19 de mayo de 2014

Coaching ¿por qué no empezamos?

Si las personas que conocemos los beneficios del coaching nos quedamos pensando en el por qué otras personas no lo prueban ¿qué ganamos? Seguramente nada. Pasar el rato reflexionando sobre unas cuantas posibilidades y entretener a la mente, como mucho. 

Algunos de los posibles motivos para no probar una sesión de coaching.

1. Es muy caro. 
¿Qué es muy caro? ¿Cuánto crees que cuesta una sesión? ¿Cuánto crees que deberás invertir en todo el proceso? Quizás podrías preguntar de manera directa cuanto cuesta una sesión de coaching y qué inversión supone y así decidir si para ti es caro, pensando en que la inversión redundará en un beneficio personal importante. 

2. No sé ni pronunciar la palabra y no sé de qué va eso del coaching. 
El nombre no es lo importante y se puede aprender a usar el término. Aunque parece que viene del inglés, el origen del término ha generado vocablos similares en muchos idiomas, incluso en el castellano, por lo que se puede aprender a usar. ¿Cómo funciona? Quizás lo más potente es probar una sesión. Muchos coaches (al igual que Kaiden) ofrecemos una primera sesión gratis y así puedes conocer su funcionamiento. Si después de esa sesión decides que no es para ti o que no es tu momento, simplemente, no sigues con el proceso.  

3. No sé si me apetece hurgar en mi interior....
Cuando nos duele una muela, vamos al dentista quien de verdad hurga en el interior de nuestra boca. En un proceso de coaching se trabaja, sobre todo, el presente y el futuro. No vamos a "hurgar" en el pasado, salvo que la persona lo necesite o exista algún motivo potente. 

4. Esto del coaching tiene que ver con la psicología y a mi no me convence. 
El coaching NO ES psicoterapia. Y la psicología no es más que la ciencia que trata sobre el comportamiento y los procesos mentales de las personas. Por lo tanto, la psicología abarca todo lo que somos como individuos, como personas, como seres únicos y únicas. ¿Por qué genera miedo entonces? La psicología o la psicoterapia no es sinónimo de manipulación, de control o de cambios no deseados, sino todo lo contrario. Son puertas para aprender a conocernos y a gustarnos, a encontrar el bienestar y la dicha siendo quienes somos... al final no suena tan mal. 

5. Me da pereza. 
Quizás si este es tu motivo, no te sientes del todo motivada o quizás no sabes que un proceso de coaching se adapta a tu ritmo a tus necesidades y que una vez que empiezas, no te das cuenta del paso del tiempo o del tiempo que has invertido....pues aprendes a fluir y a disfrutar incluso de cada sesión. No pienses que invertirás años en un proceso de coaching, pues no es así. 

¿Se te ocurren otros motivos por lo que algunas personas no quieren empezar un proceso de coaching? ¿Qué les dirías? 

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