En coaching, cuando mantienes una sesión exploratoria previa al proceso con la persona que desea iniciarlo, nos encontramos con sus expectativas.
- Expectativas sobre ella misma;
- Expectativas sobre el/la coach;
- Expectativas sobre lo que puede conseguir;
- Expectativas sobre su capacidad de cambio y de trabajo;
- Expectativas sobre lo que es, hace o puede hacer el coaching;
- Expectativas sobre los tiempos;
- ...
Algunas de ellas, pueden ser o no realistas y sobre algunas el/la coach puede aportar información al respecto. Otras sin embargo, están plenamente en la parcela del/la coachee y es importante dedicarles atención.
Las primeras sesiones son fundamentales a este respecto y la labor del/la coach será determinante para facilitar que la persona logre sentir satisfacción con sus avances o por el contrario sienta decepción.
Las herramientas que tenemos como profesionales son poderosas y encuadran con cierta facilidad estas proyecciones futuras: preguntas poderosas, confrontación, reencuadre. Se usan a lo largo de todo el proceso y desde mi punto de vista es fundamental tenerlas en cuenta para abordar las expectativas del/la cliente o coachee desde el inicio y a lo largo de todo el proceso. No se trata de "hacer" por la persona, es decir, no se trata de forzarla a llegar a ningún sitio concreto, de decidir por ella, simplemente se trata de ayudarla a que descubra cuales son los indicios en los que basa sus suposiciones y expectativas y que las reevalúe, desde sus criterios, desde su ser.
(*) Wikipedia
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