31 de agosto de 2015

La vuelta al cole o regresar a tu cotidianidad

Para muchas personas, llega septiembre y eso es sinónimo de regresar a aquello que se dejó al tomarse unos días de vacaciones.

Unas veces, ha sido tal el grado de desconexión que cuesta el proceso de adaptación, otras, ha sido tan potente y extraordinario lo vivido, que la rutina nos sabe a poco, nos resulta algo insulsa comparada con tanta actividad, con tantos buenos momentos, con tantas experiencias acumuladas en unos pocos días.

Supongo que nos pasaremos semanas leyendo artículos y escuchando noticias acerca del síndrome postvacacional, con miles de consejos para llevarlo lo mejor posible.

Para no ser repetitiva, a mi me gustaría centrarme en algo que estoy aplicando este año y que me está sentando bien (porque si, me encanta mi trabajo, pero tengo que reconocer que hubiera prolongado mis vacaciones unas semanitas más).

En las últimas semanas he escrito en un cuaderno algunas conclusiones de mis vacaciones respondiendo algunas preguntas:

¿Qué he hecho y qué no he hecho durante las vacaciones que me ha sentado tan bien?
¿Cómo me he relacionado que me ha sentado tan bien?
¿En qué entornos me he movido, qué tipo de lugares he frecuentado que me ha sentado tan bien?
¿Qué tipo de conversaciones he mantenido y cuales no han aparecido en ningún momento?
¿En qué he pensado, dónde he estado (en el presente, en el pasado o en el futuro) la mayor parte del tiempo?
¿Cómo me he alimentado, qué hábitos he tenido que me ha sentado tan bien?

Una vez respondidas a éstas y otras similares preguntas, me he hecho una última:

¿Cómo puedo incorporar esto a mi vida cotidiana, a mí día a día? ¿De qué manera puedo prolongar ese bienestar, sabiendo que tengo obligaciones y compromisos que no tenía cuando estaba de vacaciones? ¿Qué puedo acercar a mi vida y qué debo alejar para mantener ese estado de paz y alegría que he tenido durante tantos y tantos días? ¿Qué puedo trasladar, qué puedo replicar, qué puedo adaptar?

No digo que estas preguntas sean la panacea o solución para hacer más llevadero la vuelta a la cotidianidad, pero si creo que pueden servir para hacer de nuestra vida cotidiana una vida más plena y así no esperar a que lleguen las próximas vacaciones.


Ya sabes, que las preguntas son la base de un proceso de coaching, si quieres que una profesional te formule las preguntas justas y adecuadas para hacer más fácil tu proceso personal, sólo tienes que ponerte en contacto con nosotras y te facilitamos la primera sesión de manera gratuita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario