28 de abril de 2014

La resistencia al cambio, el duelo y el coaching

Muchos de los cambios que vivimos en nuestras vidas no son elegidos. Son situaciones que nos vienen dadas o decididas por otras personas.

Muchos de estos cambios los vivimos como negativos, es un cambio que nos supone una pérdida. Perdemos la salud, una persona querida, un puesto de trabajo, una casa...

Esas pérdidas pueden ser más o menos profundas o más o menos impactantes y todas, en mayor o menor medida, nos provocan un periodo de duelo que tiene unas fases o etapas por la que todas las personas pasamos.


Las fases del duelo, descubiertas y definidas por Elizabeth Kübler-Ross, son las siguientes:

1- Negación. Esa fase donde todavía no nos podemos creer lo que ha sucedido
2- Ira o enfado. Sentimos la injusticia, la indignación y quizá cierto resentimiento hacia la vida o hacia quien ha tomado la decisión que nos viene impuesta. A veces sentimos cierta culpa o vergüenza.
3- Negociación. Esa fase donde queremos llegar a un acuerdo, prometemos cambiar o hacer algo a cambio de que la situación no sea la que es. Sentimos la incertidumbre, quizá miedo.
4- Tristeza. Cuando esa negociación no ha funcionado, tomamos conciencia de la realidad y sentimos la pérdida, frustración y añoranza o nostalgia.
5- Aceptación. Dejamos de luchar contra la situación y comenzamos a aceptarla (aunque no nos agrade). Comenzamos a sentir confianza en el proceso, nos damos cuenta que quizá no podamos cambiar la situación pero si podemos vivir con ella. Sentimos cierta paz.

Después llega la integración y cierta esperanza. Promover cierto sentido a este proceso que hemos vivido y quizá encontrar un regalo escondido, un aprendizaje, una transcendencia.

Kübler-Ross explicó que estas etapas no necesariamente tienen que suceder en este orden, ni que todas las personas experimentan todas las etapas. También sucede a menudo pasar por algunas de las etapas varias veces, es decir, pasar por el enfado, después por la tristeza, quizá después otra vez por el enfado, luego por la negociación, otra vez por la tristeza para finalmente pasar por la aceptación.

Cuando somos capaces de darnos nuestro tiempo para atravesar o transitar por estas etapas, cuando las conocemos y percibimos nuestro cambio no deseado como un proceso de duelo, nos permitimos sentir lo que sentimos. Dejamos de resistirnos al cambio y comenzamos a poder tomar cierta distancia de nuestro propio proceso y tomar decisiones a medio y largo plazo.

En los procesos de coaching, nos encontramos con muchas resistencias al cambio, y muchas de ellas pueden encontrarse en las primeras fases o etapas del proceso de duelo.

Resistirse en casi lo contrario a la aceptación y forma parte del proceso, pero quedarse ahí lo único que provoca es fortalecer aún más el dolor o la dificultad del cambio.

El apoyo de un/a coach permitirá explorar las necesidades no expresadas en esas resistencias y miedos y poco a poco ir ganando recursos y confianza para enfrentar la nueva situación o realidad.

Todas las personas vivimos cambios no deseados. Nuestro margen de libertad individual está en qué hacemos con ellos.




1 comentario:

  1. Estimadas señoras,

    hemos encontrado material de nuestra creación en su página web y en ningún momento se ha referenciado la fuente ni tampoco se nos ha solicitado autorización para utilizarlo.

    Estaremos pendientes de que no se vuelva a repetir dicha actividad y, en caso de que así suceda, emprenderemos las acciones legales oportunas.

    Sin otro particular, reciban un cordial saludo.

    ResponderEliminar