7 de septiembre de 2015

Somos seres sociales y comunicantes

Empiezo a escribir esta entrada el lunes por la mañana. Inicio de semana laboral, inicio de proyectos e ilusiones en el trabajo. 

Si no eres un profesional autónomo que trabaja en solitario, es probable que a estas horas hayas hablado ya con algunas personas; dependiendo del tamaño de tu empresa, algunas significarán más o menos. 

Parte de nuestro día a día transcurre en procesos de comunicación interpersonal. Desde empezar la jornada saludando, tener reuniones de equipo, recibir o hacer peticiones, hasta resolver alguna disputa o mal entendido. 

En el mes de febrero estuve la 6ª edición del salón mi empresa en Madrid y hace unos días abrí uno de esos libros que algunas editoriales regalaron a todo asistente que llegó a tiempo y en los que siempre encuentras algo rescatable. 

¿Con qué actitud te comunicas con las personas de tu entorno? ¿Con qué actitud interaccionas con tus compañeros/as de trabajo, con colaboradores y superiores? ¿Es útil esta actitud para lograr tus objetivos en el día a día? 

Vamos a indagar en tres aspectos de la comunicación interpersonal siguiendo frases del libro "Gestión de personas conflictivas for Rookies" de la editorial LID.

1. "En situaciones de comunicación verbal con personas muy exigentes, llegarás más lejos empleando un tono suave que con una actitud autoritaria" o lo que es lo mismo para Kaiden, ¿a quién vas a dejar hablar a tu ego o a tu ser? Entiendo que la etiqueta persona muy exigente puede hacer referencia a un sin fin de caracteres o actitudes por lo que rescato la idea de poner el foco en tu propia actitud al enfrentar comunicaciones complicadas en el trabajo. Más allá de si el tono es suave o no, si dejo a un lado ideas como: quiero llevar razón, quiero que entienda mi punto de vista (para que vea que llevo razón), necesito hacerme entender (porque esta vez llevo razón), u otras tantas que terminarán siempre en lo mismo, querer (o necesitar) que me den la razón; tendré más posibilidades de ser escuchado/a. Finalmente, el motivo real y final de las interacciones comunicativas entre personas es ese, escuchar y que nos escuchen, más allá de quien lleve la razón (que probablemente todas las partes la lleven, al menos parcialmente). 


2. "...ser siempre objetivo, concentrándote en los hechos." Hemos impartido varios talleres sobre comunicación asertiva en diferentes organizaciones y esto es algo en lo que siempre insistimos: cuando quieras hacer una petición de cambio, crítica constructiva o simplemente utilizar el estilo asertivo para comunicarte no emplees juicios de valor, creencias o generalizaciones sino, por el contrario, céntrate en hechos observables. Ya lo decía un profesor "no es lo mismo llamar a alguien impuntual que decirle ¿te sucede algo, esta semana has llegado tarde dos días?". Si tu objetivo al comunicarte no es querer llevar la razón este simple cambio te abrirá muchas puertas y generará una imagen mucho más positiva de ti. 

3. "Para llegar a un acuerdo hay que buscar un equilibrio entre los distintos puntos de vista" o aplicar el principio de la abundancia, del ganar-ganar, de uno de nuestros "maestros", Stephen R. Covey. Este principio es incompatible con querer llevar la razón a toda costa, síntoma habitual en nuestra cultura que nos indica la existencia de grandes egos que no saben comunicarse. Si sabemos, como dice la PNL, que el mapa no es el territorio o que cada cual tiene su mapa de la realidad, tener razón, se convierte en una utopía. Si queremos construir una sociedad (o empresa) competitiva, profesional, eficiente, global, debemos de adoptar estrategias colaborativas y pensar que hay suficiente tarta para todo el mundo, encontrando los puntos de acuerdo y de colaboración en lugar de centrarnos en lo que perdemos o dejamos de ganar

¿Con qué actitud te vas a comunicar ahora? ¿Hay algo que quieras cambiar? 


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