25 de julio de 2012

Somos únicos



"Utiliza en la vida los talentos que poseas; el bosque estaría muy silencioso si sólo cantasen los pájaros que mejor cantan."
-Henry Van Dyke

Muchas veces, cuando hablamos o mencionamos la palabra talento, aparece en nuestra mente conceptos como “perfección”, “genialidad”, “extraordinario”.

Podemos, en cambio, ir más allá de las palabras y llamarlo capacidades, habilidades, cosas que sabes hacer, que se te dan bien, que disfrutas haciéndolas.

A veces sucede que creemos que nosotr@s no poseemos talento porque hay otras personas que cantan, bailan, componen, dibujan, se expresan, se relacionan, dirigen equipos, juegan al tenis (qué se yo, poner lo que queráis) mejor que nosotr@s.

Y es ahí, en la comparación, donde surgen las dudas y el valor que le otorgamos a lo que somos o a lo que hacemos.

Surgen esas dudas porque necesitamos o nos hemos acostumbrado a poner un valor a lo que hacemos. Lo cuantificamos o incluso lo monetarizamos.

Identificamos el valor de lo que hacemos con el valor que otros nos darían (llámalo precio, reconocimiento formal o social, etc) y claro…si hay alguien que, por seguir con el símil de los pájaros, canta mejor nosotr@s, llegamos a la conclusión que no somos valiosos, que no tenemos talento y por tanto, creemos que ya no merece la pena seguir desarrollando ese talento.

La cuestión, como dice Henry Van Dyke, es planteárselo desde otra perspectiva:

¿Qué sentido tiene que no lo haga?
¿Qué me aporta dejar de hacer algo con lo que disfruto?
¿Necesito ser el/la mejor?
¿Qué me aporta actividad?

Todas las personas aportamos nuestros talentos al conjunto de la sociedad, a nuestro entorno y principalmente a nosotr@s mism@s. Todos somos únicos y nuestra forma de “cantar” hace que el sonido del bosque sea único y maravilloso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario