13 de junio de 2011

Fluir

En un resumen que recibí hace poco en relación a la visita de D. Goleman a Madrid, encontré dos párrafos referidos a este concepto popularizado por el psicólogo e investigador Mihaly Csikszentmihalyi, cuyo nombre, quizás por la dificultad en pronunciarlo, no es tan popular.

"Estudiando el rendimiento descubrió que las personas alcanzaban el “rendimiento óptimo” cuando se encontraban realizando una tarea y llegaban a un estado de concentración imperturbable."

"A estos estados de concentración imperturbable los llamó estados de flujo que, según la Teoría del Fluir, son los momentos en los que la gente es más feliz."

Cuando leo estos textos, cuando leo al autor, me surge una enorme duda, ¿por qué si ya sabemos qué nos hace sentirnos felices, conectad@s, satisfech@s, .... no buscamos experimentar esos estados lo más a menudo que podamos? Otra pregunta recurrente, quizás porque desde mi mapa es lo que más me aleja de los estados de flujo y que sin embargo consigue engancharnos(me) con frecuencia es ¿para qué existe la televisión? Es decir, si yo sé que no me hace fluir ver la televisión ¿por qué la dejo encendida más allá del telediario o lo que sea que elijo ver?

Es curioso ver que para muchas personas experimentar la felicidad día a día supone hacer un esfuerzo importante y no porque no sepamos donde encontrarla, sino porque no forma parte de nuestros patrones habituales de comportamiento, porque no hemos creado esos hábitos que nos hacen sentir bien, porque no nos dejamos espacio para dedicarnos un rato al día a ser felices, a fluir.

Libro recomendado: Csikszentmihalyi, M. (1996) Fluir (Flow). Una psicología de la felicidad. Kairós, Barcelona

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