30 de marzo de 2015

Las soluciones que suman o superponiendonos

Dos estados mutuamente excluyentes, no pueden coexistir en la "realidad". 

¿Y qué es la realidad? ¿Dónde se ubica? Siguiendo la paradoja de Schrödinger, fuera de la caja. Es allí dónde se sitúa la realidad y solo cuando la abrimos uno de los estados se revela como "verdadero" y mientras la caja está cerrada cualquiera de las dos opciones son validas. 

Vale, ahora imaginemos que estamos preparando algún tipo de negociación y prevemos dos o más posibles soluciones, mutuamente excluyentes. Imagina que cuando te diriges a la "mesa de negociaciones" estás entrando en la caja que se cerrará y una vez finalizado el proceso se abrirá y habrá un resultado. Sin embargo, mientras ambas partes implicadas en la negociación estéis dentro de la caja, todas las posibilidades son reales y existen. ¿Cómo afrontarías esta negociación desde este punto de vista? ¿Te influiría de alguna manera en tus argumentos y pensamientos? 

Creo que en nuestras cabezas existe esa caja en la que todas las posibilidades coexisten, son reales y tienen las mismas probabilidades de ser recreadas en la realidad, fuera de nuestras cabezas, al menos en algún momento. Incluso, existen muchas más posibilidades que en el imaginario experimento de Schrödinger. Quizás, lo que nos falta es abrir nuevas vías a nuestro pensamiento para llegar a ellas, para que se vuelvan presentes y por lo tanto posibles. 

Imagina que no necesitas excluir y que pudieras superponer soluciones en tu próxima negociación o reunión comercial por ejemplo. ¿Qué harías? ¿Cómo la empezarías? Te invito a escribir al menos tres ideas diferentes que se te ocurran, quizás después de ver el vídeo. 





25 de marzo de 2015

Dale a tus preguntas tiempo para respirar o abrazar la incertidumbre


“Deja todo por definir
Incluyéndote a ti mismo.

Haz amistad con la incertidumbre
Enamórate del misterio

Arrodíllate ante el altar
del No saber.

Dale a tus preguntas
tiempo para respirar

Y las respuestas
te encontrarán”

Jeff Foster


Lo leí hace unos días y me sugiere tantas buenas reflexiones…

Sobre la necesidad cada día más creciente de etiquetarlo todo. Etiquetamos lo que escribimos en twitter, en los blog. Etiquetamos las cosas que vivimos, las cosas que poseemos,etiquetamos a las personas (fulanito es “x”), incluso nos etiquetamos a nosotros mismos (yo soy de tal manera o de tal otra). Qué manera más absurda de limitarnos, de acotarnos!!

Necesitamos controlar lo que sucede a nuestro alrededor, necesitamos controlar lo que nos sucede, tener planes, saber lo que va a acontecer, incluso necesitamos controlar lo que sentimos, no vaya a ser que me sorprenda a mi mismo/a y me desconcierte sintiendo algo “que no toca o corresponde”

Aparecen dudas en nuestra cabeza, decisiones que queremos tomar y queremos que sea ya, no permitimos que esas inquietudes estén mucho tiempo en nosotros. La impaciencia hace que anulemos o que no escuchemos a una parte de nosotros, un conocimiento más intuitivo, más emocional o corporal perdiéndonos una parte muy rica de nuestra persona. Últimamente soy consciente que vivimos tan deprisa que ni tiempo queremos dar a las estaciones del año a ser el tiempo que necesiten. Qué barbaridad!!!. Menos mal que la naturaleza no sigue nuestros deseos y un día como hoy está lloviendo a mares.

Jeff Foster nos invita (y a mi me gusta la idea) a abrazar la incertidumbre. En la medida en que comprendo e integro este hecho en mi, resulta más sencillo y amable el mundo, la vida, lo que acontece. No puedo controlarlo todo y además de imposible, resulta agotador intentarlo.


¿Dejas que el caos anide en ti? ¿Te permites no tener respuestas para todo y en todo momento? ¿Qué sucedería si lo permitieras de verdad?

