7 de agosto de 2013

La oportunidad de las vacaciones

A lo largo del año pasamos algún (mucho o poco) tiempo deseando hacer cosas distintas a las que hacemos en nuestro día a día. Llenamos el año de obligaciones, de compromisos poco satisfactorios. Quizá trabajemos en algo que sólo nos aporta dinero o quizá llevamos meses dejando de comer lo que nos gusta para lucir silueta, o quizá llevamos tiempo atrapados/as en una relación que no nos satisface por que de alguna manera tememos el estar con nosotros/as mismos/as.

Sea como fuere, en mayor o menor medida, creo que gran parte del desarrollo personal pasa por cada día estar más cerca de nuestros valores, de quienes somos en realidad, de vivir, sentir, hacer, decir lo que realmente nos sale y no lo que se espera de nosotros/as.

¿Qué te gustaría escribir durante estas vacaciones?
El verano, las vacaciones, son un excelente momento para parar. Para dejar que el cuerpo descansado nos vaya pidiendo. Para conectar con nuestros sueños profundos. Para hacer pequeñas locuras o salir de nuestra zona de confort. Para conocer nuevas personas, lugares, experiencias que nos permitan ver el mundo desde otra perspectiva y así cambiar nuestro mapa. Las vacaciones, el tiempo libre significa una página en blanco para hacer y deshacer.

Mi consejo, no pedido, es que utilices ese tiempo, ese espacio para conectar....contigo y a partir de ahí, coger fuerzas para tomar decisiones y pasar a la acción.

¿Qué te gustaría hacer estas vacaciones? ¿Qué territorio te gustaría explorar de ti mismo/a?

5 de agosto de 2013

Las emociones y el coaching II

¿Quien espeja a quien?
Ya escribí hace semanas sobre cómo se puede trabajar desde el Coaching las emociones que tiene el cliente (coachee) en un proceso de cambio.

Hoy prefiero hacerlo sobre las emociones del coach, es decir, de la persona que apoya o ayuda durante el proceso.

A veces creemos que la persona que escucha (y devuelve preguntas clarificadoras, cuestiona, espeja...) no siente nada durante el proceso. Creemos que un/a buen/a profesional es quien no se le "mueve la vela" ante lo le sucede al coachee, que no puede dejarse afectar.

Pensar así o creerlo o pretenderlo en todos los casos y situaciones es poco realista, además de generar unas expectativas muy alejadas de la realidad.

En cualquier relación de ayuda (y el proceso de coaching lo es) se asume, por parte del/a profesional, el "riesgo" de sentir emociones mientras estás escuchando y apoyando al cliente. Sentir emociones porque lo que te está contando de alguna manera te habla de ti, de tus necesidades, de tus proyectos, de tus ilusiones, de tu propia realidad.

No hablo de contagio emocional, necesariamente, sino de la realidad que supone que la persona que apoya o ayuda a otras también vive sus propios procesos personales y hay que saber qué parte es mía (como profesional) y qué parte tiene que ver con el cliente o coachee.

Desde que tengo la oportunidad de trabajar con personas y sus procesos de cambio me doy cuenta que mi crecimiento es exponencial. Como coach, espejo a mis clientes, pero ellos y ellas me muestran (sin saberlo) tantas cosas de mi que no puedo estar más que agradecida.