Leía el otro día un artículo
sobre quienes son las personas que son más felices los fines de semana que
concluía que son quienes, por contraste, lo son menos en el trabajo y eso me ha
hecho reflexionar sobre la felicidad en el ámbito laboral.
Desde mi punto de vista la
felicidad o sentirse satisfecho o pleno en el trabajo tiene relación con
diversos aspectos:
1-
Qué hago.
En qué consiste mi trabajo.
Dedicar tiempo a descubrir cuales
son mis talentos (qué se me da bien y con qué disfruto), desarrollarlos,
mejorarlos y adaptarlos a las demandas del mercado de trabajo es una tarea que
deberíamos hacer todos los profesionales en activo, pero no sólo los
profesionales, también las empresas deberían dedicar tiempo (y dinero) en
ajustar lo mejor posible los talentos de los que disponen con las funciones que
se asignan. No es tarea fácil, por eso los departamentos de recursos humanos o
de desarrollo de personas como prefiero llamarlo, ponen en marcha herramientas
de detección del talento, formación, evaluación del desempeño, etc para lograr
que cada persona esté en el lugar más apropiado y en definitiva, sea más
eficiente y productiva.
2- Encontrarle un sentido.
¿Para qué voy a trabajar? ¿Para
qué existe mi departamento? ¿Qué sentido tiene mi trabajo más allá de la función
concreta?
En mi caso, me siento afortunada
por trabajar en lo que lo hago. Trabajo apoyando y facilitando procesos de
cambio y desarrollo en las personas (tanto en el ámbito personal como en el
profesional, de equipos de trabajo u organizacional). Parece sencillo
encontrarle un sentido a mi trabajo. Saber que estás aportando tu granito de
arena al bienestar de otras personas es muy potente.
Diría que a todos los trabajos les
puedes dar un significado que te ayude a levantarte con más energía por las
mañanas. Sólo hay que buscarlo y hay preguntas que pueden ayudar. ¿Tú trabajo,
a quien le sirve?
Encontrar coherencia entre el
sentido que tiene tu trabajo y tus valores y propósito vital es tan poderoso, que
recomiendo a cualquier persona u organización que quiera mejorar su motivación o
la de sus equipos que trabaje este aspecto.
3- Relaciones o clima laboral
Somos seres sociales y en el
trabajo nos relacionamos, en mayor o menor medida, con compañeros/as, con
clientes, con proveedores y todo ello va haciendo que nuestro día sea más
enriquecedor o menos. Evidentemente nuestra actitud y disposición va a influir
mucho, pero sería absurdo pensar que es algo que podemos controlar o influir al
100%. El clima laboral depende de mí, por supuesto, y de mi entorno.
Hay ambientes de trabajo que
favorecen el diálogo, donde el error es vivido como un aprendizaje necesario,
entornos donde las personas son al menos tan importantes como los procesos y
los resultados, entornos donde el compromiso y la implicación son necesarios y
valorados. En cambio, hay otros entornos donde no se trabaja desde ahí y se
vive, resumiéndolo muchísimo, desde el miedo. Miedo al error, miedo a perder mi
posición, miedo a quedar en evidencia, miedo a que el equipo se relaje, miedo,
miedo, miedo.
Y no hablo de este miedo...
El humor y la distensión también son importante para encontrar la felicidad laboral ;-))
Ahora en serio, estos son, para mí, tres aspectos
fundamentales. Hay otros, por supuesto, como es el dinero que percibo, el
horario de trabajo, las posibilidades de crecer profesionalmente, etc. Sin
embargo, si estos tres aspectos están cuidados (a nivel personal y como
organización) ser o estar feliz en el trabajo es posible!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario