12 de marzo de 2014

Tengo 24 horas....¿Qué hago con ellas?

¿Cuantas veces al día miro el reloj? ¿Para qué lo hago? 
El tiempo, entendido como el paso de los minutos y de las horas, es una concepción que usamos de distintas formas y con distintos objetivos. 

Fijar citas, valorar la dedicación a determinadas empresas, medir la duración adecuada de diferentes tareas....

A lo largo del día, medimos el tiempo de manera constante. Puede generarnos seguridad, estabilidad, dimensión, visión y unas cuantas cosas más. Sin embargo, también puede generarnos estrés, agobio, inseguridad, miedo....

¿Para qué mido el tiempo en mi día a día? ¿Lo hago siendo consciente de su dimensión real? ¿Sobrevaloro al tiempo? ¿Sobrevaloro mi esfuerzo y eficacia? O quizás ¿infravaloro mis necesidades y mis ritmos? 

Lo importante no es saber de cuantas horas y minutos dispongo al día para efectuar determinadas tareas, asuntos o empresas. Lo importante es saber cómo puedo gestionarlas yo. Qué puedo hacer en esas horas y minutos y que necesidades personales tengo que satisfacer: descanso, alimentación, transporte, autocuidado y cuidado de otras personas,....

Como decía Stephen Covey dedicar un tiempo para reestablecerme y recuperarme para estar en forma, debería formar parte de nuestro día a día. Parece sensato pensar que afilar nuestra hacha, nuestra herramienta para funcionar bien todos los días, sería una ocupación diaria más. 

Por mucho que mire el reloj, el tiempo no cambiará. Por mucho que sepa en que hora y minuto estoy en cada momento, no avanzaré más ni menos. Por mucho que quiera tener horas de 75 minutos, no lo lograré. ¿Y si en lugar de pensar solamente en mi día y mi semana pienso en mi vida, en mis objetivos? ¿Y si además de usar el reloj utilizo otros instrumentos que orienten mi vida? 

Gestionar el tiempo a tu medida es la manera en la que puedes abordar las tareas y tener tiempo para otros asuntos que te ayuden a sentirte bien, no solo los fines de semana, sino cada día. 

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