24 de junio de 2013

La noche de San Juan

La noche de San Juan es la fiesta que, en el hemisferio Norte, celebra que ha llegado el solsticio de verano y, aunque hay distintas versiones, se dice que encendemos hogueras para purificarnos y para dar más fuerza al sol, que a partir de esos días, se va debilitando dándonos menos horas de luz (vamos hacia el solsticio de invierno).

Aunque en cada lugar del mundo se celebra con sus matices culturales parece que coinciden en el componente fuego y quemar o desprenderse de lo viejo para dar paso a lo nuevo.

Resulta difícil obtener resultados diferentes si no nos desprendemos de viejos hábitos e incorporamos algunos nuevos. Cambiar supone, si o si, dejar atrás algo para dar paso a algo distinto, nuevo. Por eso, en un proceso de coaching siempre empezamos definiendo “dónde quieres estar en el futuro” “qué quieres obtener”

Es mejor plantearse las metas en positivo. Es más motivador plantearte qué quieres obtener, qué habilidad te gustaría tener, qué hábito quieres incorporar que pensar en lo que no quieres tener en tu vida.

Un ejemplo práctico sería “quiero mejorar mi salud” en lugar de “dejar de fumar”, “pesar 65 kilos” en lugar de “perder 5 kilos”


Centrarte en lo que quieres y dejar atrás lo que no quieres. En las hogueras de San Juan solemos quemar objetos o papales escritos con lo que queremos lograr en nuestra vida y lo que queremos dejar atrás. Un proceso de coaching puede ser un excelente apoyo para tomar la iniciativa para que esos deseos (sueños) puedan ir tomando forma en una realidad.

No sé si has celebrado la noche de San Juan. Quizá estás a tiempo (en algunos lugares del mundo lo celebran hoy).

¿Qué te gustaría tener/ser/hacer dentro de un año? ¿Cómo te gustaría verte? ¿Qué te gustaría estar haciendo? ¿Qué quieres sentir?


No hay comentarios:

Publicar un comentario