27 de diciembre de 2011

Los sueños del 2012

Las semanas entre nochebuena y la noche de reyes son propicias para hacer balance del año que va llegando a su fin y soñar, ilusionarnos y plantearnos metas y proyectos para el año que está a punto de llegar.

Cuando hago el balance del año me gusta centrarme en lo que he aprendido, las personas y lugares que he descubierto y todo aquello por lo que estoy agradecida.

Sobre los sueños, ilusiones y planes tengo que reconocer que es algo que cada día lo tengo más incorporado a mi día a día, aunque también sé que es útil hacer un ejercicio más formal de vez en cuando. Yo he comenzado esta semana a dedicarle tiempo y voy a compartir unas recomendaciones para quien se anime a fijarse unas metas u objetivos para el 2012.

1- Escribir (y esto importante, no quedarnos en imaginarlo) todo lo que quiero ser, hacer y tener. No tengamos miedo ni pudor. Sólo lo vamos a leer nosotr@s. Sólo este paso, el de escribir nuestras metas es más poderoso de lo que nos creemos a priori.

2- Dejar pasar 24 horas y tras ese tiempo, volver a leer el listado y preguntarnos con cada deseo ¿Por qué lo quiero? ¿Por qué es un objetivo importante para mi? Si no sabemos responder a estas preguntas, no pasa nada. Haremos una marca o señal sobre los deseos que no tienen respuesta porque quizá dentro de un tiempo si lo tengan. No hay que borrarlos ni desecharlos.

3- Es importante encontrar el equilibrio y por tanto que ese listado haya “deseos” que impacten en todas las áreas de nuestra vida. (Salud, Amor, Trabajo o carrera profesional, Finanzas, Familia, Vida Social…..)

4- Clasificar las metas en tres grandes bloques:

· Metas a largo plazo o de largo alcance. Aquellas que nos dirigen o guían el camino. Aquellas que dan sentido al día a día y que nos alientan a seguir y evitan la frustración cuando nos encontramos con un obstáculo o un revés.

· Metas diarias. Nos van a permitir ver los avances cada día y así retroalimentarnos y seguir motivad@s.

· Metas específicas. Quizá algunas no puedan serlo, pero si la gran mayoría.

5- Hacerse 5 preguntas con cada meta.

· ¿Es esta mi meta?

· ¿Es ecológica para el resto de personas que intervienen en ella?

· ¿Me acerca o me aleja de los objetivos importantes de mi vida?

· ¿Puedo comprometerme emocionalmente con la meta?

· ¿Puedo alcanzar esta meta?

6- Elegir 4 metas y trabajarlas a diario. Son los actos diarios los que nos encaminarán a la meta. Sin acción nos quedamos en un bonito ejercicio de planificación o de visualización. Es importante y satisfactorio dar pasos concretos, por pequeños que parezcan.

7- Revisar todas las metas al menos una vez al mes. Así nos mantenemos conectados y en sintonía. Se trata de encontrar la alineación entre lo que hacemos cada día con lo que son nuestras metas más a largo plazo, con lo que realmente queremos.

Espero que estas recomendaciones os resulten útiles y las pongáis en práctica y aprovecho para desear un año 2012 llenos de sueños cumplidos.

21 de diciembre de 2011

El mejor regalo del mundo

Todos los años por estas fechas, el centro del pueblo se llena de familias, parejas, personas que van a buscar algún regalo bonito, especial, único para otra persona, también especial y única.

Arnold piensa sentado frente a la ventana de su habitación cual sería para él ese regalo único, especial, bonito. Cierra los ojos y recrea todo tipo de imágenes en su mente: los viajes que ha hecho cada verano con su familia, las risas y bromas entres su madre, su padre y él cuando decoran el árbol de navidad, las meriendas diarias, el día que se mudaron a aquella casa y sin muebles aún, tendieron una manta en el suelo del salón e hicieron un pic-nic en casa como su primera comida,...recuerdo a recuerdo, Arnold entra en un estado de paz y tranquilidad tal, que se queda medio dormido y entonces sueña......

Sueña que comparte todos esos recuerdos con las personas que más quiere en este mundo.

Sueña que todas las personas que buscan regalos en el centro, sienten el mismo calor y la misma paz que ha sentido él.

Sueña que cada imagen que ha recordado se hace realidad por un instante de nuevo.

Sueña que su vida es y será así de maravillosa y que siempre podrá compartirla con las personas que más quiere en este mundo.

Cuando despierta sabe exactamente cual es el mejor regalo que puede hacer a sus padres. Va corriendo al desván y recupera una antigua grabadora de casetes y encuentra una cinta nueva, sin abrir, justo a lado. Parece que le ha estado esperando todo este tiempo. Los coge y cuando se dirige escaleras abajo a toda prisa, recapacita un momento y entonces piensa que el desván es un buen sitio para preparar su regalo. Busca un rincón silencioso y soleado y se acomoda. Empezará a grabar, recuerdo a recuerdo, el relato de su vida, de las imágenes, de las risas y de cada momento que ha pasado antes por su cabeza y que le ha sumergido en esa sensación de paz, de confort y de amor. Tiene aún tres días para prepararlo y sabe que este será el mejor regalo del mundo.

14 de diciembre de 2011

¿Qué necesitas?


He leído en los últimos días “Un ataque de lucidez” de Jill B. Taylor (neuroanatomista). El libro es recomendable por muchos motivos, pero a mi me sirve hoy para reflexionar sobre nuestra capacidad para detectar lo que necesitamos y pedirlo si es preciso.
La autora describe en el libro, de una forma maravillosa por cierto, cómo se transformó su vida (y su conciencia) tras sufrir un ictus hemorrágico en el hemisferio cerebral izquierdo. Podemos, a través de su experiencia y descripciones, comprender mucho mejor cómo funciona cada uno de nuestros hemisferios, las conexiones entre ellos y cómo puede variar nuestra percepción de la vida, de la realidad si uno de ellos (en este caso el izquierdo) no funciona con normalidad.
En su caso, tras perder parte de las funcionalidades del hemisferio izquierdo, precisaba que las personas de su entorno (personal médico, familiares y amigos) tuvieran presente que ella necesitaba, entre otras cosas:
  1. Que la gente me tratara como si me fuera a recuperar por completo.
  2. Que la gente que me rodeaba creyera en la plasticidad de mi cerebro y en su capacidad de crecer, aprender y recuperarse.
  3. Mi cerebro necesitaba estar protegido y aislado de la estimulación sensorial molesta, que se percibe como ruido.
  4. Reconocer el poder curativo del sueño.
  5. Que la gente me quisiera, no por la persona que yo había sido, sino por la persona en la que podía convertirme.
  6. Que los que me rodeaban me animaran. Saber que todavía valía algo. Tener sueños en los que avanzar.
  7. Poner a prueba mis sistemas cerebrales.
  8. Preguntas de múltiples opciones.
  9. Definir mis prioridades para recuperar lo que más me interesaba y no malgastar energía en otras cosas.
  10. Centrarme en mi capacidad y no en mi incapacidad.
  11. Que la gente celebrara los triunfos que lograba cada día, porque mis éxitos, por pequeños que fueran, me inspiraban.
  12. Aceptar el apoyo, el amor y la ayuda de otros.
  13. No ponerme trabas a mí misma durante el proceso de recuperación.
  14. Descomponer cada tarea en pasos o actos más pequeños y simples.
  15. Que todos asumieran que no sabía nada y necesitaba reaprenderlo todo desde el principio.
  16. Que me enseñaran con paciencia
  17. Que la gente se me acercara y no tuviera miedo de mí.
  18. Que mis visitantes me aportaran energía positiva
Mucho de lo escrito en esta lista…. ¿no las necesitamos todos y todas? ¿Seríamos capaces de hacer una lista similar con las cosas que necesitamos de las personas que nos rodean? ¿Qué efecto podría tener en nuestra vida y en la vida de los que nos rodean?
PD. Jill B. Taylor ha contado su experiencia, además de en el libro, en múltiples conferencias, así que os enlazamos sus vídeos también




9 de diciembre de 2011

El camino del cole a casa

Arnold, un niño de 7 años, volvía a casa desde la escuela andando. Lo hacía así desde el inicio del curso, sus padres le habían enseñado a prestar atención a todas y cada una de las cosas que sucedían en la calle y así él aprendió cuando podía y cuando no podía cruzar las calles, por dónde debía hacerlo, con quién podía y con quién no podía hablar, etc.

Además su casa estaba a 7 minutos del colegio.

Arnold se sentía mayor. Ninguno de sus compañeros del cole, volvía a casa andando él solo.

-“Pobre niño, sus padres no se ocupan de él. ¡Mírale como anda solo hasta casa!” Dijo la señora Peterson, sujetando a su hijo David fuertemente por el hombro.

-“¡Es una vergüenza!”- dijo la señora O’Connor “estos padres son de lo más irresponsables, seguro que se olvidan de que el pequeño existe.”

Arnold escuchaba estos comentarios diariamente. Los empezó a escuchar a las pocas semanas de haber empezado el curso.

Dobló la esquina, y en el número 7 estaba su casa. Abrió la puerta con la llave enlazada en un cordón azul que llevaba al cuello y que su madre le colgaba cada mañana al vestirle.

-“¡Hola mamá! ¡Hola papá!”- saludó Arnold.

-“¡Hola cariño! ¿Qué tal ha ido el día en el cole?”

Se sentaron los tres a merendar en la cocina y a charlar sobre cómo había ido el día, tal y como hacían siempre.

29 de noviembre de 2011

¿Nos resistimos a lo que es?

Leía el otro día en “El poder del ahora” de Eckhart Tolle algunas perlas que espero me ayuden a reflexionar sobre la resistencia y de paso avanzar un poco en el concepto de la aceptación.

Reconozcámoslo, todos y todas en algún momento de nuestra vida nos hemos quejado acerca de nuestra realidad más próxima o sobre lo que nos rodea. Esas quejas no son otra cosa que resistencias.

Dice E. Tolle:

“Toda resistencia interna se experimenta como negatividad de uno u otro tipo. Toda negatividad es resistencia. (…) La negatividad va desde la irritación o la impaciencia hasta la ira encendida, desde el estado de depresión anímica o resentimiento (…)

“El ego cree que puede manipular la realidad mediante la negatividad y conseguir lo que quiere. Cree que la negatividad le permite atraer un estado agradable o disolver un estado desagradable. (…) La negatividad no funciona. En lugar de atraer un estado deseable, más bien la impide emerger. En lugar de disolver un estado indeseable, lo mantiene en su lugar. La única “utilidad” de la negatividad es fortalecer el ego (…)”

En realidad, nuestra manera poco consciente de movernos o de manejarnos por la vida, hace que creamos que quejándonos, cambiamos nuestra realidad o cambiamos lo que nos hace sentir. Pero como dice E. Tolle no sólo no lo cambiamos sino que lo hacemos mucho más presente, mucho más visible.

Es evidente que es poco controlable, por nuestra parte, que todo lo que suceda nos agrade o nos resulte valioso o coincida al 100% con lo que deseamos. No depende todo de nosotros, por lo que es importante que comencemos a trabajar la aceptación. Aceptar lo que es. No resistirse.

Aceptación es, como dice Mario Alonso Puig, “reconciliarse con la realidad” y es ahí donde se diferencia claramente de la resignación, que sería creer o considerar que nada se puede hacer por variar la situación.

Aceptación supone ir más allá de la queja y pasar a la acción, tomar las riendas, asumir nuestra parte de responsabilidad. No se trata de revelarse contra la situación en si, sino contra lo que esa situación nos supone a nosotros. Darnos cuenta que podemos responder de otra manera. Esa sería nuestra libertad última. Eso si depende de nosotros.

Supongo que a veces nos resulta más cómodo desgastarnos queriendo cambiar lo que no está en nuestras manos o adoptando un rol de víctima, dedicando nuestro tiempo y energía a sentirnos poco afortunados. Quizá sea el momento de tomar conciencia y adoptar otro punto de vista.

Preguntas que nos pueden apoyar:

  • ¿Qué puedo hacer o dejar de hacer para que esta situación no me desgaste?
  • ¿Me identifico tanto con lo que no me gusta de mi vida que no deseo cambiarlo? ¿Me define?
  • ¿Qué me aporta ese papel de víctima o esa queja?
  • ¿No es una excusa para no cambiar?

23 de noviembre de 2011

La felicidad más allá de los euros

Me ha llamado la atención un artículo publicado hoy en el país (sociedad) que se titula "¿Quiere ser feliz? Hágase sacerdote, bombero o fisioterapeuta."

Según un estudio del Centro Nacional de Investigación de Opinión de la Universidad de Chicago, la percepción de las personas de ser feliz desarrollando su trabajo, no está relacionada con la recepción de un buen sueldo, muy por el contrario, según se señala, los puestos peor valorados son también algunos de los mejor remunerados.

Las personas parece que nos sentimos felices en el trabajo cuando en este, nuestra principal labor se dirige a ayudar a otras personas, a hacer algo por y para los demás. También parece que nos satisface más el trabajo cuando, además, podemos interaccionar con otras personas.

Otro factor que "nos pone" es la autonomía, ser capaces de administrarnos nuestro tiempo y nuestros recursos de manera autónoma y sin que dependa de nadie, incluso cuando no recibimos una contrapartida económica en todas las ocasiones, nos produce sensación de bienestar, de satisfacción y felicidad, o si no que se lo pregunten a escritores, artistas, escultores, etc. Alcanzo a imaginar que el trabajo creativo, el que hacemos más desde nuestra inteligencia emocional, tendrá algo que ver. Cuando fluimos desde nuestro hemisferio derecho, desde nuestro mundo emocional, también tenemos altas dosis de felicidad.

Una profesión que también se menciona en el artículo y que se me antoja como un ejemplo clarificador, es el de l@s profesor@s, tanto aquell@s de educación especial como de educación normalizada. Estos profesionales tienen altas dosis de entrega y de creatividad, de conectar con las emociones, de todo tipo, de las propias y de las ajenas, en especial las de sus alumn@s.

Por último, quiero destacar la importancia que parece tener el que cuidemos y demos rienda suelta a nuestr@ "niñ@" interior. L@s operari@s de maquinaria pesada también se declaran felices, destacando que manejar este tipo de máquinas (excavadoras, grúas o cargas) resulta divertido. ¿Recordáis lo placentero que era jugar con la tierra, con las cosas que encontrábamos en el campo, en el parque o en el jardín cuando éramos pequeñ@s? ¿Recordáis lo gustoso que era pringarse de lodo, resina y agujas de pinos, hojas secas y un largo etcétera?

Lo que parece deducirse de la lectura del artículo es que somos felices si no nos olvidamos de lo que nos hacía felices cuando pequeños, si no nos olvidamos que somos parte del mundo, parte de la humanidad y si asumimos un rol activo en su beneficio. Somos felices cuando creamos, cuando somos autónomos y autónomas, cuando podemos decidir, cuando podemos concentrarnos en el objetivo, en la tarea, cuando sabemos qué es lo que queremos y lo que vamos a conseguir. Somos felices cuando nos aceptamos como lo que somos.

http://www.elpais.com/articulo/sociedad/Quiere/ser/feliz/Hagase/sacerdote/bombero/fisioterapeuta/elpepusoc/20111123elpepusoc_6/Tes

15 de noviembre de 2011

Aprendiendo de los mejores

Hace unos meses aprovechaba una entrevista a Rafael Nadal para extraer unas lecciones maravillosas para aquellos que tuvieran un proyecto entre manos, emprendedores o no. Ayer tuve la ocasión de encontrarme otra joyita, esta vez en televisión y en “prime time”, lo cual no es muy habitual. Se agradece y mucho.

Considero que es fundamental, en estos tiempos que estamos viviendo, que los referentes sociales sean profesionales y personas como Ferran Adriá, que fue entrevistado por Pablo Motos en su programa El hormiguero 3.0

Los primeros 18 minutos contiene mensajes muy valiosos, alejando la sombra de la crisis y la negatividad.

Es un auténtico lujo encontrar referentes y mensajes basados en la experiencia de quien arriesgó, trabajó, reflexionó, triunfó y ahora está compartiendo por todo el mundo sus aprendizajes, que son muchos.

Destaco en su mensaje valores como la humildad, pasión por lo que haces, el esfuerzo, la creatividad y la responsabilidad de ayudar a otros.

Me ha encantado la idea que transmite acerca de la creatividad, la innovación y sobre todo la capacidad de transformarnos, que no es otra cosa que la capacidad de adaptarnos al entorno e incluso adelantarnos a él.

“El Bulli no ha cerrado, se ha transformado”

“Es más importante saber transformarse que la innovación”

Para poder transformarnos es importante conocernos, tomar conciencia de todas nuestras habilidades, capacidades, talentos y dones. ¿Te conoces? ¿Sabes lo que se te da bien? ¿Hacia donde te gustaría dirigir tu talento?

El presentador le ha preguntado qué consejo se daría a si mismo, sabiendo lo que sabe si pudiera hablar con el Ferran Adría de 18 años y el consejo que se ha dado es “no tengas miedo, sé valiente”.

Te propongo que hagas lo mismo, ¿Qué consejos te darías si pudieras hablar contigo cuando tenías 20 años?

Para finalizar, y en términos más cercanos a la gestión empresarial y que puede ser muy útil para todo aquél que gestione equipos o esté en un proceso de emprendimiento Adriá transmitió ideas muy interesantes.

Hablando del equipo del Bulli, le aclara a Pablo Motos que no es “su equipo”, sino “somos el equipo”. En la medida que el “jefe” se distancie del equipo, será prácticamente imposible formar parte de él.

Os enlazo esta parte de la entrevista para que disfrutéis como yo lo he hecho.

Entrevista


¿Qué es el Outplacement?

Cada día se escucha más este término cuya traducción del inglés no es otra que "recolocación".

El término se empieza a usar en el ámbito concreto de las fusiones entre granes empresas. En estas transiciones, un drama que se repite de manera constante es la pérdida de puestos de trabajo para las personas que formaban parte de la o las organizaciones antes de ser fusionadas. Algunos directivos, pensaron que podrían asumir la responsabilidad de hacer menos amargo ese mal trago a sus colaboradores y es en esos momentos cuando se empieza a hablar de outplacement.

En concreto este término hace referencia a un proceso que supone un paso más allá que la recolocación y que podríamos definir como un proceso para la gestión de la carrera o para una transición en la carrera profesional. Estamos hablando de un proceso en el que se trabajan con la persona desde sus miedos, sus hábitos en la búsqueda activa de trabajo, sus capacidades y conocimientos, en concreto se trata de un proceso de puesta en valor de una persona que ha sido, hasta hace poco tiempo un buen trabajador o trabajadora y que quiere permanecer en activo, asumiendo un periodo de paro lo más corto posible.

El coaching aparece ligado a estos procesos puesto que presta su visión de la persona como un ser con capacidad para elegir, decidir, planificar y resolver, así como sus herramientas que nos permiten descubrir posibles frenos u obstáculos antes de su aparición, conocer nuestras capacidades y detectar puntos débiles para superarlos, en definitiva permite conocer a la persona en su faceta profesional y en la personal.

Desde el coaching, el apoyo para esta transición o para la gestión de la carrera profesional de las personas que quieren desarrollarse profesionalmente en un momento histórico tan complejo como el que estamos viviendo, resulta fundamental.

En Kaiden creemos que este apoyo no solo está vinculado a los procesos de fusión o a las grandes multinacionales. Una persona que ha terminado la carrera recientemente y está buscando su primer trabajo, una persona que después de más de 5 años trabajando en una empresa, con los recortes por "la crisis" ha perdido su trabajo, una persona que sin darse cuenta lleva más de dos años en el paro,.....se puede apoyar a cada persona en su proceso de transición siempre que ella quiera y siempre que se trabaje con honestidad, voluntad y de manera proactiva.

21 de septiembre de 2011

Dos amigos

Dice una leyenda árabe que dos amigos viajaban por el desierto. En un determinado punto del viaje discutieron, y uno le dio una bofetada al otro. El otro, ofendido, sin nada que decir, escribió en la arena:

HOY, MI MEJOR AMIGO ME PEGO UNA BOFETADA EN EL ROSTRO.

Siguieron adelante y llegaron a un oasis donde resolvieron bañarse. El que había sido abofeteado y lastimado comenzó a ahogarse, siendo salvado por el amigo. Al recuperarse tomo un estilete escribió en una piedra:

HOY, MI MEJOR AMIGO ME SALVO LA VIDA.

Intrigado, el amigo preguntó: ¿Por qué después que te lastimé, escribiste en la arena y ahora escribes en una piedra?

Sonriendo, el otro amigo respondió: "Cuando un gran amigo nos ofende, deberemos escribir en la arena donde el viento del olvido y el perdón se encargaran de borrarlo y apagarlo; por otro lado cuando nos pase algo grandioso, deberemos grabarlo en la piedra de la memoria del corazón donde viento ninguno en todo el mundo podrá borrarlo".
Las personas podemos decidir qué recordar y cómo. Decidir recordar lo que nos haca daño, genera resentimientos ¿Queremos tener resentimientos hacia alguien? ¿Para qué? Es probable que alguna vez, haya sido yo quién he "abofeteado" o cometido ese acto, que ahora me duele, hacia otra persona. Entonces, ¿de qué manera lo juzgo y para qué cuando soy yo quien lo recibe? ¿Y cuando soy yo quien lo hace?
Foto de Daniella Hartmann

23 de agosto de 2011

Tomar decisiones propias o la fábula del padre, el hijo y el burro

"Erase una vez, un padre, su hijo y su burro, que venían de la dehesa de cuidar del ganado.
En el camino el padre se sentó encima del burro, mientras el hijo tiraba de el. Cuando se cruzaron con una señora y viendo la estampa, dijo "¿ pero como un padre, puede obligar a su hijo a tirar del burro, mientras el va cómodo a lomos de este ?,¡¡¡ es vergonzoso que un padre consienta tal cosa !!!". Ellos dos se miraron avergonzados, y se cambiaron los puestos.

Siguiendo el camino, estando el hijo sobre la bestia, y el padre tirando de el., se cruzaron con un arriero que viendo la estampa dijo, "¿ pero como un padre puede ir a pie tirando de un burro, teniendo un hijo tan fuerte y joven ?, ¡¡¡ es vergonzoso que un hijo consienta tal cosa !!!!. Ellos se volvieron a mirar avergonzados, encontrando como única solución las las criticas ir los dos a pie.

Continuando el sendero, se les cruzó un peregrino que les dijo "¡¡¡ me parece increíble, que teniendo un animal de tan buen porte, tengan los amos que ir a pie pudiendo ir a lomos de este !!!". El padre y el hijo se volvieron a mirar, sin saber una vez mas el que decir al respecto, creyendo que ir los dos en los lomos del burro, seria una buena idea.

Ya a mitad de camino, estando los dos a lomos del animal, se cruzó un cura, que viendo la estampa les dijo "¿ no les da vergüenza ?, ¡¡¡ que un pobre animal, ya mayor, tenga que soportar el maltrato de sus amos, teniéndolos que llevar a lomos, desde vaya usted a saber donde !!!""
Podemos escuchar las opiniones de los demás y tomarlas como lo que son, un punto de vista de otra persona, una crítica, una opinión o un juicio. La decisión de cómo hacer las cosas, debe ser la que cada uno y cada una crea correcta. Podríamos terminar llevando al burro en brazos si siguiésemos escuchando a las personas que nos encontramos por el camino y lo importantes es preguntarnos ¿qué quiero hacer yo? En esta situación ¿cuál es MI elección?

20 de julio de 2011

Me doy permiso

Virginia Satir, terapeuta estadounidense, experta en terapia familiar, nos dejó en su libro “En contacto íntimo” un regalo acerca de los 5 derechos o permisos que todos y todas tenemos como personas.

