Hace años, cuando mi sobrina era más canija que ahora y
estaba aprendiendo a andar y a calcular los espacios, se dio un golpe contra la
mesa y, para mi sorpresa, mi madre le dio unos cuantos golpes a la mesa
diciendo “mesa mala, mesa mala” (sólo de recordarlo me parto de risa).
El caso es que mi sobrina se sintió mejor (supongo) porque entendió
que no era su responsabilidad sino la de la mesa por estar en medio de su
camino.
Extrapolemos este caso, exagerado pero real, para lo que
quiero contar y tiene que ver con cómo nos contamos la realidad y qué tiene que
ver esto con todo lo demás.
Si tengo un vaso con agua en mi mano y la abro, el vaso se
caerá y derramará toda el agua por el suelo. Puedo decirme que se cayó por la
gravedad (y sería cierto también) o puedo decirme que abrí la mano y por tanto
tengo algo que ver en lo que sucedió (cierto también).
Ambas respuestas son ciertas, pero….(tenía que haber un
pero) ambas respuestas no tienen el mismo efecto en mi. La primera respuesta (es por la gravedad o es culpa de la mesa por
no detectar al terremoto de mi sobrina) me
exime de responsabilidad, me deja sin posibilidad de acción, sin
posibilidad de cambio. Me deja en un lugar que sólo me permite reaccionar,
diría incluso que me deja en una
posición de víctima.
En cambio, la segunda
manera de ver la misma realidad (abrí la mano o no reaccioné a tiempo y choqué
contra la mesa) me permite asumir mi
parte de responsabilidad, me permite
aprender, generar nuevas formas de hacer, descubrir nuevas opciones o caminos
para que no se vuelva a caer el vaso o no me vuelva a chocar contra la mesa. Esta forma de
responder me coloca en una posición de
protagonista.
La primera manera de responder las denominamos en coaching
“respuestas o explicaciones
tranquilizadoras” frente a las segundas que las denominamos “explicaciones generativas”. Son
tranquilizadoras porque cuando las doy me quedo tranquila (yo no hice nada, no
soy responsable, no depende de mí) y las segundas son generativas porque
generan acción, cambio y soluciones.
Así pues, yo te pregunto ¿Qué explicaciones das tú a lo que
sucede en tu trabajo? ¿y en tu vida familiar? ¿Y en tus relaciones? ¿Qué historia elegirás contar? ¿La historia de la víctima o de la protagonista?
Si quieres incorporar a tu vida un proceso de coaching, para comprender algo como lo de hoy y más, puedes contactar con Kaiden y tendrás una primera sesión gratuita.
No hay comentarios:
Publicar un comentario