23 de marzo de 2015

8 claves para el buen cambio

8 ideas que pueden ayudarnos
Estás confuso/a, no sabes muy bien qué te sucede. Estás incómodo/a en tu propio traje, no encuentras las palabras para definir qué te incomoda exactamente, pero no quiere estar donde estás, no quieres seguir en el mismo lugar. Quieres un cambio en tu vida, aunque no tienes muy claro qué decisiones tomar.

¿Te suena de algo?

Es cierto que en situaciones así tenemos varias opciones (es lo maravilloso de la vida, que siempre hay opciones, alternativas…aunque no lo creas!) y una de ellas es tomar las riendas de la situación. ¿Qué significa eso? ¿Cómo hacerlo?

1-      Siendo honesto/a contigo mismo/a

De nada sirve hacerse buenas preguntas si no vamos a responder con honestidad. Es importante que cerremos los ojos, conectemos con nuestro cuerpo (con sus sensaciones) y seamos sinceros. Actuar desde la honestidad, ser íntegros y coherentes con nosotros/as mismos/as nos dará mucha, mucha fuerza interior.

2-      Confiando en tus posibilidades

Querer cambiar algo no es suficiente. En la fórmula del cambio además juega un papel clave las creencias que tengo acerca de mis propias habilidades y posibilidades de lograrlo. Si creo que puedo (que soy capaz), estaré mucho más preparado/a para afrontar las dificultades y reveses.

3-      Teniendo voluntad

No abandonando a la primera de cambio, asumiendo que nadie no dijo ni nos prometió que fuera a ser fácil (quizá si lo sea, quizá no). Comprendiendo que es importante que hagamos todo lo que esté en nuestras manos (al menos la parte que dependa de nosotros/as).

4-      Estando dispuesto/a a tomar decisiones

Recodando, claro que está, que no tomar una decisión es una decisión tomada. Tomar decisiones es tomar la iniciativa, ser una persona proactiva y no reactiva.

5-      (y relacionado con lo anterior) Estando dispuesto/a a equivocarse

Y pasarlo mal por ello. Equivocarse, perder, fracasar o lo que es lo mismo, comprender, aprender, ensayar, probar, vamos… vivir sin los rodilleras, casos, escudos, chaleco antibalas o traje de neopreno. Vivir supone errar, equivocarse, sentir pérdidas y también, claro está, sentir sorpresa, alegría, amor, triunfo, ganancias….

6-      Agradeciendo lo que ya tenemos.

Porque cambiar es necesario, porque acercarnos a cosas nuevas es maravilloso y saludable y además es importante dar valor a lo que ya tenemos, quizá sea nuestra salud, o quizá nuestra familia o amistades o quizá alguna habilidad que tenemos….estoy segura que podemos encontrar motivos de los que estar agradecida/o y lo importante es que no nos olvidemos (en nuestro cambio o nueva búsqueda) de todo ello.

7-      Manteniendo el buen humor o tomarnos la vida con más ligereza

Y sé que no será fácil, aunque está demostradísimo que es la mejor de las maneras. Hay muy pocas cosas que sean tan transcendentes o importantes para que merezca la pena perder nuestro buen humor o buena disposición ante la vida. Merece la pena probar.


8-      (Y sin ser indispensable, ayuda…) Apoyándonos en otras personas

Pueden ser de nuestro entorno, personas conocidas, amigas, familiares o quizá lo que te pida el cuerpo en este momento es que sea alguien ajeno, alguien que no te conozca, alguien que tenga una mirada fresca respecto a ti, alguien que de manera profesional pueda acompañarte en esta nueva aventura….ese alguien, puede ser una coach. Esto es algo que puedes encontrar en Kaiden.

Si te gusta lo que escribimos, de lo que reflexionamos, nuestra manera de entender el trabajo y la vida, quizá seamos unas buenas coach para ti. ¿Quieres probar?


18 de marzo de 2015

Algunos inicios y otros finales

Algunas veces coinciden finales potentes con inicios prometedores. Te encuentras en un cruce de caminos y casi lo único que puedes expresar es un enorme agradecimiento de corazón. 

Tras más de cuatro años nos encontramos en un momento así en Kaiden. El inicio de una re-definición y re-orientación profunda, honesta y de corazón con algunas despedidas llenas de agradecimiento y amor. 