Estos son:

1. Me concedo a mí mism@ el permiso de estar y de ser quien soy, en lugar de esperar a que otro determine dónde yo debería estar o cómo debería ser.

2. Me concedo a mí mism@ el permiso de sentir lo que siento, en vez de sentir lo que otros sentirían en mi lugar.

3. Me concedo a mí mismo@el permiso de pensar lo que pienso y también el derecho de decirlo, si quiero, o de callármelo, si es que así me conviene.

4. Me concedo a mí mism@ el permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de esos riesgos.

5. Me concedo a mí mism@ el permiso de buscar o pedir lo que yo creo que necesito del mundo, en lugar de esperar que alguien más me dé el permiso para obtenerlo.




Ejercer estos 5 derechos o permisos nos proporcionaría conectar con lo que realmente somos, con nuestra esencia, al margen de las expectativas y necesidades de los demás, así como asumir la responsabilidad de lo que nos sucede, de nuestros actos e incluso de nuestras propias emociones.

¿Qué derecho o permiso ejerces con naturalidad? ¿Cuál, en cambio, te está impidiendo ser auténtic@? ¿Qué parte de ti no estás dejando salir? ¿Qué se están perdiendo las personas que te rodean? ¿Qué te estás perdiendo tú por no concederte estos derechos o permisos?


Nota: Dibujo de Escher donde uno "se dibuja a si mismo" que me ayuda a reflejar la idea que quiero transmitir. Somos nosotros los que nos damos los derechos y los permisos, sin tener que esperar a que nadie nos los concedan.

12 de julio de 2011

LA SEÑORA PEPITA

La señora Pepita, bien equilibrada y orgullosa, de 92 años de edad, completamente lista cada mañana a las 8 en punto, con su cabello peinado al estilo de peluquería y un maquillaje

perfectamente aplicado, aún siendo casi ciega, se mudó hoy para un asilo de ancianos. El que había sido su marido durante 70 años, había muerto recientemente, obligando a que esta mudanza fuera necesaria.

Después de muchas horas de esperar pacientemente en la recepción del asilo de ancian

os, ella sonrió muy dulcemente cuando le avisaron que su habitación estaba lista. Mientras maniobraba su andador hacia el ascensor y yo le iba dando una descripción detallada de su pequeño cuarto, incluyendo las sábanas y cortinas que habían sido colgadas en su ventana, dijo: "me encantan", con el entusiasmo de un chiquillo de 8 años al que acaban de mostrar un nuevo cachorro.


- Sra. Pepita, usted aún no ha visto el cuarto... espere.


- Eso no tiene nada que ver, contestó. La felicidad es algo que uno decide con anticipación. El hecho de que me guste mi cuarto o no me guste, no depende de cómo esté arreglado el lugar, depende en como yo arregle mi mente. Ya había decidido de antemano que me encajaría.

Es una decisión que tomo cada mañana al levantarme. Estas son mis posibilidades: Puedo pasarme el día en cama, enumerando las dificultades que tengo con las partes de cuerpo que ya no funcionan, o puedo levantarme de la cama y agradecer por las que sí funciona. Cada día es un regalo y, durante el tiempo que mis ojos se abran, me enfocaré en el nuevo día y en las memorias felices que he guardado en mi mente... sólo en este momento de mi vida. La vejez es como una cuenta bancaria... uno extrae de lo que ha depositado en ella.

Entonces, mi consejo para ti sería que deposites gran cantidad de felicidad en la cuenta bancaria de tus recuerdos. Gracias por lo que has hecho para llenar mi banco de memorias. Sigo depositando, ¿y tú?

(Relato que aparece en varias páginas y blogs, sin firma)

18 de junio de 2011

Lecciones de un ganador

Reconozco que soy una seguidora de Rafael Nadal. Me parece un joven de 25 años lleno de sabiduría, aunque en muchas ocasiones, los periodistas y sus entrevistas express o la prudencia y las estrategias del jugador no nos permitan verlo.

Hace unas semanas conquistó un nuevo triunfo. Su décimo Grand Slam con el desgaste físico y mental que debe suponer. Sólo unos pocos en el mundo lo saben.

Leía esta semana una entrevista publicada en El País y me sorprendí con respuestas largas, nada típicas y muy generosas, donde encontré claves para todos los emprendedores y todas aquellas personas que están trabajando duro por sacar adelante su proyecto. Que cada uno le ponga el apellido que quiera (personal o profesional)

Me refiero a cosas como estas.


P. ¿Qué valores unen a dos ganadores de todo como ustedes? (referido a Pau Gasol)
R. Todos los que ganan tienen siempre una cosa en común que es básica. No es la humildad ni todas esas cosas que quedan muy bien y muy bonitas. Mejor si la tienes, como la tiene él, pero hay mucha gente que ha ganado mucho, una barbaridad, y que es arrogante. Lo que te hace ganar es querer ganar y querer hacer todo lo que toca para ganar. Querer trabajar cuando no te apetece. Saber aguantarte en los momentos complicados pensando que van a cambiar. Ser lo suficientemente tozudo para pensar que las cosas saldrán bien cuando no salen a la primera ni a la décima. Que la mente esté preparada para asumir las dificultades para así poder superarlas. Sin lugar a dudas, todos los que ganan tienen eso.


No me digáis que no es una joya en un párrafo. ¿Se puede definir mejor lo que hay detrás de una victoria?

