3 de septiembre de 2014

Los idiomas del cuerpo

Las personas empleamos distintos idiomas para comunicarnos y no me refiero únicamente a los idiomas lingüísticos, sino a los idiomas de los sentidos, a los mecanismos de pensamiento, al lenguaje de la emoción. 

Cada ser vivo, está "fabricado" no solamente para sobrevivir y adaptarse, sino para evolucionar. Eso es lo que Darwin y otros autores propusieron hace ya más de 150 años. Esto nos permite generar cambios, imperceptibles algunos, drásticos y dramáticos otros. 

Nuestro cuerpo posee pequeños interlocutores que solamente se comunican con el "ambiente" (interno y externo). Entienden la información captada, la seleccionan y la transmiten a la centralita de nuestro cerebro. En una persona adulta, en la que ya existen ciertos "surcos" de pensamiento (hábitos, rutas, caminos conocidos y usados repetidas veces), el cerebro utiliza en muchas ocasiones (quizás demasiadas) estos caminos y genera unas emociones (reacciones naturales y más o menos espontáneas ante la información interpretada) y unos pensamientos (elaboración algo más compleja en la que intervienen todas nuestras experiencias previas, conocimientos, creencias, valores, expectativas, etc.). 

Esta información facilitará a otras partes de nuestro cuerpo decidir qué hacer, cuál es nuestra motivación para la acción como consecuencia de lo que pensamos y sentimos. 

Pues bien, llegada a este punto de la exposición mi pregunta es la siguiente ¿A quién escuchamos más? 

¿Qué idioma entendemos mejor? ¿Hay alguno que no logramos traducir? ¿Con qué te quedas? 

Creo que aún a pesar de hacer más caso a uno de los tres (sistema sensorial, emocional o cognitivo) toda la información nos comunica y nos habla, nos impulsa o nos bloquea o quizás se generan contradicciones en nuestro interior. Nada pasa desapercibido en la centralita de nuestro sistema nervioso central. 

Ahora bien, si quiero generar cambios en mis hábitos, en mis creencias o en mi enfoque ¿dónde me estoy centrando? ¿donde creo que debería de hacerlo para ganar eficacia? 

A los seres humanos nos gusta demasiado el idioma del pensamiento, de la cognición. Nos hemos creído ciertos dogmas acerca de la importancia de la racionalidad como la elevación máxima del ser humano y que esta debe de primar, incluso yendo en contra de nuestros otros lenguajes. La evolución real y profunda no puede dejar fuera a la emoción y a la percepción. Son partes esenciales en nuestro desarrollo y en nuestro crecimiento, son evolutivamente naturales, sanas y necesarias.  

En mi opinión, la conexión y no la desconexión, nos lleva a la más elevada evolución posible, a encontrar nuestra mejor versión. Y desde ahí, desde esa posición, podemos influir cambios evolutivos positivos en nuestro entorno, en el futuro. 

¿Cómo quieres comunicarte? ¿Qué idiomas quieres empezar a usar más? 


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