15 de diciembre de 2014

¿Desde el amor o desde el miedo? Abordando las relaciones con unas determinadas "gafas"

Las relaciones que aparecen en nuestras vidas van aportándonos muchas veces sin darnos cuenta, sin ser plenamente conscientes de la manera en la que nos hacen crecer, aprender, hacernos preguntas o reflexionar. 

Hoy, llena de agradecimiento, soy plenamente consciente de la generosidad de algunas personas con las que he compartido espacios y momentos a lo largo de mi vida. Me doy cuenta de lo mucho que me aportan y seguirán haciendo y de lo relativamente sencillo que puede ser dar y darse "a los demás". 

Hace algunos años, participaba activamente en un grupo de trabajo sobre coaching en el colegio oficial de psicólogos. Me encontré con personas de una calidad y generosidad que las hacen únicas y por quienes siento pleno agradecimiento. Hoy, una de ellas, inspira esta entrada. 

Gracias a Miriam Ortíz de Zárate, quien desde hace unos meses me ha estado "regalando" correos con una invitación a la reflexión profesional muy profunda y con un enfoque que rompe rutinas y comodidades. 

El correo de hoy, nos invita a reflexionar sobre el amor y el miedo. Sobre cómo nos relacionamos desde una u otra emoción. Sobre cómo nos influye estar imbuidos/as en una organización que se rige por una u otra emoción. 

¿Te lo has planteado alguna vez? ¿Consideras que pueden ser los opuestos? 

El amor nos genera amplitud de miras, observación sin juicio, creatividad y colaboración como contextos de trabajo, el miedo por el contrario, nos concentra en la supervivencia, estrechando nuestra mirada, dejamos de escuchar para centrarnos en lo que vemos o sentimos como amenazas, limitando la creatividad y la colaboración.

¿En cuantas organizaciones (empresas, familias, clubes, etc.) has encontrado una u otra influencia? ¿En cuál de ellas te apetece más estar? ¿De cuál sales renovado/a y en cuál vives con estrés?  ¿Qué puedes hacer para invertir la mirada? 

Aunque tendamos a pensar que poco podemos hacer para cambiar lo que sucede en nuestro entorno cuando el 100% de las decisiones no depende de mi, la realidad es que nuestra mirada puede cambiar, ejerciendo un poder catalítico para que nuestro entorno más inmediato se modifique y así el contagio siga creciendo y multiplicándose. 

Desde el coaching se trabaja también (o sobre todo) con las emociones, con las creencias, con las gafas que usamos habitualmente y que queremos cambiar. ¿Te has planteado cómo puede ayudarte a ti cambiar de mirada, de gafas? Te invitamos a probar una sesión de coaching, ya sabes que la primera es gratis y sin compromiso: info@kaiden.es 

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