5 de septiembre de 2012

Si no es ahora...¿Cuándo?


Pasamos mucho tiempo pensando o proyectando en el futuro. Imaginando cómo será nuestra vida.

Restando valor al presente, a lo que hacemos, tenemos, sentimos o somos, imaginamos un futuro distinto y lo valoramos como algo mejor (en el mejor de los casos)

Puede que nos sirva para impulsarnos, para motivarnos a lograr algún objetivo que nos ilusiona y que consideramos nos hará felices.

En muchas ocasiones, comparamos nuestro presente, nuestra realidad con ese futuro imaginado y entonces, depositamos en ese futuro nuestra felicidad, nuestro bienestar, olvidando que sólo ahora podemos ser, sólo ahora podemos sentir, sólo ahora podemos amar, sólo ahora.

Os dejo un cortometraje, que en apenas 3 minutos, nos muestra esto de lo que os hablo.



No se trata, por tanto, de no querer mejorar o cambiar, de no tener proyectos, sueños o ilusiones, sino que éstos no te resten ni un poquito de conciencia de tu presente, de lo que estás viviendo en estos precisos instantes, que no te impidan valorar y disfrutar, en la medida de tus posibilidades, de lo que estás viviendo en estos momentos.

Cada momento, cada instante, es irrepetible. Muchas veces dejamos que se nos escape, como el agua entre las manos, pensando que encontraremos fuentes mejores en el camino. Bebe, vive.

No hay comentarios:

Publicar un comentario