28 de octubre de 2013

¿Y si...?

Los supuestos negativos nos paralizan
Cuando estamos abordando una situación que nos resulta compleja, a veces partimos de supuestos negativos que lo que hace es limitarnos en nuestra visión y en la búsqueda de opciones y soluciones.

En los procesos de coaching solemos escuchar cosas parecidas a estas:

“No puedo hacerlo”
“No se puede hacer así”
“Mi familia no estaría de acuerdo con eso”
“Mis jefes nunca aprobaría esta propuesta”
“Ese viaje costaría mucho”
“Ese proyecto tendría un coste que jamás aprobarán”
“No tengo tiempo para hacer deporte”
“No tenemos tiempo en el equipo para ….”

Cuando escuchamos frases de este tipo, que son las suposiciones negativas, buscamos la manera que el cliente (coachee) no deje que esa suposición limite la búsqueda de alternativas y para ello, partimos de la no existencia de dicha suposición.

¿Y si tuvieras presupuesto suficiente? Centrándonos en una respuesta concreta o de manera genérica ¿Y si ese obstáculo no existiera?

No todo es lo que parece inicialmente
Se trata de dejar momentáneamente la limitación a un lado, dejar la censura de la mente racional y buscamos la liberación de un pensamiento más creativo, más libre. Es asombroso cómo la persona encuentra caminos insospechados. Es como si de repente una puerta, que dabas por cerrada a cal y canto, se abriera y vieras por primera vez un mundo lleno de posibilidades.

Tras ese trabajo, la suposición negativa, puede continuar o no, pero casi en el 100% de los casos, la mirada de obstáculo, de la dificultad no es la misma, no tiene el mismo tamaño, se considera más abordable, más sencillo, menos limitante.

Así que, plantéate cuales son tus suposiciones negativas y pregúntate…¿Y si…?


Seguro que la realidad será distinta.

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