20 de julio de 2011

Me doy permiso

Virginia Satir, terapeuta estadounidense, experta en terapia familiar, nos dejó en su libro “En contacto íntimo” un regalo acerca de los 5 derechos o permisos que todos y todas tenemos como personas.

Estos son:

1. Me concedo a mí mism@ el permiso de estar y de ser quien soy, en lugar de esperar a que otro determine dónde yo debería estar o cómo debería ser.

2. Me concedo a mí mism@ el permiso de sentir lo que siento, en vez de sentir lo que otros sentirían en mi lugar.

3. Me concedo a mí mismo@el permiso de pensar lo que pienso y también el derecho de decirlo, si quiero, o de callármelo, si es que así me conviene.

4. Me concedo a mí mism@ el permiso de correr los riesgos que yo decida correr, con la única condición de aceptar pagar yo mismo los precios de esos riesgos.

5. Me concedo a mí mism@ el permiso de buscar o pedir lo que yo creo que necesito del mundo, en lugar de esperar que alguien más me dé el permiso para obtenerlo.




Ejercer estos 5 derechos o permisos nos proporcionaría conectar con lo que realmente somos, con nuestra esencia, al margen de las expectativas y necesidades de los demás, así como asumir la responsabilidad de lo que nos sucede, de nuestros actos e incluso de nuestras propias emociones.

¿Qué derecho o permiso ejerces con naturalidad? ¿Cuál, en cambio, te está impidiendo ser auténtic@? ¿Qué parte de ti no estás dejando salir? ¿Qué se están perdiendo las personas que te rodean? ¿Qué te estás perdiendo tú por no concederte estos derechos o permisos?


Nota: Dibujo de Escher donde uno "se dibuja a si mismo" que me ayuda a reflejar la idea que quiero transmitir. Somos nosotros los que nos damos los derechos y los permisos, sin tener que esperar a que nadie nos los concedan.

2 comentarios:

  1. A veces la sociedad nos arrincona tanto, que cuesta trabajo y se tarda mucho en descubrir que tenemos esos derechos, pero lo que es fantástico es comprobar que eres capaz de hacer uso de ellos, sorprendiendo a los demás e incluso a ti mismo.
    Nunca es tarde para liberarse del "rincón".

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  2. Soy inocente y no culpable de la educación que me dieron.
    Soy inocente y no culpable en la sociedad que me toca vivir.
    Soy consciente,ahora, de todo aquello que me hace daño.
    Soy consciente, ahora, y lo puedo... ¡Largar!...

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