El sábado pasado llevamos a cabo el último taller de desarrollo personal tal y como los hemos concebido hasta ahora, tras cuatro años, tanto el público como nosotras necesitamos un cambio. Esto supone pasar por un parón necesario en el que no programaremos talleres o trabajos similares. Estos cuatro años nos han regalado momentos inolvidables, encontrarnos con personas encantadoras que nos han enseñado mucho con toda su generosidad y confianza. Nos hemos soltado, hemos soñado, creado y crecido con vosotras y vosotros. Por eso, os damos las gracias. 

Y el lunes pasado, nos sumergimos en el inicio de un cambio que toca la estructura desde donde lanzábamos nuestras propuestas para adaptarnos de manera real y profunda a nuestros cambios y necesidades. Al lugar al que hemos llegado tras estos 4 años y medio, con tantos aprendizajes, experiencias y compartires con personas, organizaciones, aliados,...con todas vosotras y con todos vosotros. 

¡Nos quitamos un corsé y veremos qué llega y cómo! 

También por todo lo aprendido, por todo lo vivido hasta ahora y por los caminos que empezamos a abrir que nos piden un cambio profundo, gracias. 

16 de marzo de 2015

Tres regalos, tres tesoros...

Tres regalos que decido hacerme, que decido abrir y dejar que me sorprendan.

1. Incorporar un nuevo hábito. No siempre es necesario dedicar una enorme cantidad de tiempo y de cuadernos a escribir y pensar y reflexionar sobre los cambios que necesito llevar a cabo para conseguir tal o cual objetivo. A veces basta con pedir prestada la mirada a otra persona y observarte y descubrir algo sencillo que puedes empezar a hacer ahora mismo. ¿Necesitas gasolina para aguantar el ritmo, los retos, el día o la semana? ¿Utilizas combustible de calidad? ¿No estás segura, seguro? Y qué tal si empiezas a comer más fruta o verdura cruda de la habitual...¿Qué crees que pasaría?

2. Descubrir la belleza en la imperfección abiertamente. Si, hemos oído y seguramente dicho en muchas ocasiones que "nadie es perfecto", que "buscar la perfección es una pérdida de tiempo", etc., etc., sin embargo, escondemos esas imperfecciones que nos sabemos cuando decidimos no hablar en público, que se me da muy mal, no acudir a un evento con personas desconocidas, que me da vergüenza, no bailar en grupo que uffff....me siento muy incómoda. Sin embargo, un día lo haces, te das permiso de dudar, de "pasarlo mal" y aún así, lo haces. Ese momento es mágico, es un magnífico regalo de ti hacia ti: te estas aceptando de manera verdadera y honesta con tu imperfección. Yo te aseguro, que ese día brillas más que nunca y que tu belleza es aún más notable. 

3. Darle la vuelta a mis lastres y dejar de verlos. Solemos tener identificados uno, dos o varios lastres más...si, eso que decimos habitualmente "a mi se me da mal....", "esto no es mi fuerte....", "mis bloqueos suelen estar relacionados con....". Podríamos decir que somos expertas y expertos en nuestros lastres. ¿Y si no es un laste? ¿Y si simplemente estas mirado hacia donde no es necesario? ¿Y si no has levantado la piedra en la que está escondida la respuesta? Quizás no se te da mal algo, simplemente no forma parte del patrón natural con el que tu cerebro piensa o lo hacía cuando eras peque y que te hace vibrar. Si eres una persona creativa que piensa en formas y colores ¿por qué te empeñas en ser una hoja de excel o un listado de tareas, siempre escritas en negro, por supuesto? Si eres orden y estructura ¿para qué te peleas intentando componer la música para que tu equipo baile en armonía y crezca cada día? 

A veces, puedes pedir apoyo a las personas cercanas, puedes pedirles prestada su mirada, sus palabras, su mente....otras puedes contactar con un coach y dejarte sorprender por ti misma, por ti mismo y hacerte regalos como estos tres que comparto contigo. 

11 de marzo de 2015

Me burlo de mi dolor, para que no lo hagas tú.


“Quería decirte las palabras más hondas que te tengo que decir, pero no me atrevo, no vayas tú a reírte Por eso me río de mi mismo y desahogo en bromas mi secreto. Si, me estoy burlando de mi dolor, para que no te burles tú.
 
Quería decirte las palabras más verdaderas que tengo que decirte, pero no me atrevo, no vayas a no creerme. Por eso las disfrazo de mentira y te digo lo contrario de lo que te quisiera decir. Si, hago absurdo mi dolor, no vayas a hacerlo tú.
 
Quisiera decirte las palabras más ricas que guardo para ti, pero no me atrevo, porque no vas a pagarme con las mejores tuyas. Por eso te nombro duramente y hago alarde despiadado de osadía. Si, te maltrato, de miedo a que no comprendas mi dolor (…)
 
Rabinranath Tagore
  

Y si, este poema nos muestra las consecuencias que tiene en nuestra persona y en nuestras relaciones personales y profesionales nuestra incapacidad para mostrar y expresar lo que pensamos, lo que sentimos y en definitiva, lo que necesitamos, lo que anhelamos, lo que deseamos.

Cuando dejo de mostrarme, de ser quienes soy, de afirmarme por miedo a que no me comprendan, por miedo a que se burlen, por miedo a que no me tengan en consideración o por miedo a que no me respeten ¿No me estoy faltando a mi misma al respeto? ¿No me estoy burlando de mis emociones? ¿No me estoy ninguneando?

Me parecía importante hacer esta reflexión, pues muchas veces lo que obtenemos en nuestras relaciones es lo que nos damos a nosotros/as mismos/as. El próximo sábado trabajaremos en Madrid sobre esto y mucho más. La capacidad de afirmarse, de respetarme, de poner límites sin sentirme culpable es lo que se conoce como ser una persona asertiva. La asertividad es mucho más que una forma de comunicarnos como muchas veces se limita.

Si estás interesado/a en profundizar sobre esta cuestión, quedan unos días para que te apuntes a “Afirmarte y poner límites sin sentirte culpable” el 14 de marzo. Te esperamos!!!






9 de marzo de 2015

El día Internacional de la Mujer o tener una mirada empoderante.

Hace 3 años escribí en este blog sobre el Día Internacional de la Mujer y las creencias limitantes.

Es una de las entradas más vistas de este blog y tres años después me animo a continuarla y/o ampliarla.

Escribía, entonces, sobre las creencias que tenemos acerca de nuestra persona, de nuestras habilidades y capacidades. De qué manera nos influye la mirada ajena, los roles supuestos, las expectativas y la necesidad de hacer una revisión profunda para ayudarnos a crecer y desarrollarnos.

Hoy quiero apuntar otra idea y es poner en valor lo que ya tenemos, lo que ya hacemos. Muchas personas, (hoy hablo de las mujeres) tienen una mirada propia, de si mismas, de escasez, de ser “poca cosa”, de no “ser suficiente”, de “valer poco”, de “ser poco capaces”, de estar alejadas de las necesidades de la sociedad, sintiéndose rechazadas por el mercado laboral, fuera de lo que la sociedad demanda para ser valiosa.

Creo que como sociedad deberíamos revisar nuestros valores y ponerlos en cuarentena. Y yo, me pregunto, reflexiono…

  • ¿Qué clase de sociedad se permite el lujo de exigir a generaciones enteras de mujeres dedicarse casi en exclusiva a la crianza familiar y el cuidado del hogar para luego expresar que esa labor no se tiene en cuenta o no es valiosa?
  • ¿Qué clase de sociedad se permite el lujo de excluir del mercado de trabajo a casi la mitad de la población por el mero hecho de decidir tener familia?
  • ¿Qué clase de sociedad estamos creando entre todas y todos?
  • ¿Qué mirada o visión tenemos que sólo consideramos valioso lo que es productivo en términos económicos?
  • ¿Qué mirada tenemos de nuestra propia persona o de nuestra propia vida si nos identificamos con la idea de que lo que no es exitoso en términos económicos no es valioso?
  • ¿De qué manera estamos cayendo en las trampas que nosotros/as mismos/as queremos cambiar?


Cada persona, seamos mujeres u hombres, podríamos aprovechar una conmemoración como esta para reflexionar sobre qué papel estamos jugando para mantener esta sociedad no igualitaria en término de oportunidades o qué estamos haciendo para contribuir a su cambio.

