5 de mayo de 2014

Observaciones y opiniones

"No existen hechos que nos sean dados inmediatamente;
sólo manejamos 
interpretaciones".
Nietzsche
Tenemos diferentes formas de expresar una misma idea: a través de nuestra observación sobre lo que sucede o bien a través de nuestra opinión sobre lo que observamos que sucede. 

En ocasiones se habla de las opiniones y juicios como si fuesen algo maligno, dañino, cargado de una intencionalidad oculta. 

Es posible que existan estas motivaciones detrás de algunos juicios, sin embargo, estoy de acuerdo con Leonardo Wolk en  "El arte de soplar las brasas" cuando indica que en sí, los juicios u opiniones no son ni buenos ni malos, ni mejores o peores que las observaciones. 

Lo importante radica en nuestra consciencia al expresarnos de una u otra manera. ¿Para qué emito esta opinión? ¿qué espero lograr con ella? ¿cual es mi objetivo? ¿en qué está fundamentada? ¿qué ha sucedido con anterioridad para que elija expresar esto y de esta manera? Es decir, si soy consciente de mis por qués y mis para qués, la opinión expresada tiene un sentido. 

Nos suele suceder que expresamos opiniones sin antes preguntarnos su funcionalidad u objetivo. En esos casos podemos estar enredándonos en intenciones o motivaciones ocultas o dañinas. En estos casos, en un proceso de coaching aprenderemos, a través de las preguntas de nuestro/a coach a tomar consciencia sobre mi manera de expresarme y entonces estaré en posición de elegir. "Ahora sé como lo he hecho hasta ahora, ¿qué quiero cambiar?". 

Creo que es importante en ocasiones quitar el hierro que algunos conceptos o recursos llevan encima, con esos rótulos que les hemos dado de "bueno" o "malo". Creo que tomar consciencia también pasa por mirarnos de manera amable y comprensiva, darnos permiso de no ser perfectos ni perfectas y aprender a ser, desde la consciencia y responsabilidad personal. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario