"Vivimos en medio de una multitud. Día a día nos relacionamos y nos cruzamos con innumerables personas. Pero no siempre nuestros corazones se abren y se encuentran. A veces nos separa una gran distancia, a pesar de estar tan cerca.
A veces queremos aproximarnos y no lo conseguimos. Tenemos cosas que decirnos y no sabemos expresarlas. Nos hace falta comunicarnos y no logramos escucharnos, comprendernos, respetarnos, cada uno tal cual somos".
("La asertividad para gente extraordinaria", Eva Bach y Anna Forés).
Y cuando dedicamos un momento a reflexionar sobre esto, sobre nuestra comunicación, sobre nuestra manera de relacionarnos, sobre la cercanía o lejanía que sentimos respecto a otras personas, sobre cómo nos hace sentir....concluimos, en general, que lo mejor es conformarnos, quizás disfrazamos este conformismo de aceptación, y a correr.
Es muy probable que este sea el motivo por el cual estas reflexiones nos dejan un sabor agridulce y vuelven de vez en cuando a la bandeja de asuntos pendientes.
¿Por qué no afrontamos ese dolor o carencia de manera directa y con acción más allá de la reflexión? ¿Para qué disfrazamos de aceptación algo que no lo es? ¿Qué consigo permaneciendo como hasta ahora?
Hace unos días en la página de facebook de Kaiden, compartíamos un vídeo sobre la zona de confort o comodidad, la zona de pánico y de aprendizaje. Si quieres vuelve a revisarlo y entenderás por qué algunos temas, los dejamos pendientes, sin abordarlos a penas, sin resolverlos o transitarlos.
No se trata de mirarte al ombligo sin más y sin un plan concreto. No se trata de meter el dedo en la yaga y mirar como sangra. No se trata de retomar algo que no sabes cómo abordar con todo tu coraje y valentía y lanzarte a "la pelea".
Yo creo que más bien se trataría de buscar la paz y el sosiego y desde allí empezar a dar pasos, empezar a moverte de sitio y después, reflexionar. Revisar y elaborar un plan de acción de pequeños pasos y cambios que nos acerquen a un lugar más agradable y saludable. Y quizás, no necesites generar ese espacio de sosiego tu solo/a. Quizás puedes contar con un bastón de apoyo, al menos al inicio del camino, cuando la cuesta te parece demasiado empinada. Quizás puedes encontrar en las y los profesionales del apoyo la chispa para inspirarte y empezar. Psicoterapia, coaching y otras relaciones de apoyo o de ayuda están allí fuera, solo tienes que buscarlas y encontrar cuál es para ti.
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