4 de noviembre de 2013

El espejo

En nuestro día a día, usamos el espejo para mirarnos de pasada: cuando nos peinamos, lavamos la cara y dientes, para afeitarnos,.....miramos que todo esté en orden y ya está. 

El espejo del coaching nos permite una mirada hacia el interior mucho más profunda, con un objetivo: conocernos, tomar conciencia sobre nosotros/as mismos/as. 

¿Por qué es tan importante esta mirada? 

Puede ser que en mi trabajo sea responsable de coordinar a un equipo de personas. En mi relación diaria con estas personas entrarán en juego todas mis habilidades intra e interpersonales, es decir, cómo me veo, cómo las veo, cómo me comunico conmigo y con las demás personas, qué proyecto fuera de mi y qué espero que otras personas proyecten. Muchas de estas situaciones son más o menos inconscientes o automáticas. ¿Soy consciente de cómo es mi mirada hacia dentro y hacia fuera? 

Quizás me planteo un cambio en mi vida personal, un cambio que potencie un aspecto de mi vida y que influirá en mi y en las personas de mi entorno. Este cambio será mucho más potente si me apoyo a lo largo del proceso en mis fortalezas, habilidades y recursos personales. ¿Soy consciente de todos ellos? 

En un proceso de coaching, el papel del/la coach será, en gran medida, poner un espejo frente a mi para que pueda observarme con mayor profundidad. Para que pueda observar mis fortalezas, mis recursos y habilidades. Para que pueda observarme en mi relación con las personas de mi entorno personal y profesional. Este espejo me permitirá retratarme y elegir con cuál foto me quedo, con cuál me siento más a gusto y quiero que sea visible hacia fuera también.  

Hace falta valentía para mirarnos en este espejo. Una vez vencidos los miedos, nuestra mirada cambiará y empezará a hacerlo de aquí en adelante, de manera constante, consciente y voluntaria. ¿Quieres probar? 

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