24 de abril de 2013

¿Con o sin miedo a equivocarnos?

¿Cuantas veces dejamos de hacer algo por creer que los resultados no serán los que deseamos/esperamos? 

¿Cuantas veces creemos que es mejor no soñar o aspirar a hacer algo para no "sufrir" si no se cumple? 

Todas las personas nos equivocamos. 

¿Estás de acuerdo con esta frase? ¿Qué pasa si cambiamos la palabra equivocarnos por alguna otra como: fracasar, errar, fallar? ¿Qué sentimos? ¿Qué hacemos o dejamos de hacer? 

Le llamemos como le llamemos, usemos la palabra que usemos, nos equivocamos. Y esto es así por varias razones: 


  • Nos comparamos con otras personas
  • Nos comparamos con los resultados de otras personas
  • Nos comparamos con profesionales sin muchas veces tener en cuenta su experiencia
  • Nos comparamos y juzgamos por los "deberías"
  • Nos comparamos con un modelo ideal (o idealizado) de nosotros/as mismos/as
Cuanto más "perfecta" e intachable sea esa imagen idealizada de mi misma/o que tenga, más me equivocaré. Sin embargo, la paradoja viene cuando a esa imagen no se le permite el error, fallo, fracaso, ni nada parecido. Entonces nuestra seguridad percibe el peligro y sentimos miedo. 

Otra frase lapidaria, todas las personas sentimos miedo. Si, el miedo es una de las emociones básicas o primarias que experimentamos ante un peligro. Si percibimos el equivocarnos como algo muy peligroso....¿qué puede pasar? Si a esta percepción le sumamos algunos de los mensajes que solemos recibir sobre esta emoción: no es bueno sentir miedo; si sientes miedo eres débil; el miedo solo lo sienten las personas cobardes; etc.....¿Encaja con mi visión idealizada de perfección? Seguramente no. Seguramente me prohibiré sentir miedo y una de las maneras de "evitarlo" es dejar de hacer aquellas cosas en las que creo que puedo equivocarme para no sentir miedo. ¿Te parece complejo? ¿Te ves reflejada/o? 

Desarrollar y fortalecer nuestra inteligencia emocional nos ayuda a romper con este complejo esquema. Básicamente, se trata de entender lo que son las emociones, todas y cada una de ellas y de la importancia que tiene la información que nos comunican. A través de la inteligencia emocional nos reconciliamos con el miedo y con todas las emociones y podemos, a partir de allí, empezar a darnos permiso para equivocarnos y experimentar el miedo. 

Date permiso y sueña. Para reconectar con todos tus sueños y deseos te proponemos que: 
Haz una lista de todas las cosas en las que has soñado convertirte desde que tienes conciencia (astronauta, ninja, tenista, super héroe/heroína, cineasta, bombero/a, maestra/o, millonario/a,.....). Escríbelo todo sin vergüenza, será una lista solo para ti, quedará en secreto entre tu y ese trozo de papel. Intenta que no se escape ningún sueño, te parezca lo que te parezca (aunque lo juzgues como una tontería o irrelevante). 


2 comentarios:

  1. Suscribo todo lo dicho. Vamos por la vida cag... Parece que si fallamos se acaba el mundo, y no va a haber vuelta atrás ni remedio posible. No digo que tengamos que ser kamikazes (aunque el que lo quiera ser pues él mismo) pero un poco más de arrojo no nos vendría mal.
    Muy buen post

    ResponderEliminar
  2. Gracias por tus comentarios. Si dejamos de tener miedo a sentir miedo, será más sencillo aceptar nuestras equivocaciones y contrastar el nivel de autoexigencia que tenemos hacia nosotr@s mism@s con quienes somos, lo que somos capaces de hacer y ver si se corresponden o no. Lanzarnos y aprender equivocándonos es además algo que hemos hecho cuando eramos pequeños, ¿por qué de adultos no nos damos permiso?

    ResponderEliminar