Querer ganar y querer hacer todo lo que toca para ganar. Por supuesto que todo el mundo desea lograr sus objetivos, todo el mundo desea y quiere con todas sus fuerzas conseguir su sueño, pero, ¿Sabe lo que hay que hacer para conseguirlo? ¿Y quiere hacerlo? No se trata, por tanto, de intentarlo sino de hacerlo.
Querer trabajar cuando no te apetece. Resulta fundamental proyectarse hacia el futuro, hacia el resultado esperado y deseado y encontrar ahí la motivación para esforzarte cuando no posees la energía suficiente. Aunque supongamos que los deportistas disfrutan intensamente de su profesión, no podemos engañarnos. Entrenar cada día, viajar, estar lejos de tu familia, superar lesiones, estar en el punto de mira y ser evaluado respecto a expectativas externas son aspectos con los que no disfrutarán todos los días. Lo importante es no dejarse llevar por lo que apetece sino por lo que hay que hacer si quieres lograr un objetivo. Por eso….¿Estás dispuesto a hacer todo lo que hay que hacer, aunque no te apetezca, para lograr tu objetivo?
Aguantarse en los momentos complicados pensando en que van a cambiar. Es la fortaleza mental que se apoya en tu capacidad para observar la situación y evaluar si lo que estás haciendo puede ser mejorado y revisado. No se puede confiar en que las cosas van a cambiar si seguimos haciendo lo mismo. ¿Revisas lo que haces? ¿Puedes mejorar algo?
Pensar que las cosas saldrán bien aunque no salgan bien ni a la primera ni a la décima. No se trata de una confianza ciega, sino basada en el trabajo bien hecho. Se trata de tomar conciencia de que habrá momentos en que los resultados no serán los esperados y son esos momentos donde hay que confiar en uno y en el proyecto que tenemos entre manos. ¿Estás preparado para que no salga a la primera? ¿Confías en ti y en el proyecto lo suficiente?
Asumir las dificultades para así poder superarlas. Casi nada!!! Tomar conciencia de hay obstáculos en el camino, que es posible que algunos sean mayores de lo que inicialmente creíamos. La única manera de poder superar dichos obstáculos es conocerlos y dimensionarlos adecuadamente. ¿Son obstáculos propios o externos? ¿Qué tamaño tienen? ¿Depende de mí superarlos? ¿Necesito pedir apoyo o ayuda? ¿Dónde puedo encontrar ese apoyo?

La entrevista tiene extractos muy interesantes, así que os dejo en enlace por si os interesa leerla en su totalidad.

13 de junio de 2011

Fluir

En un resumen que recibí hace poco en relación a la visita de D. Goleman a Madrid, encontré dos párrafos referidos a este concepto popularizado por el psicólogo e investigador Mihaly Csikszentmihalyi, cuyo nombre, quizás por la dificultad en pronunciarlo, no es tan popular.

"Estudiando el rendimiento descubrió que las personas alcanzaban el “rendimiento óptimo” cuando se encontraban realizando una tarea y llegaban a un estado de concentración imperturbable."

"A estos estados de concentración imperturbable los llamó estados de flujo que, según la Teoría del Fluir, son los momentos en los que la gente es más feliz."

Cuando leo estos textos, cuando leo al autor, me surge una enorme duda, ¿por qué si ya sabemos qué nos hace sentirnos felices, conectad@s, satisfech@s, .... no buscamos experimentar esos estados lo más a menudo que podamos? Otra pregunta recurrente, quizás porque desde mi mapa es lo que más me aleja de los estados de flujo y que sin embargo consigue engancharnos(me) con frecuencia es ¿para qué existe la televisión? Es decir, si yo sé que no me hace fluir ver la televisión ¿por qué la dejo encendida más allá del telediario o lo que sea que elijo ver?

Es curioso ver que para muchas personas experimentar la felicidad día a día supone hacer un esfuerzo importante y no porque no sepamos donde encontrarla, sino porque no forma parte de nuestros patrones habituales de comportamiento, porque no hemos creado esos hábitos que nos hacen sentir bien, porque no nos dejamos espacio para dedicarnos un rato al día a ser felices, a fluir.

Libro recomendado: Csikszentmihalyi, M. (1996) Fluir (Flow). Una psicología de la felicidad. Kairós, Barcelona

28 de abril de 2011

Cuento de Navidad



Hace muchos años en la isla de Hokkaido, vivía el joven Humi, que se ganaba el sustento picando piedras. Aunque joven y sano, no estaba contento con su destino, y se quejaba día y noche. Humi, pese a no conocer bien el cristianismo, sabía que, según su tradición, al menos una vez al año se satisfacían los deseos de la humanidad. Así, un día de Navidad rezó con mucha fe y, para su sorpresa, se le apareció un ángel.

- Tienes salud y toda una vida por delante – le dijo el ángel - . Todos los jóvenes deben empezar a a hacer algo. ¿Por qué vives quejándote?

- Dios ha sido injusto conmigo y no me ha dado la oportunidad de llegar lejos – respondió Humi.
Preocupado, el ángel se presentó ante el Señor para pedirle ayuda y que su protegido no terminara por perder su alma.
- Que se haga tu voluntad – dijo el Señor. Como es Navidad, todo lo que desee le será concedido.
Al día siguiente, Humi estaba picando piedras cuando vio pasar un carruaje que llevaba a un noble cubierto de joyas. Pasándose las manos por el rostro sucio y sudoroso, dijo con amargura:
- ¿Por qué no puedo ser noble yo también? ¡Ese es mi destino!
- ¡Así sea! Murmuró su ángel con gran alegría.

Y Humi se convirtió en dueño de un suntuoso palacio y de muchas tierras, rodeado de sirvientes y caballos. Salía todos los días con su impresionante cortejo, y le gustaba ver a sus antiguos compañeros, mirándolo con respeto. Una tarde, el calor era insoportable, incluso bajo su parasol dorado. Humi sudaba como en los días en que picaba piedras. Se dio cuenta entonces de que no era tan importante como pensaba: por encima de él había príncipes, emperadores, y más alto todavía estaba el Sol, que no obedecía nadie, pues él era el verdadero rey.

¡Ángel mío! ¿Por qué no puedo ser el Sol? ¡Ese debe ser mi destino! – se lamentó Humi
- ¡Que así sea! – exclamó el ángel, ocultando su tristeza ante tanta ambición.
Y Humi fue el Sol, como era su deseo.

Mientras brillaba en el cielo, maravillado con su gigantesco poder para hacer madurar las cosechas o quemarlas a su voluntad, vio un punto negro que comenzaba a avanzar a su encuentro. La mancha oscura fue creciendo y Humi se dio cuenta de que era una nube que se extendía a su alrededor y le impedía ver la Tierra.