¿Soy parte del problema o de la solución?

Os dejo un vídeo de la campaña de ONU Mujeres Beijing+20 “Empoderando a las Mujeres, Empoderando a la Humanidad: ¡Imagínalo!”






4 de marzo de 2015

La inteligencia emocional en niños y niñas

Si en tu entorno hay niños y/o niñas obsérvalos un rato. Observa como interactuan con otras personas conocidas, desconocidas, adultas, niñas,.... 

Observa qué expresan con palabras y qué con gestos. Observa su honestidad...

¿Te das cuenta de lo natural que es para un niño o una niña expresar lo que está sintiendo? Especialmente si no supera aún los 6 años, edad en la que distinguen de manera sistemática la manifestación externa de la emoción y la experiencia de la misma. 

Esta observación nos permite conectar con la manera natural de vivir las emociones, la manera en la que aparecen, nos informan, se desvanecen, cambian,... 

Ahora piensa en cómo lo haces tú. ¿Expresas siempre de manera natural lo que sientes? ¿Cuáles emociones y sentimientos expresas y cuáles no? ¿Podría ser distinto para estos niños y niñas al llegar a la edad adulta? 

Creemos que si, que puede ser distinto. De hecho, muchos profesionales de la psicología infantil, de la educación, del arte y de la pedagogía coincidimos en creer que una educación emocional o el desarrollo de la inteligencia emocional en edades infantiles puede marcar una gran diferencia. 

Reconocer y distinguir las emociones, ampliar nuestro vocabulario emocional, desarrollar la empatía, la colaboración, la iniciativa, el optimismo, la capacidad para inspirar o gestionar las propias emociones y los conflictos, son algunas de las habilidades y competencias que se adquieren cuando trabajamos la educación desde la perspectiva de la inteligencia emocional. El juego simbólico, las expresiones artísticas y representaciones teatrales, son ingredientes potentes y a la vez fáciles de entender para niños y niñas. 

Kaiden aporta su experiencia y conocimientos en inteligencia emocional y los pone al servicio de la sociedad a través de un proyecto conjunto con la Asociación Espacio Rojo. Este proyecto, Creatividad y Emoción, se enmarca inicialmente en el aula y su desarrollo natural nos invita a probar nuevos espacios, nuevos escenarios. Próximamente en nuestra newsletter te hablaremos más del proyecto.  

2 de marzo de 2015

Las sesiones de apoyo o adaptarnos a tus necesidades

Creemos que aún no es del todo conocido el coaching como proceso de desarrollo personal en nuestra sociedad. A través del coaching, la persona o equipo de trabajo se empodera y acelera sus procesos de cambio o de desarrollo en el ámbito que desea, partiendo de su propia motivación, recursos y autonomía. 

Nos da la sensación que se sigue asociando a una "moda" extranjera o palabra comodín, que usan en la televisión o las multinacionales....y nada más lejos de la realidad. 

No vamos a decir que el coaching es la respuesta a todo, porque no creemos que exista lo absoluto. Cada necesidad, cada persona, cada momento elije el camino a tomar y el vehículo que le llevará, el coaching es solo uno de ellos. 

Se suele hablar de sesiones y de procesos de coaching. Es habitual por lo tanto, que una persona lleve a cabo un proceso compuesto de un número de sesiones en función de su necesidad, su claridad al plantear un objetivo y su dedicación y esfuerzo entre sesiones. Sin embargo, en las ocasiones en las que la persona u organización tienen ya un hábito creado para el trabajo en su propio desarrollo, una sesión puntual tiene mucho sentido. 

Tiene mucho sentido abrir la puerta para contrastar dudas o quizás algún bloqueo; tiene sentido confrontar alguna creencia o idea que actúa de lastre en tu proceso de cambio; tiene sentido afinar el aprendizaje de una herramienta práctica para ganar eficacia. 

¿Eres una persona que se ocupa de su desarrollo y crecimiento personal y profesional? ¿Tu organización dedica recursos anualmente a facilitar el desarrollo de las personas que forman parte de ella? ¿Quieres probar? Las sesiones pueden ser presenciales u on line. Pídenos más información: info@kaiden.es