18 de septiembre de 2013

Gestionar la incertidumbre

La incertidumbre no es algo que podamos evitar.

Podemos buscar en nuestra vida fuentes de seguridad, afectiva, emocional, económica, física...
Podemos aprender a manejarnos cada día mejor en las dudas, en el cambio.
Podemos aprender a ser más flexibles, a mejorar nuestra capacidad de adaptación.

Pero nada de esto nos evitará que, de repente, la vida o una parte de ella, se dé la vuelta como un calcetín.

Realizar un trabajo personal, de autoconocimiento, de toma de conciencia nos permitirá saber qué aspectos de nuestra vida nos permitimos una mayor incertidumbre y en cuál necesitamos mayores certezas.

También nos puede ayudar comprender (desde la razón y desde el corazón) que hay muchas cuestiones que se nos escapan a nuestro control y a nuestra decisión. Lo que si depende de nosotros/as es qué hacemos con lo que nos sucede, qué actitud tomar y en qué pensamientos centrarnos.

A veces, creemos que eso no es posible, que no podemos tener una actitud distinta, que no es posible pensar de otra manera, que no es posible sentirnos de forma distinta, pero hay múltiples ejemplos que nos demuestran que si. No digo que sea sencillo. Os dejo un vídeo inspirador para no olvidar.


2 comentarios:

  1. Que difícil es manejar la incertidumbre. Enseguida nos ahogamos en un vaso de agua. Creo que una aceptación de esa no seguridad es necesaria para vivir en el día actual.
    Muy buena entrada, y Alice es un ejemplo a seguir.

    ResponderEliminar
  2. Una de las grandes ventajas de la época en la que vivimos es que además de inspirarnos las personas o acontecimientos de nuestro entorno podemos acceder a vídeos o noticias de personas que están a miles de kilómetros o vivieron hace años que nos pueden enseñar algo que cada día me parece más fundamental y es la actitud vital. Gracias por el comentario

    ResponderEliminar