- ¡Ángel mío! –gritó Humi- ¡La nube es más fuerte que el Sol! ¡Mi destino es ser nube!
- ¡Así sea! – respondió el ángel
Se convirtió en nube y vio realizado su sueño.
- ¡Soy poderoso! - gritaba, oscureciendo al Sol.
- ¡Soy invencible! – tronaba, siguiendo a las olas.

Pero en la costa desierta del océano se erguía una inmensa roca de granito, tan vieja como el mundo. Humi pensó que la roca le desafiaba y desencadenó una tempestad como el mundo no había visto jamás. La solas, enormes y furiosas, golpeaban la roca, intentando arrancarla del suelo y lanzarla la fondo del mar. Pero, firme, la roca continuaba en su sitio.

- ¡Ángel mío! –sollozaba Humi- ¡La roca es más fuerte que la nube! ¡Mi destino es ser roca!
Y Humi se convirtió en roca.
- ¿Quién podrá vencerme ahora? –se preguntaba- ¡soy el más poderoso del mundo!
Y así pasaron varios años, hasta que una mañana Humi sintió una punzada aguda en sus entrañas de piedra, seguida de un profundo dolor, como si una parte de su cuerpo de granito estuviese siendo lacerada. Enseguida oyó unos golpes sordos, y de nuevo un inmenso dolor. Loco de espanto gritó:

- ¡Ángel mío, alguien está intentado matarme! ¡Tiene más poder que yo, quiero ser como él!
- ¡Así sea! – exclamó el ángel llorando.

Y así fue como Humi volvió a picar piedras.

-En algunos blogs atribuido a Paulo Coelho, en otros anónimo.-

17 de abril de 2011

Caminos sobre la mar......



Escuchamos muchas veces a las personas de nuestro entorno y a nosotr@s mismos decir cosas como "no existe equilibrio entre mi vida personal y profesional".

¿A qué nos referimos?

Muchas veces, vinculamos este desequilibrio a la falta de tiempo para dedicarnos a lo que nos gusta, a lo que nos hace felices, a pasar más tiempo con la familia y con los amigos, a no querer sentir que voy corriendo a todos lados y que si paro pierdo el tiempo. ¿Es realmente tiempo lo que nos falta?

Recientemente leyendo un libro de Stephen Covey descubrí un punto de vista muy interesante.
¿Con qué instrumento solemos programar nuestro día?

En el mundo occidental este en el que vivimos, solemos medir nuestro día a día y nuestras actividades diarias con un reloj (agenda, calendario, horario,....), confiriéndole al tiempo todo el peso. Así, pasamos el día entero apagando fuegos, programando y reprogramando lo que es urgente que hagamos, lo que debemos hacer si o si.....y al irnos a dormir dedicamos unos minutos en silencio para decirnos cosas como “tengo que organizarme mejor para mañana, que no me gusta nada esta sensación”, “voy a priorizar”. Y así nos levantamos al día siguiente miramos el reloj, cogemos la agenda y nos lanzamos a la vida con un listado de tareas por hacer que volverán a ser reprogramadas por temas urgentes y prioritarios que surgen y que tenemos que resolver.

¿Por que no medimos nuestro día a día con una brújula? ¿Por qué no aprendemos a priorizar nuestra vida en lugar de nuestro "cada día"? Si conozco cuales son mis prioridades, no para hoy, lunes 18 de abril de 2011, sino en mi vida, podré programar mis pasos de una manera mucho más amplia, menos sujeta al reloj, al tiempo, a lo urgente y más centrada en lo importante, en la búsqueda de mi norte, en los pasos que debo dar para alcanzarlo, en las prioridades para mi como persona en su globalidad: miembro de una sociedad, de una empresa, de una familia, de una pareja,.... siendo una persona en si misma con sus necesidades.
Utilizar una brújula en lugar de un reloj para decidir cómo emplear mi tiempo es una visión distinta, no nos resulta fácil cambiar de esquemas, la motivación a veces no es suficiente. Pues bien, desde Kaiden queremos invitarte a practicar algunos ejercicios para entrenarnos en ese cambio, para aprender a usar la brújula de una manera que nos aporte energía y no que nos la quite. Nuestro próximo taller “El arte de gestionar tu tiempo para llevar una vida equilibrada” que tendrá lugar los próximos 29 y 30 de abril en AbonaVida (C/Navas de Tolosa, 3. Madrid) se centrará en el difícil arte de priorizar, equilibrando corazón y cabeza. ¡Os esperamos!

Todo pasa y todo queda,
pero lo nuestro es pasar,
pasar haciendo caminos,
caminos sobre la mar.
–Antonio Machado-

14 de marzo de 2011

Los cambios

Como veis, hemos cambiado la imagen del blog. Y aprovechando este hecho, he decidido hablar de los cambios.

Ahora mismo, en la actual sociedad, vivimos en permanente contacto con el cambio, cambian las formas de relacionarnos, de trabajar, de alimentarnos, de educar, de viajar…Hemos pasado de encontrarnos con nuestros conocidos en la plaza del pueblo, a estar en contacto con amigos y conocidos a miles de kilómetros sin movernos de nuestra silla. Hemos pasado del empleo de toda la vida, a vivir en periodos de estabilidad, seguido de periodos en desempleo (mismo símil para la pareja). Nuestra sociedad no se parece en nada a aquella en la que crecieron nuestros padres, por no hablar de nuestros abuelos. Los cambios se producen, nos identifiquemos o no con ellos. Y entonces entra en juego nuestra capacidad de adaptarnos a estos cambios sociales o a otros más personales o individuales.

La mayor o menor capacidad de adaptación determinará, en muchos casos, la vivencia saludable de los cambios.

Y yendo un poco más lejos, me atrevo a afirmar, que cuando tomamos las riendas o la iniciativa (aunque el cambio no haya sido decidido por nosotros, que haya sido impuesto, veáse un despido o cambio de puesto, un revés de salud, una ruptura sentimental) y pasamos a la acción, vinculando esa acción con un plan más a largo plazo, con una visión de lo que queremos sea nuestra vida dentro de unos años, los cambios, inevitables o no, decididos o no, impuestos o no, son más sencillos.

Buscando un símil, se trata de tomar los pinceles entre nuestras manos y dibujar el cuadro de nuestra vida, aunque no tengamos los colores exactos o el lienzo no tenga el tamaño que hubiéramos elegido.

A modo de resumen, desde mi punto de vista, los cambios tienen dos componentes importantes:

1- Cuanta más iniciativa tenga en el cambio, más fácil será mi adaptación al mismo.
2- La visión a largo plazo hace que el periodo de incertidumbre, que conlleva todo cambio, se haga más llevadero.

Son ideas simples, pero más poderosas de lo que parecen a priori. Quizá las has escuchado o leído en alguna ocasión, pero ¿has reflexionado sobre ellas? ¿Te resuenan? ¿Las podrías sentir como propias?

Y ahora…te invito a reflexionar…Piensa en los cambios importantes de tu vida, en términos generales, ¿han sido decididos por ti o impuestos por otros? ¿Qué papel has jugado en dichos cambios? ¿Cómo has vivido los cambios, como riesgos, como pérdidas o como oportunidades? ¿Qué es lo más difícil, a tu juicio, de los cambios? ¿Cómo te hubiera ayudado saber lo que iba a suceder posteriormente? ¿Conoces a alguien a quien admires por cómo gestiona los cambios? ¿Qué hace y cómo lo hace?

24 de febrero de 2011

La dirección y sentido de los objetivos.

- Podría usted indicarme la dirección que debo seguir desde aquí? Preguntó Alicia
- Eso depende - respondió el Gato – de adónde quieras llegar.
- No me importa adónde…-empezó a decir Alicia.
- En ese caso poco importa la dirección que tomes – declaró el gato.
- …con tal de llegar a algún lado – acabó de decir Alicia.
- Eso es fácil de conseguir - le dijo el Gato - . ¡No tienes más que seguir andando!

Alicia en el país de las maravillas. Lewis Carroll

Cualquier proceso de coaching comienza con el establecimiento de una meta u objetivo. ¿Qué espera conseguir el cliente del proceso de coaching? ¿Qué quiere cambiar o mejorar en su vida?

Este objetivo debe formularse en base a unos principios para que tenga la fuerza suficiente para el cliente y al mismo tiempo, para poder realizar el seguimiento y la evaluación del propio proceso de coaching.

Además, y esto es muy importante, no podemos o debemos limitarnos a formular correctamente el objetivo. Resulta fundamental encuadrar ese objetivo en una dirección congruente con los valores profundos de la persona.

Es importante tomar conciencia si ese objetivo te acerca o te aleja de lo que quieres, en términos generales, en tu vida, si este objetivo contribuye de manera positiva a otros aspectos fundamentales de tu vida, qué te aportará conseguir dicho objetivo.

Básicamente, el coaching se basa en tres pilares:

1- En un proceso de coaching nos centramos en lo que deseas – tu objetivo – y en cómo conseguirlo.
2- El coaching te estimula a conocer tus valores y a vivirlos en el logro de tus objetivos.
3- El coaching cuestiona las creencias limitadoras y refuerzas las positivas mediante tareas que proporcionan feedback.

Creencias, valores y objetivos, eso es lo que trabajaremos en el próximo taller que celebramos los días 4 y 5 de marzo en Madrid.

Tomaremos conciencia de las áreas de nuestra vida que queremos mejorar. Definiremos objetivos concretos sobre los que trabajar.
Descubriremos posibles obstáculos y los recursos con los que contamos.
Aprenderemos a ponernos en acción y dar los pasos necesarios para liderar nuestra vida.

Si estás interesado/a, puedes ponerte en contacto con nosotros a través de nuestro mail info@kaiden.es

1 de febrero de 2011

Las reglas para ser humano.


Estas navidades me regalaron el libro “Sopa de pollo para el Alma” y tiene algunas perlas dignas de compartirlas.

Las reglas para ser humano

1- Recibirás un cuerpo.Puede ser que te guste o que lo odies, pero será tuyo durante todo el tiempo que pases aquí.

2- Aprenderás lecciones.
Estás anotado a tiempo completo en una escuela informal que se llama vida. Cada día que pases en ella tendrás oportunidad de aprender lecciones. Puede ser que las lecciones te gusten como que te parezca que no vienen al caso o que son estúpidas.

3- No hay errores, sólo lecciones.
El crecimiento es un proceso de ensayo y error: la experimentación. Los experimentos fallidos son parte del proceso en igual medida que los que, en última instancia, funcionan.

4- Una lección se repite hasta que está aprendida.
Cada lección se te presentará en diversas formas hasta que hayas aprendido. Cuando eso suceda podrás pasar a la siguiente lección.

5- El aprendizaje no tiene fin.
No hay en la vida ninguna parte que no contenga lecciones. Si estás vivo, aún te quedan lecciones que aprender.

6- “Allí” no es mejor que “aquí”
Cuando tu “allí” se ha convertido en un “aquí”, simplemente habrás obtenido otro “allí” que te parecerá nuevamente mejor que “aquí”.

7- Los demás no son más que espejos que te reflejan.
No puedes amar ni odiar nada de otra persona a menos que refleje algo que tú amas u odias en ti mismo.

8- Lo que hagas de tu vida es cosa tuya.
Tienes todas las herramientas y recursos que necesitas, lo que hagas con ellos es cosa tuya. La elección es tuya.

9- Tus respuestas están dentro de ti.
Las respuestas a la cuestiones de la vida están dentro de ti. Solo tienes que mirar, escuchar y confiar.

10- Te olvidarás de todo esto.
11- Puedes recordarlo siempre que quieras.
Anónimo
¿Qué te parecen? ¿Te gustan? ¿Te resuenan? ¿Las compartes?

12 de enero de 2011

El arte de comunicarse con uno mismo y con los demás


Voy a aprovechar este blog, para anunciaros que el viernes 21 y el sábado 22 de enero vamos a realizar un taller sobre comunicación inter-personal.
Aquí os dejo un enlace donde podéis ver detallada toda la información:
Para obtener más detalles, también podéis escribirnos a nuestra dirección:
info@kaiden.es