8 de abril de 2015

El desarrollo de los equipos o el dinero no lo es todo


Todas las personas formamos parte de algún equipo. Equipos más formales (equipos de trabajo), otros más informales (con los amigos, en la familia, practicando algún deporte, etc)

Y de manera casi natural hemos comprendido que cada pieza del equipo juega un rol, desempeña un papel fundamental para que el engranaje del conjunto.

Además, también de manera casi natural, nos damos cuenta cuando al equipo le falta algo, cuando es necesario introducir algún cambio, cuando es importante dar un paso en otra dirección.

Si nos centramos en los equipos más formales, los equipos de trabajo, esa necesidad de cambio se observa cuando las personas comienzan a cansarse de sus tareas, cuando no hay visión de hacia donde se va, cuando algún elemento del equipo no está al mismo ritmo que el resto, cuando se han cumplido objetivos y no se han planteado la revisión de nuevos retos, cuando la queja se ha instalado para quedarse, etc.

Los cambios son necesarios, inevitables y es importante utilizarlos para avanzar, para crecer como personas, como equipo y como organización.

Todavía me sorprende que muchas empresas no dediquen tiempo y dinero a sus personas y equipos más allá del sueldo.

Si tomáramos conciencia que gran parte de la motivación humana no tiene nada que ver con el dinero, si nos diéramos cuenta que muchas personas serían mucho más productivas si el ambiente laboral fuera diferente, si hubiera espacio para la creatividad, para la innovación, para la aportación de ideas y sugerencias, si el personal se sintiera que es una pieza clave de la empresa (de verdad), si las personas de un equipo pudieran conocerse más allá de lo estrictamente profesional, si se generaran nuevas formas de comunicarse y entender el liderazgo, si entendiéramos la evaluación como una oportunidad para crecer y mejorar y no como un castigo. Si comprendiéramos que el potencial de las personas es increíble y que podría estar al servicio del equipo…

Todavía hay mucho que hacer y descubrir en el campo del desarrollo de las personas en las organizaciones.

Para reflexión individual:

¿Qué crees que necesitaría el equipo en el que tú estás? ¿Qué sería bueno que incorporara como nuevo hábito? ¿Qué sería bueno que dejara atrás? ¿En qué equipos de trabajo has podido desarrollar mejor todo tu potencial? ¿Qué características tenían esos equipos? ¿Puedes reproducir algo en el equipo actual?


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