11 de junio de 2014

Qué podemos aprender de Rafael Nadal para nuestra vida o trabajo

Seguramente, ya hemos leído, escuchado y visto todos los datos referidos a la nueva hazaña de Rafael Nadal. Todos los records o registros que ha pulverizado y lo poquito que le queda para ser quizá el más grande de su deporte de toda la historia. Se dice pronto, pero no se consigue en un día ni en dos.

Para mí, Nadal, es el ejemplo vivo de la constancia y de la superación. El ejemplo perfecto de que la motivación, un entrenamiento mental exquisito y mucho, mucho trabajo ayudan a conseguir lo que te propones.

Muy probablemente Rafael Nadal tenga un talento innato para los deportes, quizá para el tenis en particular, pero pensar que ese talento innato es la clave de sus triunfos y resultados sería muy injusto desde mi punto de vista. Técnicamente, aunque ha mejorado mucho en los últimos años, no destaca especialmente, pero la inteligencia que tiene para leer los partidos y a su rival, la fortaleza mental para no salirse de los partidos y gestionar adecuadamente las emociones y expectativas de su entorno y las suyas, junto con una constancia y perseverancia que no he visto en otro tenista, no dar una sola bola perdida aunque esté jugando con calambres o a punto de desfallecer. ¿Solo talento?

Diría que es una filosofía de vida. Dar lo mejor que tengas dentro en cada instante. Podrás ganar o perder pero nunca te sentirás decepcionado contigo mismo.

Leía estos días unas declaraciones del protagonista que decían.

“Estaba realmente mal físicamente. Luchando, las soluciones llegan. La ilusión, la motivación, las ganas de ganar me han mantenido en la pista con la mentalidad de querer aguantar, de saber sufrir y suplir los momentos malos físicos con tiros tenísticos de muy alto nivel”

No siempre podemos o somos capaces de dar lo que tenemos dentro, no siempre podemos desplegar nuestro mejor juego (nuestra mejor oratoria, nuestra mejor escucha, nuestro mejor trabajo en equipo, nuestro mejor…..) y ser consciente de cuando está llegando ese momento es importante para luchar, para encontrar soluciones distintas, para saber sufrir, para pedir apoyo y para suplir eso que no tenemos o podemos desplegar en estos momentos con algo que nos potencia y ayude.

¿Qué puedes aprender de Rafael Nadal y aplicar en tu vida?


Ya escribí en el 2011 sobre las lecciones que nos regala Rafa Nadal por si te apetece revisarlo.

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