16 de marzo de 2015

Tres regalos, tres tesoros...

Tres regalos que decido hacerme, que decido abrir y dejar que me sorprendan.

1. Incorporar un nuevo hábito. No siempre es necesario dedicar una enorme cantidad de tiempo y de cuadernos a escribir y pensar y reflexionar sobre los cambios que necesito llevar a cabo para conseguir tal o cual objetivo. A veces basta con pedir prestada la mirada a otra persona y observarte y descubrir algo sencillo que puedes empezar a hacer ahora mismo. ¿Necesitas gasolina para aguantar el ritmo, los retos, el día o la semana? ¿Utilizas combustible de calidad? ¿No estás segura, seguro? Y qué tal si empiezas a comer más fruta o verdura cruda de la habitual...¿Qué crees que pasaría?

2. Descubrir la belleza en la imperfección abiertamente. Si, hemos oído y seguramente dicho en muchas ocasiones que "nadie es perfecto", que "buscar la perfección es una pérdida de tiempo", etc., etc., sin embargo, escondemos esas imperfecciones que nos sabemos cuando decidimos no hablar en público, que se me da muy mal, no acudir a un evento con personas desconocidas, que me da vergüenza, no bailar en grupo que uffff....me siento muy incómoda. Sin embargo, un día lo haces, te das permiso de dudar, de "pasarlo mal" y aún así, lo haces. Ese momento es mágico, es un magnífico regalo de ti hacia ti: te estas aceptando de manera verdadera y honesta con tu imperfección. Yo te aseguro, que ese día brillas más que nunca y que tu belleza es aún más notable. 

3. Darle la vuelta a mis lastres y dejar de verlos. Solemos tener identificados uno, dos o varios lastres más...si, eso que decimos habitualmente "a mi se me da mal....", "esto no es mi fuerte....", "mis bloqueos suelen estar relacionados con....". Podríamos decir que somos expertas y expertos en nuestros lastres. ¿Y si no es un laste? ¿Y si simplemente estas mirado hacia donde no es necesario? ¿Y si no has levantado la piedra en la que está escondida la respuesta? Quizás no se te da mal algo, simplemente no forma parte del patrón natural con el que tu cerebro piensa o lo hacía cuando eras peque y que te hace vibrar. Si eres una persona creativa que piensa en formas y colores ¿por qué te empeñas en ser una hoja de excel o un listado de tareas, siempre escritas en negro, por supuesto? Si eres orden y estructura ¿para qué te peleas intentando componer la música para que tu equipo baile en armonía y crezca cada día? 

A veces, puedes pedir apoyo a las personas cercanas, puedes pedirles prestada su mirada, sus palabras, su mente....otras puedes contactar con un coach y dejarte sorprender por ti misma, por ti mismo y hacerte regalos como estos tres que comparto contigo. 

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