20 de noviembre de 2013

Pedir al ego que nos de pistas

Habitualmente, en el marco del desarrollo personal y del fortalecimiento de la autoestima, solemos plantear la importancia de focalizarnos en desarrollar una sana autoestima que mantenga bajo control a nuestro ego. 

La idea final es esa. ¿Por dónde la abordamos? 

Hay muchos caminos. Empezamos con la autoaceptación, el respeto a uno/a mismo/a, mantener nuestros compromisos,...y todos ellos son caminos sanos y fortalecedores. 

Sin embargo, el ego sigue agazapado a la espera. Nos escucha, nos conoce y detecta cuándo llegamos a un punto de inflexión en el que quizás le demos permiso para actuar.  

No es necesario vivir esta situación como un retroceso o un fracaso. Podemos hablar con nuestro ego, llegarlo a conocer tan bien como nos conoce él a nosotros/as y aprender a detectar de qué nos habla. 

¿Cuándo aparece tu ego? Quizás cuando sientes inseguridad respecto a ti, respecto a otras personas, respecto a una situación novedosa,.....Puede ser que aparezca cuando dejas de prestar atención a lo que haces, sientes o necesitas. Puede aparecer cuando sientes cansancio, malestar, desbordamiento. Es muy común que aparezca cuando te sientes en medio de un enfrentamiento, cuando no aceptan tu punto de vista. 

Presta atención a esos momentos y situaciones. ¿Qué sientes? ¿Qué temes? ¿Qué necesitas? Si dejamos salir a nuestro ego, siendo conscientes de lo que repercute en mi y en mis relaciones su aparición, seguramente será por una "buena causa" o al menos eso es lo que pienso en ese momento.  Aprender a escuchar lo que nos pide, fortalece nuestra autoestima permitiéndonos encontrar otras vías para suplir estas necesidades sin tener que utilizarlo. 

Por eso, te proponemos que la próxima vez que aparezca tu ego, prestes atención y escuches: de qué te está hablando. Qué te pide hacer/no hacer, en ese momento. 

Descúbrete también a través tus fisuras para poder llegar a cerrarlas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario