje llevado a cabo en estos eventos. 

Esta recapitulación nos conecta con nuestras decisiones, nuestras actuaciones, pensamientos y emociones y así nos permitimos construir una imagen general de nuestras motivaciones, nuestros principios, nuestra evolución. 

Ahora vamos al futuro. Y en este punto la invitación es que describas tus metas. 

¿Qué quiero hacer este año que ha comenzado? 
¿Qué quiero tener en 2016? 
¿Quién quiero ser en 2016? 
¿Cómo me quiero sentir en 2016? 

Estas preguntas te pueden dar pistas de lo que es realmente importante para ti. Puedes escribir una lista, puedes escribir tantas cosas como quieras. Déjala reposar unos días. Retoma tu lista y selecciona en sentido inverso, es decir, elige primero las emociones y sentimientos que quieres tener más presentes en este año y ahora piensa qué acciones y cambios que has escrito a las preguntas anteriores te ayudarán más a conseguirlo. ¿Qué acción puedes llevar a cabo ahora mismo que te acerque a esas metas? 

Diseña un plan de acción para aquello que sea más relevante para ti en este 2016, definiendo plazos, recursos, acciones, apoyos,...y ¡Adelante! 

Las piedras (dificultades) que encuentres te enseñarán algo más de quién eres, de cómo eres. Y si no sabes que hacer con ellas, siempre las puedes cambiar con algo de pintura. ¡Feliz año nuevo!